jueves, 18 de septiembre de 2025

TODOS CON GAZA

 

300 personas se concentran en Burgos en apoyo a Palestina


La Plaza Mayor ha sido el escenario una concentración en apoyo al pueblo palestino. Muchos de los asistentes portaban banderas del estado y pancartas que pedían el cese de la guerra y el boicot internacional a Israel

Unos 300 burgaleses han secundado este jueves la convocatoria de la plataforma Burgos con Palestina y se han concentrado en la Plaza Mayor para decir basta a la guerra de Israel en Gaza.

Los asistentes portaban banderas palestinas y coreaban consignas en contra de del genocidio y por el cese del conflicto en la Franja.
Fuente: Diario de Burgos


domingo, 14 de septiembre de 2025

TODO VALE

 

Un mosaico roto de promesas


Entre baldosas desiguales, columpios envejecidos, goteras interminables y casas que se caen a pedazos, 


El barrio de Gamonal no necesita discursos grandilocuentes ni proyectos de escaparate, sino algo mucho más simple:mantenimiento. Mantenimiento en sus calles, en sus plazas, en sus parques. Mantenimiento, cuidado y compromiso político. Sin embargo, lo que muestran sus aceras, edificios y espacios comunes es un paisaje que habla más de abandono que de atención.

Pasear por Gamonal es encontrarse con un rompecabezas urbano donde las piezas nunca terminan de encajar.Baldosas de «veinte» tipos distintos, colocadas sin criterio, unas rotas, otras levantadas. Un suelo en el que cada paso recuerda a los vecinos la falta de planificación y el desinterés institucional. Ángel Alonso, el presidente del Consejo de Barrio, lo resume con claridad:«Lo lógico es que levanten el suelo y se coloquen las baldosas en condiciones». Pero esa lógica nunca parece alcanzar a quienes gestionan la ciudad.La imagen que transmiten las calles no es solo de descuido estético, sino de una fractura más profunda: la de un barrio que se siente olvidado.

Hubo un tiempo en que la Casa de Cultura era el corazón social de Gamonal. Allí se reunían mayores para jugar a las cartas, jóvenes para socializar, familias que encontraban un espacio común. Incluso se vendían las entradas para el teatro, dando vida a la oferta cultural.Hoy, sin embargo, ese latido se ha apagado. El bar que fue punto de encuentro permanece cerrado. Las salas, vacías. Y la sensación de abandono pesa como una losa sobre un edificio que debería ser el motor de actividad.«Está desaprovechada», repiten los vecinos con resignación, conscientes de que la decadencia de la Casa de Cultura simboliza también la pérdida de comunidad.

La plaza Roma es el ejemplo más claro de una política que prioriza lo vistoso frente a lo necesario. Allí se instaló un parque de calistenia, mientras que el parque infantil colindante languidece con los años. Columpios envejecidos, suelos de caucho levantados, cemento deteriorado... un escenario que en lugar de invitar al juego entraña riesgos de caídas y accidentes.Los vecinos lo dicen sin rodeos: «El parque de los niños era prioritario al de calistenia». Y añaden con firmeza: «Antes de grandes proyectos, primero hay que tener todo en condiciones en los barrios». La falta de tejavanas que protejan a los más pequeños del sol o la lluvia es otra de esas demandas tan sencillas como ignoradas. Lo que más indigna es la promesa incumplida. «Daniel de la Rosa nos dijo que lo iban a cambiar, y sigue igual», recuerdan, con la amarga certeza de que las palabras de los políticos se evaporan con la misma rapidez con la que llegan las fiestas patronales. «Solo los vemos el día de San Antón y en las Candelas», denuncia Ángel.

En la Plaza Santiago el tiempo parece avanzar más rápido. Hace apenas cuatro o cinco años se realizaron obras, pero hoy la plaza muestra baches, rajas y ondulaciones que dejan pasar el agua de la lluvia, provocando unas goteras en el aparcamiento subterráneo que se prolongan desde hace más de una década. Un perímetro vallado intenta ocultar lo evidente: el fracaso de una intervención pública que nació mal ejecutada. «No son grietas de dilatación, es mala obra. El Ayuntamiento cogió el proyecto y no entiendo cómo lo hicieron en estas condiciones», critican los vecinos. El resultado es una plaza que se deshace, como metáfora de una gestión que no aguanta ni el paso de unas pocas temporadas.

