La plaza de toros precisó refuerzos de urgencia durante toda la Feria
Á.M / Burgos - lunes, 08 de julio de 2013
Varias actuaciones. La evolución de las estructuras obligó a apuntalar partes de los tendidos en medio del ciclo de este año
Lo supo la UBU, lo supo el Ayuntamiento y lo supo la empresa adjudicataria de la Feria. Por resumir, lo sabían todos menos los miles de aficionados que se sentaron en los ocho tendidos de El Plantío durante la que previsiblemente sea la última feria que ha acogido el histórico coso burgalés. ¿Y qué era eso tan importante como para someterlo a la más estricta discreción? Pues que algunos puntos de la estructura se tuvieron que ir apuntalando conforme se desarrollaba la fiesta porque su comportamiento no era del todo seguro.
La versión comprimida de los hechos arraiga en enero de este año. Fue entonces cuando el funcionario encargado de decretar la seguridad de la plaza se negó a firmar el certificado entendiendo que no era seguro llenar los tendidos de aficionados por el elevado nivel de corrosión de los materiales y la consecuente fatiga de la estructura, carcomida por el impacto de cuatro décadas de inviernos sin un triste sumidero de agua.
La maquinaria que se puso en marcha entonces para salvar el ciclo sampedrero es sobradamente conocida, siendo lo más destacado la contratación, a través de la Fundación de la Universidad de Burgos, de un grupo de expertos (todos doctores y profesores titulares especializados en materiales, estructuras y edificación) para diagnosticar, sin paliativos, el estado real de El Plantío.
Sus conclusiones fueron claras: la plaza está muy dañada y podría soportar una Feria más realizando apuntalamientos y refuerzos en puntos clave, pero a partir de entonces se deberá cerrar porque, salvo que se ejecute una inversión de tres millones de euros para consolidar únicamente la estructura, meter allí a la gente sería una temeridad.
El Ejecutivo de Javier Lacalle tomó nota y dos decisiones: acometer las mejoras para no dejar a la ciudad sin toros en 2013 y buscar en la iniciativa privada a un inversor dispuesto a pagar los 15 millones de euros que costará la nueva en ‘modo Arena’.
Los chivatos
Pero aún así, y dado que había elementos degradados hasta su práctica desaparición (caso de algunos aceros de los intestinos de la estructura), la UBU propuso, y el Ayuntamiento aceptó, que se monitorizara la plaza para estudiar en tiempo real su comportamiento durante los festejos. Suena duro, pero la cuestión era sencilla: saber qué está pasando en cada momento por si había que clausurar la plaza.
Esto, lejos de ocultarse, se anunció como un refuerzo de la seguridad para que los aficionados tuvieran la certeza de que sus posaderas aterrizaban en tierra firme. Y así fue entendido. Y así se hizo. Terminada la Feria, llega el momento de conocer las conclusiones de la UBU y el informe subsidiario de esos estudios. Habrá una versión extendida, pero ya se ha emitido un avance que ratifica que, o se acomete una gran inversión de consolidación, o El Plantío difícilmente podrá volver a usarse.
Así, la UBU ratifica que se detectaron incidencias en diversos puntos de la estructura que obligaron a intervenir al retén que la empresa adjudicataria de las mejoras, Construcciones Ortega, tuvo de guardia en El Plantío de forma constante. A cuenta de las mediciones aforadas por los instrumentos de monitorización se fueron tomando las decisiones oportunas para subsanar los problemas que iban surgiendo, llegando incluso a tener que apuntalar o reforzar partes de algunos tendidos.
Estas obras se realizaron siempre por la mañana, de forma que pasaron desapercibidas para los aficionados, pero sí fueron comunicadas a todas las partes implicadas. No obstante, los técnicos que vigilaban el coso también hicieron hincapié en que, en su mayoría, los refuerzos sí funcionaron bien y en que los problemas no llegaron a ser lo suficientemente graves como para tomar medidas más drásticas.
Las lecturas de las cargas y descargas de los tendidos se hicieron todos los días tanto por las mañanas como durante la celebración de los espectáculos. Además, los días 27 y 28 (previos a la apertura de puertas) se volvieron a revisar uno por uno todos los refuerzos llevados a cabo en las semanas anteriores, al tiempo que se instalaban los ‘chivatos’ para medir las variaciones de la estructura.
A falta del informe definitivo, lo que sí se sabe ya es que si bien el conjunto se comportó mayoritariamente bien, se detectaron problemas que obligaron a acometer refuerzos durante la celebración de los festejos. La previsión de la UBU, que vaticinó un deterioro exponencial del conjunto en los próximos meses, se ha ido ratificando. Ahora es la parte política la que tiene que tomar decisiones. La oposición pide una restauración de El Plantío. El Ejecutivo local considera inútil una inversión de varios millones «para usar la plaza 5 días al año»
Fuente: Diario de Burgos