Grupo Antolín vende Ara, Ardasa y Magnesio, su división de Asientos, a Lear Corporation
La dirección del grupo ha comunicado esta mañana a la plantilla su decisión, que se hará efectiva este semestre
La venta afecta a las plantas Ara, Ardesa y Magnesio, además de a Ingeniería y Desarrollo, con 500 empleados directos
CC.OO. confía en que el cambio de titular se lleve a cabo sin “medidas traumáticas” para la plantilla y que sea para bien
UGT espera que Lear venga con intención de consolidar el negocio, ampliarlo y realizar inversiones
Los rumores se confirman.
Grupo Antolín ha cerrado un acuerdo de venta de su Unidad de Asientos,
de la que forman parte de las empresas burgalesas Ara, Ardasa y
Magnesio, a Lear Corporation. Ambas compañías han anunciado esta mañana
el principio de acuerdo, que se hará efectivo en el primer semestre del
año, tras convocar a sus respectivos comités de empresa para comunicar
la noticia a las plantillas. La operación de venta afectará a
doce centros de producción, dos centros tecnológicos y más de 2.000
trabajadores directos, 500 en Burgos.
Juan Ruiz Crespo, responsable de la
sección de Industria en CC.OO., ha explicado a BurgosConecta que la
confirmación se ha producido a primera hora de la mañana. Grupo Antolín
ha alegado que la Unidad de Asientos es su división más pequeñas (apenas
representa el 6 por ciento del volumen de negocio total), por lo que no tienen ni dimensión ni capacidad suficiente para competir en el mercado mundial,
ha asegurado Ruiz Crespo. Sin embargo, Lear Corporation es líder
mundial en el sector, así que se garantizaría el futuro del negocio de
Antolín.
La venta podría afectar a entre 1.500 y 2.000 trabajadores, directos e indirectos
La decisión de vender la división afectará en Burgos a tres plantas, ARA, Ardasa y Magnesio, así como al área de ingeniería y desarrollo de la unidad,
que se ubica actualmente en la central de Grupo Antolín pero pasará a
las instalaciones de Magnesio. En total, 500 empleados directos, pero la
operación podría afectar a entre 1.500 y 2.000 trabajadores, ha comentado el responsable de CC.OO., a través de empresas auxiliares o subcontratas. Sin embargo, la Unidad de Asientos de Grupo Antolín es mucho más que Burgos.
En el paquete de venta irían las
factorías de Martorel y Vigo (dos en la ciudad gallega), la planta de
Portugal, dos centros de Francia y las factorías de Tánger y República
Checa. Es decir, doce centros de producción, dos centros tecnológicos y
más de 2.000 trabajadores directos. Juan Ruiz Crespo explica que la
venta no se hará efectiva hasta que no se consiga la autorización del Tribunal de la Competencia, si bien la intención de ambas empresas es cerrar el acuerdo a lo largo del primer semestre del año.
Sin medidas “traumáticas”
En principio, la venta no tendría que
poner en peligro los empleos (ni las condiciones laborales) de los
trabajadores de las plantas de Burgos. Se producirá una sucesión de empresas con cambio de titular, así que la plantilla se subrogará, con sus derechos y obligaciones.
“No se esperan medidas traumáticas”, ha afirmado Ruiz Crespo, ya que,
además, todas las plantas cuentan con proyectos de producción en vigor.
Eso sí, la venta abre un nuevo escenario en la renegociación de los
convenios colectivos, “que no tiene que ser ni bueno ni malo,
simplemente es diferente”.
Marijuán lamenta la “falta de confianza” de la empresa para con plantilla y sindicatos
Ara es al que se encontraría en una
situación más “tranquila”, puesto que su convenio colectivo todavía está
vigente. El de Magnesio está asociado al convenio del metal, que se
tiene que negociar, y el de Ardasa está vencido desde el 31 de
diciembre. De todos modos, el responsable de CC.OO. ha recordado que, mientras no se aprueben los nuevos convenios, siguen aplicándose los antiguos.
En el sindicato “confían” en que el acuerdo sirva para garantizar la
viabilidad futura de las empresas y, si no se mejora, que al menos se
mantengan las condiciones de los trabajadores.
Decepcionados
Desde UGT, Ramiro Marijuán se muestra “decepcionado” por la falta de confianza de la empresa en los representantes de los trabajadores y en la propia plantilla.
Se esperaba un poco más de información sobre lo que era “un secreto a
voces”, ya que los trabajadores son los que “han hecho grande Grupo
Antolín”. El secretario de UGT FICA reconoce que, con la venta, los
sindicatos perderán un interlocutor directo y las decisiones ya no se
tomarán en Burgos, lo que siempre mermará la capacidad de influencia y
negociación.
El futuro de las plantillas dependerá de los “intereses” que tenga Lear Corporation,
y UGT espera que vengan a consolidar y ampliar el negocio. Si traen
inversión, será bueno para los trabajadores y para Burgos. De lo
contrario, si optan por “desinvertir”, como ha hecho Antolín, será un
nuevo palo para la economía burgalesa. Marijuán reconoce que no sabrán
las intenciones de Lear hasta que se asiente en Burgos y pasen unos
meses. De momento, las plantillas se subrogarán y seguirán trabajando
como hasta ahora.