Javier Lacalle culpa al pueblo de lo ocurrido en el entierro de la Sardina
Haciendo uso de una de las muletillas del alcalde Javier Lacalle,
“pues nada nuevo”. El Equipo de Gobierno ha contestado a la petición del
Grupo Socialista, que ponía en cuestión la responsabilidad municipal en el susto de la quema de la sardina. Y lo ha hecho al más puro estilo Lacalle, responsabilizando a cualquiera, menos a sí mismo.
A través de un comunicado, la fórmula en la que se encuentran más
cómodos los miembros del Gobierno municipal, responsabilizan de lo
ocurrido durante el entierro de la Sardina al colectivo que, con mayor o
menor fortuna, organizó las celebraciones de un carnaval del que el
Ayuntamiento lleva años desentendiéndose.
Y aunque es evidente que el responsable siempre es el organizador,
no es menos cierto que la manera en la que Javier Lacalle dirige el
Ayuntamiento es la desencadenante de cualquier despropósito y accidente
que pueda ocurrir.
Tal y como ha denunciado en reiteradas ocasiones Canal 54, las
diferentes áreas del Ayuntamiento de Burgos, en algunos casos como el
que nos ocupa capitaneadas por personas que desconocen por completo la
ley, suelen mirar para otro lado en el ejercicio de sus funciones.
En lo que a la quema de la sardina se refiere, el PSOE pone en
cuestión la mayor, si el organizador no era, directamente, el propio
Ayuntamiento. A mayores, cabe preguntarse si el área de festejos, que
dirige José Antonio Antón, integrada dentro del IMCyT, presidido por
Lorena de la Fuente, cumplió en esta ocasión con todos los trámites
necesarios para obtener la pertinente licencia que permite la
organización de esa actividad.
Y no es extraño dudar de esto, después de saber que Juventud autorizó
el Hangar Market en el Hangar sin seguir el procedimiento legal, que la
Policía Local permitió la celebración de las fiestas universitarias sin
licencia, que deportes consintió el uso del Coliseum en el campeonato
Superenduro sin los informes pertinentes, que San Amaro acoge
competiciones deportivas sin cumplir con los requisitos
higiénico-sanitarios… y una larga lista de etcéteras que resumen una
realidad: Los organizadores asumen una responsabilidad sin que el
Ayuntamiento les exija, y por lo tanto, certifique que se cumple
escrupulosamente con toda la legalidad.
Ahora el alcalde culpa a su pueblo, sin aclarar si cumplió con la
exigencia de todos los requisitos necesarios, en materia de seguridad,
para celebrar la quema de la sardina con todas las garantías.
Fuente: Canal54.es