La plaza Roma es el ejemplo más claro de una política que prioriza lo vistoso frente a lo necesario. Allí se instaló un parque de calistenia, mientras que el parque infantil colindante languidece con los años. Columpios envejecidos, suelos de caucho levantados, cemento deteriorado... un escenario que en lugar de invitar al juego entraña riesgos de caídas y accidentes.Los vecinos lo dicen sin rodeos: «El parque de los niños era prioritario al de calistenia». Y añaden con firmeza: «Antes de grandes proyectos, primero hay que tener todo en condiciones en los barrios». La falta de tejavanas que protejan a los más pequeños del sol o la lluvia es otra de esas demandas tan sencillas como ignoradas. Lo que más indigna es la promesa incumplida. «Daniel de la Rosa nos dijo que lo iban a cambiar, y sigue igual», recuerdan, con la amarga certeza de que las palabras de los políticos se evaporan con la misma rapidez con la que llegan las fiestas patronales. «Solo los vemos el día de San Antón y en las Candelas», denuncia Ángel.

En la Plaza Santiago el tiempo parece avanzar más rápido. Hace apenas cuatro o cinco años se realizaron obras, pero hoy la plaza muestra baches, rajas y ondulaciones que dejan pasar el agua de la lluvia, provocando unas goteras en el aparcamiento subterráneo que se prolongan desde hace más de una década. Un perímetro vallado intenta ocultar lo evidente: el fracaso de una intervención pública que nació mal ejecutada. «No son grietas de dilatación, es mala obra. El Ayuntamiento cogió el proyecto y no entiendo cómo lo hicieron en estas condiciones», critican los vecinos. El resultado es una plaza que se deshace, como metáfora de una gestión que no aguanta ni el paso de unas pocas temporadas.


En el parque Juan XXIII, dos grandes pérgolas ofrecen un respiro del calor estival. Son bonitas, imponentes, pero apenas cumplen con su función. Los vecinos piden desde hace tiempo que las mamparas de metacrilato se prolonguen hasta arriba para proteger también de la lluvia. Pero, una década después de su instalación, lo único que crece es el deterioro: pilares oxidados, planchas rotas y cubiertas tan sucias que apenas dejan pasar la luz. La frondosa vegetación sin podar que corona la estructura termina por reforzar una sensación de abandono.

Hay un rincón en Gamonal que ni siquiera tiene nombre. Una calle entre dos bloques de viviendas, a la altura de Alfonso XI, que nunca ha sido urbanizada. Ni asfalto, ni portal, ni atención en cuarenta años. Allí los boquetes se transforman en charcos cada vez que llueve, recordando a los vecinos que hay lugares en el barrio que no existen para el Ayuntamiento, a pesar de ser privado. El tiempo detenido en esa calle invisible es una herida simbólica: ¿Cómo puede un espacio urbano permanecer intacto durante cuatro décadas, mientras a su alrededor la ciudad avanza?

En el parque Juan XXIII, dos grandes pérgolas ofrecen un respiro del calor estival. Son bonitas, imponentes, pero apenas cumplen con su función. Los vecinos piden desde hace tiempo que las mamparas de metacrilato se prolonguen hasta arriba para proteger también de la lluvia. Pero, una década después de su instalación, lo único que crece es el deterioro: pilares oxidados, planchas rotas y cubiertas tan sucias que apenas dejan pasar la luz. La frondosa vegetación sin podar que corona la estructura termina por reforzar una sensación de abandono.

Hay un rincón en Gamonal que ni siquiera tiene nombre. Una calle entre dos bloques de viviendas, a la altura de Alfonso XI, que nunca ha sido urbanizada. Ni asfalto, ni portal, ni atención en cuarenta años. Allí los boquetes se transforman en charcos cada vez que llueve, recordando a los vecinos que hay lugares en el barrio que no existen para el Ayuntamiento, a pesar de ser privado. El tiempo detenido en esa calle invisible es una herida simbólica: ¿Cómo puede un espacio urbano permanecer intacto durante cuatro décadas, mientras a su alrededor la ciudad avanza?

