domingo, 21 de enero de 2018

MIENTRAS PAGEMOS LOS CIUDADANOS NO PASA NADA

Fracaso de rediseño

Adiós al cono de flores del paseo de la Isla. El área de Vías y Obras del Ayuntamiento ha tomado la decisión de retirar el montículo de tierra, pese a que esta actuación junto al resto de la reforma integral del Paseo de la Isla no ha llegado a cumplir siete años. Este viernes los operarios municipales se afanaban en el desmontaje de uno de los elementos seña de identidad de aquella reforma millonaria, 3,8 millones de euros, de uno de los parques más interesantes de esta ciudad.
Esta lejos de ser una pérdida irreparable. Quizá pudo ser bonito u original, pero nunca tuvo un mantenimiento adecuado. Es lo que tienen los jardines con plantas vivas que necesitan mimo y atención, sin ello acaban pareciendo una escombrera. Más triste será la retirada del Arco de la Llana cuando esto ocurra.
Sin embargo, sintiendo poco su desaparición, parece ilógico que se pague por el diseño de un proyecto con la idea de embellecer un espacio y que, simplemente, pocos años después se elimine sin más.
La justificación que la alcaldesa accidental, Carolina Blasco, daba en el Pleno de este viernes a la pregunta que realizaba la concejal socialista, Nuria Barrio, sobre las razones por las que se retiraba este cono de plantas fueron del todo escasas. «Quejas vecinales». A esto añadió que mantener esta zona dignamente ajardinada, lo de dignamente lo añado yo porque era más frecuente verlo poco digno, es muy costoso económicamente.
- ¿Cuánto de costoso?
Se complica la pregunta.
-Pues ahora mismo no lo sé.
Se simplifica la respuesta.
El caso es que bajo el paraguas de las «quejas vecinales» se ha tomado la decisión. Pero qué ha ocurrido, ¿se convirtió en un nido de topillos? o ¿Simplemente afeaba la vista un montículo de tierra sin plantas? Puede que ambos.
En el momento en el que se realizaban las obras se presentaba esta idea como una escultura de plantas y muchos ciudadanos pensaban en que sería algo similar al perro ‘Puppy’ del Guggenhein. Lamentablemente, se quedó muy lejos, pero bueno era algo diferente.
La reforma de este parque fue muy criticada en su momento, especialmente, por su elevado coste. Plataformas vecinales, ecologistas y arquitectos expresaron su temor y la defensa cerrada de este pulmón verde en pleno centro de la ciudad. Y bueno, el resultado está a la vista de todos.
No es el primer elemento ‘diferenciador’ de este parque que desaparece. Otro de ellos fue un banco de césped con forma de arroba ‘@’ que apenas sobrevivió a la inauguración. Su mantenimiento también era complicado y simplemente se volatilizó. El proyecto incluyó un quiosco en la zona central a modo de lugar de encuentro, de zona de estancia, de cafetería... Salió a concurso, se adjudicó y nunca se realizó. Qué fracaso de rediseño millonario.

Fuente: Correo de Burgos