Segovia no puede dejar pasar el tren
Desde hace más de dos mes en las más importantes estaciones por las que
transcurre la Línea 102 Madrid-Burgos se están produciendo
concentraciones ciudadanas para exigir la reapertura. En las estaciones y
plazas mayores de Campo de San Pedro y Riaza una voz unánime de gentes
de la comarca pide que el tren pare, que ofrezca servicios, que facilite
la generación de riqueza, que asiente población y que ponga a la
comarca en el mapa ferroviario de nuestro país.
La Plataforma para la Recuperación Tren, en la que se hallan integrados CODINSE y
varios municipios del Nordeste, junto con otras entidades e
instituciones de Burgos y Madrid, no van a cesar en esta demanda, que
consideran justa socialmente y de interés general para todo el país
La vía férrea Madrid-Burgos es la más moderna de España hasta que llegó
el AVE. Además las líneas de alta velocidad sólo sirven para el tráfico
de viajeros, su construcción es costosísima y hasta el momento no se
rentabilizan al necesitar muchísimos más viajeros. A modo de ejemplo La
Madrid-Barcelona trasporta una media de 16.000 viajeros diarios y
precisaría para ello 100.000 y es la más rentable de las construidas. La
fiebre de AVE que ha puesto en el horizonte que todas las capitales
tengan que disponer de este servicio ferroviario ha provocado el
abandono de líneas, que como la nuestra, pueden ser plenamente rentables
bajo criterios sociales y económicos.
Ocho estudios avalan la reapertura.
Los estudios que se vienen realizando desde 2005 arrojan en seis de
ellos resultados siempre positivos para que esta línea funcione como las
demás o mejor, aunque no lo suficientemente aireados. Todos ellos
interpretan en mayor o menor medida el beneficio industrial y social que
genera. El último realizado por la empresa Teirlog, por encargo del
Centro de Transportes de Burgos, recomienda al Gobierno la reapertura,
ofreciendo tres alternativas en cuanto a costos de las inversiones a
realizar: 14 millones, 95 millones y 150 millones. La menos costosa
sería para rehabilitar el túnel de Somosierra y la más cara para
electrificar la línea, lo que permitiría incrementar los convoyes por
encima de los 5000 al año.
Quizás sea más la falta de sentido común lo que mantiene esta línea de
carácter internacional cerrada, pues es de 1968, y actualmente las
mercancías circulan por vías de 1864 (la
Madrid-Ávila-Valladolid-Burgos).
Una vía para descongestionar la carretera
La A1 viene acompañada de un flujo de trasporte de mercancías y
pasajeros que la convierten en la segunda carretera con más
circulaciones de camiones de España. Los servicios de viajeros por
autobús exceden en temporada alta los 120 diarios, lo que supone más de
7.200 viajeros al día. Si contamos los viajeros que utilizan el coche
particular el número asciende a 180.000 personas directamente.
Las políticas ferroviarias de la Unión Europeas apoyan este tipo de líneas
La lucha contra el cambio climático tiene un aliado en el fomento del
transporte por ferrocarril, al ser medio de trasporte de gran densidad
que menos gases de efecto invernadero genera. Intentan homologar y
actualizar la totalidad de la red de las vías convencionales a las
nuevas medidas de seguridad y estándares técnicos impuestos por la UE.
Como por ejemplo ERTMS-2 en toda la red básica europea y que permite la
conducción autónoma de todos los trenes, así como especificaciones para
trenes de mayores longitudes y tonelajes con el objeto de dinamizar la
economía dotando las vías de electrificación y favoreciendo la
duplicación de vías.
La intermodalidad es otro objetivo de la UE, al apostar porque las vías
se rentabilicen al máximo ofreciendo el transporte de viajeros y
mercancías.
Una vía estratégica
La conexión más corta y eficaz desde el norte y Francia hasta Algeciras
pasa por esta vía. El puerto de Bilbao, la Y Vasca , y el paso de Irún
desembocan en Burgos en su dirección hasta Madrid. El puerto de
Algeciras es estratégico no sólo por el altísimo nivel de mercancías;
sino porque es el punto de conexión más importante en el tránsito hasta
el norte de África. En Castilla y León trascurre por dos de los polos
industriales más importantes de nuestra comunidad: Burgos y Aranda de
Duero. Para el Nordeste de Segovia debe ser un revulsivo en la lucha
contra la despoblación, debido a que por situación estratégica
inexorablemente se han de ubicar empresas que desarrollen el tejido
industrial y a la par facilitar el trasporte de viajeros.
Todos juntos reivindicamos la reapertura
La Sierra Norte de Madrid, el Nordeste de Segovia y la provincia de
Burgos desde hace muchos años ha considerado vital esta línea. Estamos
en un nuevo tiempo, la lucha contra el cambio climático está de nuestra
parte, la despoblación rural de nuestros territorios es una evidencia.
Por todo ello no debemos cejar en la reivindicación constante para
reabrir la línea. El pasado día 19 de febrero se reunieron en Burgos
representantes de las cámaras de comercio de las provincias de este eje
central ferroviario (de Bilbao a Algeciras) junto con representantes
políticos de estos territorios. Ejerció de anfitrión el ayuntamiento de
la capital burgalesa; pero tenemos que ser nosotros los que
constantemente mantengamos viva esta justa reivindicación. Tenemos
dudas de que nuestros representantes políticos provinciales estén en
sintonía con nuestros planteamientos; ya que no constatamos un interés
manifiesto de ir conjuntamente con las fuerzas sociales y económicas del
Nordeste de Segovia en pro de conseguir una reapertura de la línea que
debe influir muy positivamente en la generación de riqueza en nuestro
territorio facilitando el asentamiento empresarial así como la facilidad
del desplazamiento de viajeros. Bajo ningún concepto aceptaríamos que
el tren pasara por nuestro territorio y que no tuviera una repercusión
efectiva en él. Una vez más sentiríamos la utilización de nuestro
espacio para la construcción de infraestructuras; pero sin propiciar
los efectos positivos que sí conllevan para otros lugares más lejanos.
Aquí todos somos ciudadanos que habitamos un mismo país.
Adjunto foto: Corresponde a la portada del libro de Paco Cerdá sobre
despoblación, en la imagen la vía Madrid-Burgos en su paso por Campo de
San Pedro.