Imagina califica las fiestas de 'continuistas, conformistas y faltas de ambición”'
La
candidatura ciudadana ha calificado las fiestas de San Pedro y San
Pablo de "continuistas, conformistas y faltas de ambición" repitiendo el
esquema fallido de todos los años. Un elenco de actividades "agotado,
estancado y sin imaginación". Se trata, para Imagina Burgos de un
"esquema trillado" que pasa por encima de las propuestas que salieron
del grupo de trabajo creado para aportar nuevas ideas.
El resultado ha sido el esperado para Imagina: "Otras
fiestas que pasan prácticamente inadvertidas por la falta de
imaginación, circunstancia agravada ciertamente por las inclemencias
meteorológicas", apunta la candidatura ciudadana. A eso se suma que el
alcalde, Javier Lacalle, impone unos criterios "absurdos y
antediluvianos" que no mejoran la programación y, además, se toma el
lujo "de lanzar acusaciones falsas en cuanto no funciona algo".
Fue Lacalle "quien no supo poner en marcha una buena campaña
contra las agresiones sexistas, ni fue capaz de apostar por cambios
importantes que mejorasen la 'Operación Añoranza'". Le recuerda que en
esas reuniones se habló de traer jóvenes "exiliados" por la precariedad y
lo que se ha hecho es "traer a personas que no sabían de Burgos más que
el nombre"; los actos tradicionales, como la Cabalgata y la Ofrenda,
"necesitan una vuelta"; el Himno parece "un paseíllo para concejales
porque la gente realmente no cabe para participar" y el homenaje a la
Jota está "metido con calzador y silenciado".
Las acusaciones de Lacalle respecto a las aportaciones de
Imagina "son tan populistas y desacertadas que demuestran que no conoce
lo que ocurre en el Ayuntamiento o habla sin ningún criterio", porque la
participación de Imagina en aquel grupo de trabajo fue la de una voz
más y lo que de allí salió fue "consensuado entre los grupos políticos,
(incluido el PP), las peñas y el Comité de Folclore".
Imagina apunta que, a hechos consumados, Lacalle acuse "sin
sentido a otros grupos" en lugar de hablar o actuar antes, demuestra que
"ni tiene proyecto, ni tiene capacidad de gobernar más allá de
opiniones de 'barra de bar'". Que el primer edil de la ciudad utilice
argumentos como "mientras yo sea alcalde, habrá fuegos el viernes",
demuestran una "estrechez de miras y una simpleza verdaderamente
preocupantes". Lacalle no supo asumir que las fiestas tenían ocho días
de duración (de sábado a sábado) y "organizó el anodino acto del
viernes" anterior como siempre "a su mayor gloria" sin tener en cuenta
ninguna opinión externa ni otra opinión ajena a la suya.
Botellón
Por otro lado, el fenómeno del botellón se sigue mostrando
como un problema global para toda la sociedad burgalesa (instituciones,
familias, colectivos...) y el equipo de Gobierno "pasa de puntillas"
ante una solución que ha de ser "transversal", como ha propuesto
reiteradamente Imagina en estos dos años.
Ni se da voz a los jóvenes, ni se les ofrecen alternativas
de ocio interesantes, ni se realizan campañas o iniciativas de
concienciación tanto para la juventud como para la sociedad en general,
que también debe asumir como propio este problema.
De todos modos, el concejal José Antonio Antón debería
reflexionar "si la plaza del rey San Fernando es un lugar adecuado para
una verbena". Tampoco se justifican para unas fiestas mayores verbenas
de pago en el aparcamiento disuasorio de las torres.
La voz de los jóvenes, de las peñas, de los colectivos
implicados en las fiestas y en el ocio de la ciudad debería no sólo ser
escuchada "sino llevada a efecto", porque es evidente que Lacalle y
Antón siguen anclados en un proyecto "más que agotado y necesitan ideas"
porque han demostrado que su imaginación no llega más allá de repetir
lo de siempre de fracaso en fracaso.
Fuente: BurgosNoticias.com