La baja tasa de paro de Burgos “encubre” un ajuste “desfavorable” en la población activa
El Boletín de Coyuntura
Económica de Fundación Caja Rural y UBU analiza en “profundidad” la tasa
de paro de Burgos, la más baja de España
El buen dato no deriva de una economía más dinámica y generadora de
empleo, sino de la pérdida de población que sufre la provincia
La economía burgalesa está en crecimiento, pero a niveles “muy
inferiores” a los de España y para 2017 se espera crecimientos más
“débiles”
Desde que se conocieron
los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al
primer trimestre del año, y se supo que Burgos presentaba la tasa de
paro más baja de España (un 10,22 por ciento), la provincia ha sacado
pecho, destacando su capacidad para generar actividad económica y
empleo. Sin embargo, esta “excelente noticia” encubre un ajuste en la población activa, la negativa evolución de los datos demográficos de la provincia o, lo que es lo mismo, tenemos una baja tasa de paro porque perdemos población, sobre todo en edad de trabajar.
Esa es la principal conclusión del
Boletín de Coyuntura Económica de junio 2017, elaborado por la Fundación
Caja Rural Burgos y la Universidad de Burgos, tras “escanear” la
realidad que subyace tras la baja tasa de paro de la provincia. Se ha realizado un análisis “en profundidad” sobre “uno de los mitos más extendidos” en Burgos,
ha explicado el director de Cajaviva Caja Rural, Ramón Sobremonte, y se
ha descubierto precisamente que no es oro todo lo que reluce, y que valorar cifras de empleo de manera aislada “puede llevar a conclusiones no muy realistas”.
Analizar cifras de empleo de manera aislada lleva a conclusiones “no muy realistas”
Si Burgos presenta la tasa de paro más
baja de toda España se podría pensar que el buen dato deriva de una
economía más dinámica que la media nacional, y con mayor capacidad para
generar riqueza y empleo. Pero no es así, ha apuntado José María
Calzada, el coordinador del Boletín de Coyuntura Económica. La economía de Burgos está en crecimiento, pero no al mismo ritmo que la economía nacional, con un crecimiento del PIB local del 0,4 por ciento, en los primeros trimestres del año, frente al 1,7 por ciento nacional.
Así las cosas, y tras analizar las variables del mercado laboral y las poblacionales, el informe ha concluido que la baja tasa de paro “se explica por una desfavorable evolución de la población”.
Mientras en el ámbito nacional la población ha crecido un 65 por ciento
desde 1950, en Burgos se ha reducido un 9 por ciento. A fecha de 1 de
enero de 2017, residen en la provincia 358.056 personas, de los cuales,
el 27 por ciento son inmigrantes (nacionales e internacionales). Además,
casi el 40 por ciento de los nacidos en Burgos ha emigrado desde 1999.
De este modo, el saldo migratorio (la
diferencia entre los que se van y los que llegan) sale negativo. La
población de Burgos pierde 70.783 efectivos y, lo que es más destacado,
dos terceras partes son mujeres (que son las que asientan población) y
los grupos de edad hasta los 50 años son los que más población pierden.
Todo ello se suma a un crecimiento vegetativo negativo (mueren más de
los que nacen), lo que genera “el mayor problema social” que tiene
Burgos y Castilla y León, que se refleja en la economía y el mercado
laboral, ha recordado Calzada.
Visión distorsionada
Si Burgos no hubiese perdido tanta población activa su tasa de paro se ajustaría a la media
Por todo ello, el Boletín de Coyuntura
Económica baja a Burgos de su pedestal. Desde el inicio de la
recuperación económica, en 2014, “la economía burgalesa no es la
campeona nacional en generación de actividad económica y emplea”,
concluye el informe. Está saliendo de la crisis a una velocidad
“muy inferior” a la media nacional, “y en consonancia con el conjunto de
la economía regional. Además, se espera un 2017 más débil,
económicamente hablando. Y los buenos datos de desempleo no son más que
una visión “distorsionada” de la realidad, condicionada por ese grave
problema de pérdida de población.
De hecho, se han realizado dos
simulaciones para conocer cuál sería la tasa de paro de Burgos sin ese
“ajuste” de población, sufrido especialmente desde 1999. Si la
provincia no hubiese perdido un 12,7 por ciento de población activa,
ahora tendría 196.000 activos, y su tasa de paro sería del 18,6 por
ciento, en la media nacional. Y en un planteamiento “más
drástico”, si se incluyese la población emigrada, el número de activos
ascendería a 213.200, y la tasa de paro sería del 25 por ciento, “en el
vagón de cola de España”.
Fuente: BurgosConecta.es