lunes, 3 de agosto de 2015

EN BURGOS CRECE EL NÚMERO DE HOGARES CON TODOS EN EL PARO

Crece un 10,6% el número de hogares con todos en paro

12.500 familias de la provincia están en esta situación y suponen el 8% del total Mayor de 50 años y parado de larga duración, el perfil más preocupante

 El paro les obliga a abandonar sus espacios de ocio y «se quedan solos» - MONTSE ÁLVAREZ

Las cifras macroeconómicas que se enarbolan como principio de salvación y quedan muy bien en las noticias, pasan a ser nada cuando se dejan caer entre los múltiples agujeros de las 12.500 familias que están formadas por personas en edad de trabajar (activos) donde todos están parados. Este modelo de hogar se ha disparado desde el inicio de la crisis y, según las cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA), sigue creciendo en Burgos cuando las noticias de mejora económica se repiten desde hace tiempo. Los brotes verdes no se dejan sentir en el ámbito doméstico. El número de hogares con todos sus miembros en paro sigue creciendo. En la EPA del segundo trimestre de 2015 esta cifra creció un 10,6% respecto al cálculo realizado en el mismo periodo de 2014 en el que habían 11.300 hogares en esta situación. Teniendo en cuenta que las prestaciones del paro se agotan y cada vez son menos parados quienes las perciben, la situación puede llegar a ser angustiante.
«Nos llegan familias normales, que tenían trabajo los dos pero que lo han perdido hace mucho tiempo y no tienen apoyos ni ayuda, hay quienes incluso buscan entre la basura para comer y eso está pasando en Burgos», denuncia la portavoz de la asociación Cadena de Favores, Laura Villagrasa. Esta agrupación surgió con la crisis como fórmula de canalizar la solidaridad de la gente. A través de las redes sociales y el teléfono se encargan de coordinar la ayuda que las personas solidarias quieren entregar y distribuirla entre las necesidades de quienes piden auxilio inmediato, «una respuesta rápida a la que las administraciones no llegan».
También coinciden en que la situación se está precarizando y generándose nuevos perfiles de pobreza quienes trabajan directamente en la inserción sociolaboral de las personas sin recursos, Cáritas. «Lo peor de todo esto es cómo se ha dificultado el acceso al empleo para determinados colectivos porque la mitad de los hogares que tienen a todos sus integrantes en paro llevan en esta situación mucho tiempo», señala el portavoz de la organización, Alfredo Calvo.
El perfil de las personas en esta situación es preocupante. Según los colectivos que trabajan en la asistencia a personas en riesgo de exclusión lo más habitual son personas que llevan en paro más de un año, que tienen en torno a 50 años o más y que «ya no son empleables pero siguen teniendo familia a cargo, hijos... es un perfil que va a ser muy complicado que salgan de ese círculo», señala Calvo.
La cifra puede parecer alarmante, pero real. Así lo refleja la EPA. 11 de cada 100 hogares formados por personas en edad de trabajar no tienen trabajo ninguno de los dos. Ocho de cada 100 del total de los 153.400 familias existentes en la provincia.
aislamiento
Lo peor, afirman quienes trabajan con estos colectivos, es el aislamiento. Según el informe Foessa de Cáritas, en Castilla y León un 13,6% de las familias viven en esta situación que deteriora progresivamente la situación cuando realmente el ratio de exclusión real es más bajo. «Cuando en una familia llega el paro lo primero que hacen es dejar de pertenecer a clubs o asociaciones, dejan de acudir a los espacios sociales como tomar un café, quedar con amigos y eso va generando una pérdida de redes sociales que lo que hace es aislarles más, perder el nivel de integración que tenían», señala Alfredo Calvo. Al final «son familias que se quedan solas».
Mientras tanto acuden a estos centros u organizaciones para reducir sus facturas. «Está claro que con poco más de 300 euros al mes tienes que elegir pagar la casa o el alquiler o comer entonces necesitan ayuda adicional», afirman desde Cadena de Favores. Se encuentran inmersos en la campaña escolar porque «si casi no tienes para estar al día en tus pagos y comer, imagínate el gasto de libros», señala Laura Villagrasa. «Nos dejan donativos gente anónima, hasta 2.000 euros una persona y con eso estamos ayudando mucho en esta materia porque cuando vas a pedir la ayuda de los libros primero tienes que presentar la factura y es que, en estos casos que nos llegan, no hay para tener una factura», puntualiza.
Respecto a la alimentación desde Cáritas respaldan que «no es que no tengan para comer, es que es el primer gasto del que puedes prescindir si acudes a las ayudas», señalan desde Cáritas. El servicio de Urgente Necesidad, que tiene en marcha el Ayuntamiento de Burgos, también ayuda al pago de facturas inesperadas o energéticas al mismo tiempo que los servicios de Cáritas y Cruz Roja. Pequeños parches para ir tirando porque en integración «tristemente estamos perdiendo objetivos logrados», revela Calvo.
Fuente: Correo de Burgos