Ana Moreno, presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos
H. Jiménez / Burgos
Damos por hecho que usted, como presidenta de los vecinos, se centraría en los barrios. Así, a bote pronto, ¿qué se le ocurre como urgente?
Pues comunicar correctamente los barrios que están alejados. Darles buen servicio de autobús para que tengan buen acceso y dotarles de servicios imprescindibles como centros sociales o centros cívicos o como los queramos denominar, para relacionarse, hacer actividades...
¿Está pensando en casos concretos?
Pues centros sociales lo tienen todos o casi todos, pero en la cuestión de los autobuses por ejemplo Villafría, Cortes y Villatoro tienen líneas insuficientes o con malos horarios, y es importante una buena comunicación con el resto de la ciudad.
¿Cuál es el problema más urgente de todos?
Lo inmediato es el paro creciente, sobre todo entre los jóvenes. Y que los empresarios no se deciden a llamarles a trabajar con un contrato más o menos decente y poniéndoles al día. Y otra cuestión es que el hospital no se quiera hacer público totalmente para que todo el mundo tenga acceso igual al a sanidad.
¿Qué cambiaría en la actual concepción de la participación ciudadana?
Haría que las asociaciones vecinales tuviera más peso, que se las escuchara más, que se aceptara lo que ellas proponen, que se debatiera de verdad con los representantes vecinales, porque en el fondo ellos son los que conocen las zonas donde están. En una asociación hay todo tipo de vecinos, así que te transmiten sus visiones y opiniones sobre cualquier cosa.
¿No sería peligroso gobernar a golpe de reclamación vecinal?
Por supuesto. Pero la cuestión es que el Ayuntamiento debería escuchar primero y luego actuar. Contar con las asociaciones desde el principio, cosa que no está haciendo ahora. Ahora llega con una idea ya hecha y te dice: ¿qué te parece esto que te vamos a hacer en tu casa? Incluso a veces les acaba dando igual lo que opines, así que no sabes para qué te han preguntado.
¿Cómo desarrollaría su relación con la Federación de Vecinos? ¿Qué cambiaría respecto al funcionamiento actual?
Tiene que ser una relación más fluida con el Ayuntamiento. Y claro, yo creo que deben tenerse en cuenta más sus opiniones. Ahora tenemos a la concejala de Participación Ciudadana, que hasta ahora ha sido Pilar Martínez Ferrero, y que a mi juicio no se ha esmerado mucho con la Federación. Es que hay que contar también con los que te llevan la contraria, es a esos a los que hay que apaciguar.
¿Continuaría con las peatonalizaciones?
Pues quizás sí o quizás no...
Parece usted gallega
No, es que habría que ver qué conlleva esa peatonalización. Claro, no se puede hacer todo de repente y crear problemas de circulación, problemas a los vecinos porque no pueden acceder o transitar, porque se la considera especial... En definitiva, crear problemas a todo el mundo por no haber sido riguroso planificando. Antes de cerrar algunas calles hay que pensar por dónde se va a dar salida a otros.
¿Qué haría con la oferta cultural de la ciudad? ¿Hacia dónde habría que orientarla?
Pues también hacia los jóvenes. Pensando en ellos. Muchas veces se programan eventos que no les motivan. Traemos actuaciones, música, teatro, danza... Pero en el fondo a muchos de ellos no les llega. También hay otro cupo de gente, los mayores, que necesitarían otro tipo de cultura.
¿Usted pondría un único concejal para todos los barrios o mantendría la figura de los delegados actuales?
Si pasamos a ser gran ciudad habrá que dividir la ciudad en distritos y que cada uno se ocupe de una zona. La figura del concejal delegado hasta ahora ha sido eso, una figura para decorar, como si no existiera, al menos en muchos barrios.
Pues comunicar correctamente los barrios que están alejados. Darles buen servicio de autobús para que tengan buen acceso y dotarles de servicios imprescindibles como centros sociales o centros cívicos o como los queramos denominar, para relacionarse, hacer actividades...
¿Está pensando en casos concretos?
Pues centros sociales lo tienen todos o casi todos, pero en la cuestión de los autobuses por ejemplo Villafría, Cortes y Villatoro tienen líneas insuficientes o con malos horarios, y es importante una buena comunicación con el resto de la ciudad.
¿Cuál es el problema más urgente de todos?
Lo inmediato es el paro creciente, sobre todo entre los jóvenes. Y que los empresarios no se deciden a llamarles a trabajar con un contrato más o menos decente y poniéndoles al día. Y otra cuestión es que el hospital no se quiera hacer público totalmente para que todo el mundo tenga acceso igual al a sanidad.
¿Qué cambiaría en la actual concepción de la participación ciudadana?
Haría que las asociaciones vecinales tuviera más peso, que se las escuchara más, que se aceptara lo que ellas proponen, que se debatiera de verdad con los representantes vecinales, porque en el fondo ellos son los que conocen las zonas donde están. En una asociación hay todo tipo de vecinos, así que te transmiten sus visiones y opiniones sobre cualquier cosa.
¿No sería peligroso gobernar a golpe de reclamación vecinal?
Por supuesto. Pero la cuestión es que el Ayuntamiento debería escuchar primero y luego actuar. Contar con las asociaciones desde el principio, cosa que no está haciendo ahora. Ahora llega con una idea ya hecha y te dice: ¿qué te parece esto que te vamos a hacer en tu casa? Incluso a veces les acaba dando igual lo que opines, así que no sabes para qué te han preguntado.
¿Cómo desarrollaría su relación con la Federación de Vecinos? ¿Qué cambiaría respecto al funcionamiento actual?
Tiene que ser una relación más fluida con el Ayuntamiento. Y claro, yo creo que deben tenerse en cuenta más sus opiniones. Ahora tenemos a la concejala de Participación Ciudadana, que hasta ahora ha sido Pilar Martínez Ferrero, y que a mi juicio no se ha esmerado mucho con la Federación. Es que hay que contar también con los que te llevan la contraria, es a esos a los que hay que apaciguar.
¿Continuaría con las peatonalizaciones?
Pues quizás sí o quizás no...
Parece usted gallega
No, es que habría que ver qué conlleva esa peatonalización. Claro, no se puede hacer todo de repente y crear problemas de circulación, problemas a los vecinos porque no pueden acceder o transitar, porque se la considera especial... En definitiva, crear problemas a todo el mundo por no haber sido riguroso planificando. Antes de cerrar algunas calles hay que pensar por dónde se va a dar salida a otros.
¿Qué haría con la oferta cultural de la ciudad? ¿Hacia dónde habría que orientarla?
Pues también hacia los jóvenes. Pensando en ellos. Muchas veces se programan eventos que no les motivan. Traemos actuaciones, música, teatro, danza... Pero en el fondo a muchos de ellos no les llega. También hay otro cupo de gente, los mayores, que necesitarían otro tipo de cultura.
¿Usted pondría un único concejal para todos los barrios o mantendría la figura de los delegados actuales?
Si pasamos a ser gran ciudad habrá que dividir la ciudad en distritos y que cada uno se ocupe de una zona. La figura del concejal delegado hasta ahora ha sido eso, una figura para decorar, como si no existiera, al menos en muchos barrios.
Ana Moreno vocal de la Asociacion Vecinal las Eras de Gamonal.
Fuente: Diario de Burgos
