Los impuestos municipales se podrán pagar prorrateados en nueve meses el próximo año
Á.M / Burgos - sábado, 06 de julio de 2013
A petición del pagano. Los ciudadanos que abonen más de 300 euros al año por IBI, Vehículos, Basuras o vados podrán solicitarlo
Hasta la fecha, los esfuerzos de la Concejalía de Hacienda por poner
orden en las cuentas municipales se han centrado, casi en exclusiva, en
aligerar las montañas de facturas impagadas que había en los cajones del
uno de Plaza Mayor al inicio de la legislatura. El baile de cifras ha
sido constante y cambiante, pero atendiendo a las últimas declaraciones
del alcalde, Javier Lacalle, cabe concluir que la cifra de morosidad con
empresas, colectivos y administraciones podría acercarse en junio de
2011 a los 70 millones de euros.
Después vino el Plan Montoro, la renegociación de todos los contratos municipales, los imperativos legales que generaron ahorro (como los que afectaron a las retribuciones de los funcionarios), un notable incremento de la presión fiscal y la inspección de decenas de vías de ingreso que habían estado, en el mejor de los casos, abandonadas (léase pago de vados, cartelería industrial, locales municipales, la compensación por el Estado del IBI de los colegios...).
Dos años después, el área que dirige Salvador de Foronda presume de haber minorado la deuda en 50 millones y de haber instaurado cierta lógica en el equilibrio financiero que debe mantenerse para no incrementar el déficit. Ahora, pasado el ecuador de la legislatura, toca mirar hacia el ciudadano de a pie y facilitarle la vida, pues en no pocas ocasiones ha sido el pagano de los desequilibrios vía ordenanzas fiscales.
Y precisamente en ese texto es donde hay dos novedades para el Pleno del día 24, que es cuando está previsto aprobarlas. La primera, ya conocida, es la congelación de la tributación, que será la misma en 2014 que en el curso vigente. La segunda es que, al fin, se dará cumplimiento a una vieja promesa que no ha terminado de cuajar en los últimos años: el prorrateo del pago de los impuestos municipales para evitar grandes desembolsos a los ciudadanos.
E sistema
Para ponerlo en práctica se va a introducir un nuevo artículo (el 15 bis) en las citadas normas de la Hacienda local; será la denominada ‘cuenta fácil 9’. Se trata de un sistema de prorrateo que permitirá a todos los contribuyentes que paguen más de 300 euros al año de impuestos locales abonarlos mes a mes entre febrero y octubre. Los conceptos que pueden sumarse hasta rebasar esa cifra son el IBI, Vehículos, Basuras, vados e IAE, así que las empresas también podrán acogerse a esta modalidad de pago. ‘Subirse’ al Plan no supondrá interés de demora siempre y cuando se cumpla con el calendario. Los recibos se girarían cada día uno de mes.
Además de pagar más de 300 euros al año por esos conceptos, será necesario que el contribuyente no tenga deudas vivas con la administración local, domiciliar el pago en una sola cuenta y presentar la solicitud en el Ayuntamiento antes del 1 de diciembre del año en el que se desee acogerse a esta posibilidad. A partir de ese momento, sus impuestos se girarán siempre por este sistema salvo renuncia expresa o prohibición municipal por impago de alguna de las cuotas.
Para calcular el importe de cada ‘letra’, el propio área de Hacienda efectuará una estimación del importe de las cuotas y procederá a destazarlas en nueve plazos. Si existiera un desequilibrio entre la previsión y las obligaciones efectivas de pago, quedaría compensado, en un sentido u otro, con el último de los cobros, en octubre.
‘Win and win’
Así que, tras varios pasos en falso buscando una flexibilidad que evite amargar la primavera (en la que se concentran buena parte de los pagos) al cotizante, De Foronda ha decidido dar el paso hacia una metodología «que nos dará dolores de cabeza, pero que a la larga será muy beneficiosa para todos». Ese «para todos» tiene un sentido, porque el beneficio perseguido es común.
Al ciudadano se le evita tener que aflojar el primer tramo del IBI, Vehículos y Basuras en apenas 60 días (de abril a junio), algo que en el contexto económico actual puede suponer un lastre importante a las economías familiares. Basta comprobar que, como publicó recientemente este periódico, se han devuelto al Ayuntamiento recibos del IBI por valor de 2,4 millones de euros, la mayoría de personas que tenían dificultades para encarar ese desembolso en abril.
