Los viajes en coche oficial ya desataron un conflicto con Personal en 2008
Á.M. / Burgos - martes, 05 de febrero de 2013
Ibáñez y Braceras fueron, junto a un funcionario, a un partido de fútbol a Madrid invitados por Philips. La ausencia del empleado provocó una discusión a nivel interno que no trascendió. Conde reconoce la situación e Ibáñez, el viaje
El serial abierto sobre un presunto uso irregular de los vehículos oficiales del Ayuntamiento por parte de los concejales Ángel Ibáñez y Santiago González Braceras no era desconocido en el seno del equipo de Gobierno. No al menos en la anterior legislatura, cuando un viaje para asistir al fútbol por invitación de una empresa potencial suministradora de material eléctrico a la ciudad generó un roce interno bastante serio.
Fue IU quien, en el día de ayer, desveló que el área de Personal conocían la existencia de estos presuntos viajes ya que en al menos una ocasión hubo funcionarios que se subieron al coche con Ibáñez y Braceras. Sin embargo, IU apuntaba a un posible ocultamiento por parte de la Concejalía dirigida entonces por Gema Conde, pero los hechos, que son conocidos también por el PSOE desde hace días, no responden exactamente a un caso de ocultación premeditada de una práctica que se ha negado por activa y por pasiva en los últimos meses de forma redundante.
Según ha podido constatar este periódico, el polémico viaje aconteció en otoño-invierno de 2008. El área de Ingeniería Industrial recibió la invitación de una empresa de la que el Ayuntamiento era potencial cliente para asistir a un partido de fútbol en Madrid. Dicho ofrecimiento fue trasladado (no está claro si directamente o por parte del funcionario) al responsable político del área, Santiago González Braceras, que lo era al tiempo de Tracción Mecánica y, por tanto, el encargado de revisar el uso de los coches oficiales y el trabajo de los conductores.
La respuesta a la invitación fue positiva y acudieron 3 personas: el funcionario -que a este periódico se lo niega porque dice que «no hay constancia»- y González Braceras e Ibáñez. Hasta ahí, todo en orden para los aludidos. Pero sucedió que el área de Personal tuvo conocimiento de que el trabajador se había ausentado y, tras interesarse por el motivo, trascendió que estaba en Madrid con los dos ediles para asistir al evento en cuestión. Y más concretamente, en el estadio Santiago Bernabéu.
la tensión. Fue en ese momento cuando desde Personal se pidieron explicaciones. Las consecuencias fueron dos. Por un lado, el funcionario presentó algún tipo de justificación que, hasta donde sabe este periódico, no fue que estaba en el fútbol con Ibáñez y Braceras. Por el otro, en el seno del equipo de Gobierno, y con un compañero de filas con mando en plaza como testigo, se produjo un roce entre Conde e Ibáñez. De lo que se dijeron o no y de las explicaciones dadas poco se sabe.
Entre otras cosas porque la propia Conde asume que el conflicto existió por los motivos aquí expuestos, pero declina hacer valoraciones de lo que sucedió o concretar cómo se ventiló el capítulo. Lo que no niega es que los hechos se produjeron y que han permanecido ‘barridos en casa’ hasta que recientemente la oposición ha comenzado a tener un conocimiento más o menos aproximado a los hechos que aquí se relatan. También hay quien sitúa en ese momento el inicio de la tensa relación entre ambos que acabó con Conde dejando el equipo de Gobierno rumbo al Congreso, pero eso es otra historia.
Preguntado al respecto de estos hechos, Ibáñez reconoce que el viaje se hizo, su presencia, la del funcionario, la de Braceras y «con Phillips». Esto es, invitados por el fabricante de productos eléctricos. Eso sí, puntualiza que «aunque no recuerdo a qué, estoy seguro de que no fuimos ex profeso al fútbol, algo más haríamos»
IU asegura que a Braceras sí le lavaban el coche.
El «decretazo» con el que IU considera que ha sido creado el libro que registrará el uso de los coches oficiales es una «salida orquestada por el alcalde» que «no le exime ni a él ni al resto de los concejales» de conocer el presunto uso irregular que los concejales Santiago González Braceras y Ángel Ibáñez hicieron durante años, según sostiene el PSOE, de los vehículos municipales (con conductor) para fines particulares.
A juicio del concejal Raúl Salinero, la reacción convierte a quienes supuestamente conocen los hecho en «cómplices de estas corruptelas y de la destrucción de documento público». Tal y como publicó este periódico, y contradiciendo la versión dada con anterioridad por el propio alcalde, Javier Lacalle, González Braceras reconoció que existían partes de dichos usos en la sección de Ingeniería Industrial y que él mismo destruyó todos los anteriores al último año, sin que se haya aclarado quién y por qué tomó la decisión de hacerlo así.
Pero IU va más allá y asegura tajantemente tener pruebas testimoniales variadas que ratificarían que lo insinuado por el edil socialista Antonio Fernández Santos en un Pleno «es cierto». El concejal ‘popular’ negó haber dado orden alguna de que los trabajadores de tracción mecánica le lavaran el coche, pero desde IU «afirmamos que mintió» ya que «según varias fuentes, al menos una vez al mes el concejal llevaba su vehículo particular para que fuera lavado, algo que se ha repetido durante años». Por eso piden «que se abra una investigación» que recopile esos testimonios y se estime el coste de ese «uso irregular de lo público». La acusación de Fernández Santos alcanzaba también a familiares de González Braceras.
Fuente: Diario de Burgos