El Partido Popular castiga el trabajo en el Ayuntamiento de Burgos
El Partido Popular ha elegido, por fin, a la persona que encabezará la candidatura de su formación a las elecciones del próximo mes de mayo. Será, finalmente, Cristina Ayala, quien ocupe el puesto para el que estaba llamada Carolina Blasco, no solo por estar en el lugar y el sitio adecuado, sino por el trabajo realizado.
El Comité Electoral, o lo que es lo mismo, los Javier Lacalle, Borja Suárez, Ángel Ibáñez, César Rico o Alejandro Vázquez, han decidido que de nada vale esforzarse, trabajar y capitanear un barco que se dejó a la deriva un año después de las pasadas elecciones.
Fue precisamente Javier Lacalle quien tiró la piedra y escondió la mano, abandonando el Grupo Municipal Popular y dejando al frente a su número 2, Carolina Blasco, que tuvo que lidiar con un equipo que no conformó ella misma y levantar unos resultados que, con el exalcalde, había caído a sus mínimos históricos.
Y lo hizo, vaya si lo hizo. La de Blasco ha sido una oposición dura, pero sobre todo, legal. Centrada en el cumplimiento de las normas, amparada en órganos de aspecto normativo para poner coto a los atajos de Daniel de la Rosa. Tal fue la oposición que se convirtió en la peor pesadilla del propio alcalde y de su segundo de abordo, Vicente Marañón.
Mientras, en el Partido Popular, hacían otros números, a saber cuáles: Una oposición fuerte, sumada a los resultados óptimos en las encuestas y junto con el temor de sus adversarios, para el Partido Popular era una ecuación que no cuadraba.
Blasco dice adiós a la candidatura sin primarias ni debate alguno, y lo hace con unas encuestas que, en su última medición, le daban al Partido Popular 12 concejales. Ese es el nuevo suelo del PP. Todo lo que sea conseguir menos de 12 concejales será un fracaso, pero no un fracaso de la candidata, sino de los nombres anteriormente mencionados.
Fuente: Canal54.es