Pero ocurre que también sería beneficioso para la economía de la ciudad que se sumaran al plan tantos burgaleses como sea posible. Con el calendario actual, el Ayuntamiento no tiene ingresos reseñables hasta pasado el primer trimestre del año, lo que obliga a dilatar el pago a los proveedores hasta que entra circulante en caja. De esta forma, Hacienda contará con ingresos desde el segundo mes del ejercicio y evitará el daño causado a las empresas por no cumplir en tiempo y forma con sus obligaciones de pago. «Prometí pagar a nuestros proveedores y lo vamos a hacer», zanja el edil.
Fuente: Diario de Burgos
Después vino el Plan Montoro, la renegociación de todos los contratos municipales, los imperativos legales que generaron ahorro (como los que afectaron a las retribuciones de los funcionarios), un notable incremento de la presión fiscal y la inspección de decenas de vías de ingreso que habían estado, en el mejor de los casos, abandonadas (léase pago de vados, cartelería industrial, locales municipales, la compensación por el Estado del IBI de los colegios...).
Dos años después, el área que dirige Salvador de Foronda presume de haber minorado la deuda en 50 millones y de haber instaurado cierta lógica en el equilibrio financiero que debe mantenerse para no incrementar el déficit. Ahora, pasado el ecuador de la legislatura, toca mirar hacia el ciudadano de a pie y facilitarle la vida, pues en no pocas ocasiones ha sido el pagano de los desequilibrios vía ordenanzas fiscales.
Y precisamente en ese texto es donde hay dos novedades para el Pleno del día 24, que es cuando está previsto aprobarlas. La primera, ya conocida, es la congelación de la tributación, que será la misma en 2014 que en el curso vigente. La segunda es que, al fin, se dará cumplimiento a una vieja promesa que no ha terminado de cuajar en los últimos años: el prorrateo del pago de los impuestos municipales para evitar grandes desembolsos a los ciudadanos.
E sistema
Para ponerlo en práctica se va a introducir un nuevo artículo (el 15 bis) en las citadas normas de la Hacienda local; será la denominada ‘cuenta fácil 9’. Se trata de un sistema de prorrateo que permitirá a todos los contribuyentes que paguen más de 300 euros al año de impuestos locales abonarlos mes a mes entre febrero y octubre. Los conceptos que pueden sumarse hasta rebasar esa cifra son el IBI, Vehículos, Basuras, vados e IAE, así que las empresas también podrán acogerse a esta modalidad de pago. ‘Subirse’ al Plan no supondrá interés de demora siempre y cuando se cumpla con el calendario. Los recibos se girarían cada día uno de mes.
Además de pagar más de 300 euros al año por esos conceptos, será necesario que el contribuyente no tenga deudas vivas con la administración local, domiciliar el pago en una sola cuenta y presentar la solicitud en el Ayuntamiento antes del 1 de diciembre del año en el que se desee acogerse a esta posibilidad. A partir de ese momento, sus impuestos se girarán siempre por este sistema salvo renuncia expresa o prohibición municipal por impago de alguna de las cuotas.
Para calcular el importe de cada ‘letra’, el propio área de Hacienda efectuará una estimación del importe de las cuotas y procederá a destazarlas en nueve plazos. Si existiera un desequilibrio entre la previsión y las obligaciones efectivas de pago, quedaría compensado, en un sentido u otro, con el último de los cobros, en octubre.
‘Win and win’
Así que, tras varios pasos en falso buscando una flexibilidad que evite amargar la primavera (en la que se concentran buena parte de los pagos) al cotizante, De Foronda ha decidido dar el paso hacia una metodología «que nos dará dolores de cabeza, pero que a la larga será muy beneficiosa para todos». Ese «para todos» tiene un sentido, porque el beneficio perseguido es común.
Al ciudadano se le evita tener que aflojar el primer tramo del IBI, Vehículos y Basuras en apenas 60 días (de abril a junio), algo que en el contexto económico actual puede suponer un lastre importante a las economías familiares. Basta comprobar que, como publicó recientemente este periódico, se han devuelto al Ayuntamiento recibos del IBI por valor de 2,4 millones de euros, la mayoría de personas que tenían dificultades para encarar ese desembolso en abril.
Pero ocurre que también sería beneficioso para la economía de la ciudad que se sumaran al plan tantos burgaleses como sea posible. Con el calendario actual, el Ayuntamiento no tiene ingresos reseñables hasta pasado el primer trimestre del año, lo que obliga a dilatar el pago a los proveedores hasta que entra circulante en caja. De esta forma, Hacienda contará con ingresos desde el segundo mes del ejercicio y evitará el daño causado a las empresas por no cumplir en tiempo y forma con sus obligaciones de pago. «Prometí pagar a nuestros proveedores y lo vamos a hacer», zanja el edil.
Fuente: Diario de Burgos