Los sectores afectados por el pasaporte covid en Burgos aplauden su posible implantación
Hostelería y albergues ven con buenos ojos su puesta en marcha para no limitar sus negocios, aunque reconocen que acarrearía un mayor desembolso económico y problemas organizativo
Llaves, cartera, bufanda, móvil, mascarilla... y dentro de poco el papelito del pasaporte covid si uno no es ducho en eso de la tecnología. Todos esos elementos se empezarán a coger dentro de poco al salir de casa. Todo indica que dentro de unos días, a partir del 9 de diciembre, el pasaporte covid será obligatorio para acceder a diferentes locales en Burgos.
Todo apunta a que la Junta retomará la «herramienta» del pasaporte covid para frenar la transmisión del virus en esta sexta ola, una semana después de que decidiera dar un impulso a la vacunación de personas no inmunizadas y del pinchazo de la tercera dosis, priorizando a los mayores de 60 años y al personal sanitario y sociosanitario. Los expertos coinciden en que la implantación del pasaporte covid tendrá un efecto de movilización de las personas que hasta el momento han optado por no vacunarse y que pueden cambiar de opinión ante las restricciones de entrada en locales e instalaciones.
« El Tribunal Supremo crea jurisprudencia y eso nos da más facilidad», ha apuntado el portavoz de la Junta. Igea ha confirmado que la regulación de esta medida que abordará la Junta el jueves 9 será «con todas las posibilidades que la sentencia del Supremo contempla en el País Vasco».
El Alto Tribunal ha dado la vuelta a la sentencia de Tribunal Superior de Justicia (TSJ) del País Vasco, que falló contra la obligatoriedad de tener que presentar el certificado de vacunación para entrar en restaurantes con capacidad para más de 50 comensales ni en discotecas, salas de baile, salas de fiesta con espectáculo, bares musicales ni karaokes, como planteaba el Gobierno de la comunidad vecina.
Muchas preguntas
Y a falta de conocer muchos detalles, los implicados en esa decisión aplauden esa decisión aunque aún tienen muchas preguntas sin resolver y que afectarían directamente a sus negocios.
Ese pasaporte covid a la vasca genera ya muchas dudas en Burgos, pero «s i sirve para que no limiten aforos o nos vuelvan a cerrar, bienvenido sea», apuntan hosteleros de la ciudad. «En las últimas semanas he estado en París y para entrar en las cafeterías me han pedido el pasaporte covid. Claro que eso es mejor a que nos cierren», afirma Alicia García López, del restaurante La Favorita.
Una solución momentánea en esta sexta ola, pero que acarrearía «problemas organizativos». « Evidentemente vamos a tener que destinar a una persona solo para controlar a los clientes que entren. Vamos a tener que hacer de policías otra vez y eso siempre trae problemas», continúa García López.
En la misma situación se encuentran en el gastrobar Norte. Afirman que si el pasaporte evita otras decisiones más drásticas, lo apoyarán, aunque saben las posibles consecuencias negativas. « Haber hecho cumplir el aforo y la colocación de la mascarilla nos ha hecho perder clientes. Con esto será similar. Es todo muy complejo», recalcan tras hacer hincapié en los problemas organizativos dentro del establecimiento hostelero.
Unas cuestiones que se añaden a preguntas aún sin respuesta de cómo va a ser ese control o qué pasa si un trabajador no está vacunado.
Más satisfacción se ha palpado en los albergues. « Es algo que pedimos hace semanas. Vamos a estar más seguros todos y es muy necesario», agrega el presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Burgos, Jesús Aguirre.
Fuente: burgosconecta,com
