El "informe Espolón" habla de un «fallo multiorgánico» municipal
Á. M. / Burgos - jueves, 08 de diciembre de 2011
La "investigación" encargada sobre por qué el hostelero que explota la cafetería nunca pagó pone de relieve la falta de coordinación y de fiscalización del patrimonio de la ciudad
La Secretaría General del Ayuntamiento ya ha entregado el informe que
le fue encargado para determinar las causas que han permitido a un
hostelero no pagar un solo euro desde hace una década por el alquiler de
la cafetería Espolón, de propiedad municipal. Ni alquiler, ni agua, ni
luz, ni terraza. En total, más de 600.000 euros que han provocado un
procedimiento judicial para desahuciar al inquilino y recuperar al menos
una parte de ese dinero. A pesar de su negativa inicial, el PP decidió
encargar a la sección de mayor rango orgánico del Ayuntamiento el citado
informe, que ha realizado el vicesecretario general, que está fechado a
25 de noviembre y que ningún grupo político, a excepción de Izquierda
Unida, ha valorado.
«Como refleja el informe, hay un fallo de inicio carácter
administrativo, pero después hay una falta de actuación política porque
también queda claro que en 2008 se supo en Hacienda y Alcaldía del
impago y no se tomaron medidas firmes», resume Raúl Salinero, concejal
de IU, tras ver el informe que se detalla a continuación.
La consideración previa ya dice mucho. Tanto como que el encargo «es
inusual» porque «no existen más reglas interpretativas que el simple
sentido común» y porque «en una organización compleja deben existir
mecanismos que corrijan los posibles errores». Vamos, que en Secretaría
han ‘alucinado’ con el encargo.
Para elaborar la ‘investigación’ se ha revisado metódicamente el
expediente y se ha tomado declaración a varios funcionarios. Tras citar
decenas de movimientos administrativos desde que se publicara la
adjudicación al hostelero en cuestión, se reflejan siete años de
silencio hasta que, en febrero de 2008, otro hostelero denuncia que el
local se explota a través de una prórroga que, tal y como reza el
contrato, es ilegal.
Es a cuenta de esa denuncia cuando, en mayo de 2008, el jefe de la
sección de Hacienda y Contratación y su adjunto elaboran un informe en
el que dicen que, efectivamente, el contrato ha expirado, que no cabe la
prórroga, y añaden que «se observa que el arrendatario no ha realizado
el pago de ninguna mensualidad».
Desde mayo de 2008 «hasta la actualidad», se han producido
notificaciones mensuales requiriendo el pago. Mientras, entre las
secciones de Hacienda, Tributos y Tesorería se han cruzado más de una
docena de providencias para esclarecer quién y cómo debía proceder. A
partir del verano de 2011 se traslada el problema a la Asesoría Jurídica
y se requiere que se promueve la acción de desahucio.
Conclusiones
De los testimonios se desprende que «ningún concejal ni nadie les dijo
(a los funcionarios) nunca que actuaran de tal o cual manera». También
que, al contrario de lo que sí se hizo con el Mirador del Castillo o con
el anterior adjudicatario del Espolón, «no se dio traslado del acuerdo
de adjudicación a la sección de Tributos». De haberlo hecho, Tributos,
al igual que con otros arrendatarios, sí hubiera exigido los pagos.
Preguntado el jefe de Hacienda por qué no se dio ese traslado,
«contestó que no sabía, que se harían las actuaciones que constan en el
expediente». Ese funcionario ya está jubilado. «Llegados a este punto»,
el ponente del informe subraya esa situación como el hecho diferencial y
pasa a elaborar las conclusiones.
La primera es esa, que no se giraron los pagos porque Tributos no tuvo
constancia del expediente de adjudicación, que debió ser trasladado (no
se hizo «por error») desde la sección dirigida por un funcionario hoy
jubilado.
A partir de ahí, se entra en un «bucle» de errores «que cuestionan la
actuación municipal en su conjunto por no haber sido capaz de detectar
el problema a lo largo de ocho años».
A eso ha contribuido «sin duda el desmantelamiento orgánico de la
unidad encargada de la propia gestión del Patrimonio Municipal», unidad
que, reza el informe, fue trasladada a la Gerencia de Fomento para
asumir tareas relacionadas con el patrimonio municipal, pero solo del
suelo. Además critica la existencia de varias vías de recaudación en
lugar de una sola y que no se incluyera el caso «en ningún plan de
inspección».
Por tanto, termina el vicesecretario, «podemos decir que aquel error
inicial se ha visto seguido de un fallo multiorgánico municipal. Que al
simple catarro inicial se han ido añadiendo sucesivamente otras
patologías que han mermado la salud del paciente».
Recomienda, a futuro, reubicar a los funcionarios que fueron trasladado
a Fomento para fiscalizar estos asuntos, que el órgano de Gestión
Tributaria «se haga cargo de todo el conjunto de ingresos municipales» y
que se hagan planes «específicos de inspección».
Fuente: Diario de Burgos
Fuente: Diario de Burgos