domingo, 24 de octubre de 2021

NO SE PUEDE HABLAR SIN PRUEBAS

La sed de venganza de Daniel de la Rosa podría costarle una denuncia por injurias

Daniel de la Rosa Balance Legislatura (Junio 2021)


No es la primera vez que el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, muestra su inquina a través de sus acciones, y en esta casa hemos dado cumplida cuenta de ello incluso mostrando documentos. Pero la sed de venganza de Daniel de la Rosa contra Julio Rodríguez-Vigil le llevó a dar un paso muy delicado para cualquier persona pero mucho más para un alcalde

Y es que, el primer edil acusó públicamente al exconcejal de licencias de haber cometido una irregularidad para, minutos después de tirar la piedra, esconder la mano. De la Rosa corrió rápidamente a las faldas de Míchel Méndez Pozo, ese señor con el que se fotografía día sí día también, para que publicase en su periódico que el citado exconcejal había quitado documentos de un expediente. Un hecho que suena muy grave en muchísimos sentidos, pero que no debe serlo tanto si cuando el alcalde se entera, lo primero que hace es contárselo a un medio de comunicación, en lugar de acudir a la justicia. Es más, horas después, el alcalde de la ciudad, en declaraciones a BurgosConecta, afirmaba que «no tienen pruebas evidentes de que haya habido una causa fundada para hablar de delito». No lo dice cualquier persona opinando de las cosas, lo dice el mismo señor que llamó a Diario de Burgos y entregó un correo electrónico de una funcionaria municipal acusando a Rodríguez-Vigil.

Y aquí no hay ninguna duda. Un correo electrónico tiene dos protagonistas, quien lo envía y quien lo recibe y ante esto, solo ambos son poseedores del mismo y de enviárselo a su vez aun tercero, en este caso Diario de Burgos, que afirma haber tenido acceso al mismo.

Si el alcalde no tiene evidencias de lo que dice ¿para qué lo hace público? Solo existe una finalidad, menoscabar la credibilidad del concejal Rodríguez-Vigil y chantajearlo para que entregue su acta.

Porque las acusaciones son de tal gravedad, que de ser ciertas la forma de actuar de un alcande (la de cualquier persona también, pero sobre todo la de un alcalde) es la siguiente: Primero se acude a los tribunales a presentar la denuncia y a continuación se convoca a TODOS los medios de comunicación para dar cuenta de la situación, exponiéndose a las preguntas y dudas que puedan tener sobre el caso.

Lo que ocurre es que si el plan era manchar la imagen de un concejal, cosa que el PSOE y Diario de Burgos no es la primera vez que hacen sin pruebas, una rueda de prensa no tiene ningún sentido puesto que no se puede contestar ni una sola pregunta.

Y aquí es donde la tortilla puede darse la vuelta porque la intención de Daniel de la Rosa con esa acusación es clara y evidente: hacer daño, enturbiar, manchar la imagen de una persona, todo ello, según el propio alcalde, «sin pruebas evidentes». Esto abre la puerta a una posible denuncia por injurias seguidas de la búsqueda de un argumento para intentar denunciar al edil por prevaricación. Fíjense la maldad, primero le acusa públicamente y después encarga saber si ha hecho algo delectivo o no.

Es el modus operandi de un Daniel de la Rosa, que hace unos años acudió a la primera sesión de una Comisión de Investigación, la de las famosas dietas de Fernando Gómez, y antes de que la propia comisión arrancase ya leyó sus conclusiones al respecto.

Fuente: canal54.es