miércoles, 11 de mayo de 2011

LOS CIUDADANOS CANSADOS DE LA POLÍTICA

Los ciudadanos, desconectados de la política

Los españoles consideran que la clase política es el tercer problema del país
Ante una cita electoral este desánimo es generalizado y común en diferentes edades, trabajadores o empresarios en las calles de Burgos

MARTA CASADO / Burgos
Los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del mes de marzo reflejaban que la clase política era el tercer problema del país con más de un 20% de encuestados que situaban a los políticos por detrás del problema del paro (81,8%) y los problemas de índole económica (51,2%).
Un desencanto que se manifiesta en la calle. Jóvenes y mayores, comerciantes y trabajadores pero sobretodo parados no creen que la clase política pueda mejorar su situación. La calle se siente desvinculada de un proceso electoral que algunos miden en términos de política nacional como castigo y que otros, aunque reconocen que se trata de las administraciones más cercanas, consideran que no se trabaja por el ciudadano sino en beneficio propio.
Los hay que votan por primera vez pero «no sé si iré a votar, ni sé a quien», afirma Amaya, una joven de 18 años. Para Esteban, un jubilado de más de 60 que disfruta de estos días de sol en el banco de la Isla, la decepción es patente «no nos van a arreglar nada ni en Burgos, ni en Castilla y León ni en España». Pero si se le habla de no ir a votar lo niega con rotundidad «hay que votar, eso sí, ha habido mucho tiempo en que no podíamos hacerlo y ahora hay que hacerlo aunque se vote en blanco».
Algunos, a quienes les está pasando una factura muy dura la tan nombrada crisis económica, aseguran que no se molestarán en acudir a las urnas. «Ni la política, ni los sindicatos, ni las administraciones han hecho nada por mí y ahora me piden el voto» afirma Manuel que lleva más de dos años en el paro y a quien las prestaciones ya se le han acabado. Joven, roza los 35 años, sin estudios ni formación dejó hace dos años de trabajar en la construcción y desde entonces no encuentra nada «ni he sentido en mi casa ningún tipo de las ayudas que tanto salen en la televisión porque los políticos no trabajan para el ciudadano, lo hacen para ellos mismos. Ahora que no me vengan con que ayudarán a pagar la hipoteca a los parados, que conocen cómo conseguir más trabajo porque no creo que en estos días se inventen la fórmula mágica y no la hayan utilizado antes».
El mismo desencanto muestran los comerciantes. Montse, que regenta una frutería, considera que «el que está ya estaba y ya se ha beneficiado y el que entre nuevo se tendrá que beneficiar. Yo pienso que entran en política más por su propio beneficio que por ayudar a su comunidad». Asegura que por el pequeño comercio «nadie a hecho nada, al contrario» y confirma que «no sé si iré a votar ... me lo tengo que pensar».

Otros como Pilar, ama de casa, tampoco considera que un cambio de siglas políticas en el poder generará algún cambio «gane quien gane todo seguirá más o menos igual». Por eso afirma que «yo votaré siempre a un partido, porque me siento identificada con él, me da igual quien se presente». Otros se muestran más partidarios de votar a la persona. Así se muestra Carmen, de veintitantos, que afirma que «siempre que voy a votar espero a ver quien me cae mejor, quien me parece más honesto y es al que voto me da igual de que partido sea».
Fuente: Correo de Burgos