Fuente: Diario de Burgos



jueves, 4 de septiembre de 2025

YA VALE DE TOMAR EL PELO AL CIUDADANO

 

Tensión entre varias calles de Burgos y el Ayuntamiento por la limpieza de los espacios particulares de uso público

La plaza particular entre Sáez Alvarado, Poza, Huelva y Córdoba es un espacio privado de uso público que el Consistorio y los vecinos deben de mantener aseado y arrugarlo

Los vecinos de varias calles de la ciudad de Burgos: la calle Huelva, Córdoba, Esteban Sáez Alvarado y carretera de Poza, están cansados de sufrir la falta de limpieza del entorno más próximo a sus casas. Han colocado en los portales un escrito en el que se quejan de la respuesta dada por el Servicio de Atención Ciudadana 010 ante la queja presentada días atrás por el estado de la plaza.

El estado de abandono que sufre esta zona de la ciudad, dicen, «es provocado por la falta de riego y mantenimiento del césped, la ausencia de poda en los árboles y la falta de riego de estos» que ha provocado que algunos de los ejemplares que están en el entorno «se hayan secado». Al menos, eso es lo que dicen en la carta que está colocada para conocimiento de los residentes en los portales.

La respuesta del 010

La queja ante el 010 del Ayuntamiento de Burgos, lejos de dar una solución a este problema, les ha creado aún más malestar. En su respuesta, este servicio público del consultorio burgalés les ha contestado que «se trata de una plaza de titularidad registrada como privada, por lo cual el mantenimiento debe realizarlo el titular del suelo y no los servicios municipales».

«Se trata de una plaza de titularidad registrada como privada, por lo cual el mantenimiento debe realizarlo el titular del suelo y no los servicios municipales»

Respuesta del 010 del Ayuntamiento de Burgos

Aclaran en este escrito que, conforme a esta respuesta, debieran de ser los propios vecinos «los responsables de hacerse cargo del mantenimiento de una zona que, pese a ser privada», la disfrutan todos los burgaleses.

Conflicto por la limpieza de una plaza particular de uso público


Sentencia

Aseguran los vecinos que una sentencia del año 2021 dice que «el Ayuntamiento de Burgos es responsable del arreglo y mantenimiento de la plaza y su obligación es mantenerla en perfectas condiciones», por lo cual, urgen al Consistorio, y en concreto al área de Medio Ambiente y los servicios de limpieza, a mantenerla en perfectas condiciones porque es el Ayuntamiento el responsable de su arreglo. En concreto, dicen que la obligación del Ayuntamiento, al menos, es mantenerla limpia. Aseguran que «el deterioro irá a más si nadie hace nada».

Eras de Gamonal

Por su parte, la asociación de vecinos Eras de Gamonal se ha sumado a la reivindicación de estas calles y exige al Ayuntamiento que tome medidas rápidas y urgentes para la mejora de este entorno del barrio de Gamonal que, al estar apartado un tanto del centro del barrio, tiene los servicios necesarios para su conservación.

Recientemente, el Procurador del Común emitía una resolución en la que instaba al Ayuntamiento a promover la colaboración con los propietarios para el mantenimiento, limpieza, conservación y mejora de estos espacios privados de uso público. La realidad es que en Burgos existen varias zonas con estas características que están en un estado mejorable.

La responsabilidad del Ayuntamiento

Según en el área de Medio Ambiente y la Gerencia de Urbanismo y el texto del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), los gastos de conservación de estas zonas son por cuenta de los propietarios. Sin embargo, el Procurador del Común ha instado a que el Ayuntamiento colabore, especialmente cuando el suelo es de uso público, habitual e históricamente así ha sido.

También el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León emitió en su día una sentencia en la que reconocía que estos lugares son «pasos de servidumbre para el uso público» y el Ayuntamiento es el que tendría la función de garantizar tanto la seguridad como la limpieza como el decoro y el mantenimiento de esas zonas.

Fuente: Burgosconecta.com