domingo, 4 de abril de 2021

LA ESCUELA DE PILOTOS EN BURGOS

 Burgos, la cuna de futuros pilotos de aviación

La escuela FlyBy School, con 230 alumnos, se afianza en el aeropuerto de Villafría y se expande durante la pandemia con la compra de cinco avionetas y la instalación de dos simuladores de vuelo

Un alumno de la escuela se baja del avión tras un vuelo desde Galicia en el aeropuerto de Villafría./Ámc
Un alumno de la escuela se baja del avión tras un vuelo desde Galicia en el aeropuerto de Villafría. / Ámc

Hasta varios vecinos de Burgos han llamado a la Policía Local para saber qué es eso que surca el cielo burgalés con asiduidad los días de mejor meteorología. Algunos, hasta a Aena. El silencio en las calles por el toque de queda ha propiciado que en la noche burgalesa el sonido de una avioneta sobrevolando la ciudad haya dado notoriedad a la escuela de aviación FlyBy School.

Se les escucha y se les ve, con sus luces intermitentes, dar vueltas en el cielo burgalés. «No nos queda más remedio. En todos los aeropuertos, todos los giros son a la izquierda, pero en Burgos hay una peculiaridad, que hay una zona de sobrevuelo prohibido. Están los militares y por ahí no se puede pasar. Por eso, el circuito es siempre hacia la ciudad. No podemos volar hacia otro lado», detalla el director ejecutivo de FlyBy School, Alejandro Álvarez.

Y se les ve con más presencia, porque la pandemia no les ha sentado tan mal. Ha crecido su número de alumnos, hasta llegar a los 230; el de aviones, para alcanzar los 21; y van a apostar por la creación de un curso de mecánico de aviación. A lo que se suma, la instalación de dos simuladores de vuelo.

Esto a lo cuantificable se refiere, porque la presencia de FlyBy School, que cambió su sede a Burgos desde León a finales de 2019, lo que ha hecho ha sido revitalizar un aeropuerto que languidecía con tres vuelos comerciales a la semana con destino Barcelona. «Para los chavales que se están formando ver esos vuelos les viene hasta bien para que experimenten desde la distancia un aterrizaje o despegue. Los inconvenientes generados por parar la actividad, desviarnos o esperar por un vuelo comercial son insignificantes en comparación con lo que pueden aportar. Aun así, también van a los aeropuertos más cercanos. Por ejemplo, en Bilbao, experimentan una infraestructura más concurrida», apunta Álvarez.

Y de ese aprendizaje se aprovechan en la actualidad 230 alumnos de más de 55 nacionalidades diferentes. Su estancia en Burgos dura alrededor de 14 meses, entre los que se alternan trabajos en los simuladores, vuelos diurnos y cinco horas nocturnas con el inglés como idioma vehicular. Y todo para que FlyBy School lance prácticamente al mercado de la aviación entre 40 y 50 nuevos pilotos este año. «Estamos en auge y aún recibimos cada año más pilotos de los que salen», explica el director ejecutivo de la escuela.

Más horas de sol y poco tráfico, las ventajas del aeropuerto de Burgos

El aeropuerto de Burgos se ha convertido en un atractivo para la escuela de aviación FlyBy School, que se ha asentado definitivamente en Castilla y León. «España tiene buen posicionamiento estratégico por la licencia europea y las horas de sol. En Burgos tenemos 1.000 horas más al año respecto a Reino Unido», detalla el director ejecutivo de la escuela, Alejandro Álvarez.

Un meteorología que se une a los aeropuertos despoblados de la meseta. «Tener un aeropuerto que prácticamente no se estaba utilizando nos hace ver que es un sitio perfecto. Estamos dando uso a unas instalaciones que prácticamente estarían muertas y que no interferimos en la aviación. No se puede montar una escuela como la nuestra en un aeropuerto con mucho tráfico comercial. Sería inviable», continúa Álvarez.

Precisamente un 'boom' de nuevos pilotos se matricularon en el primer estado de alarma con la empresa afincada en Burgos. Los problemas de una escuela en Portugal mandó a Burgos, bajo una oferta competitiva, a alrededor de 30 jóvenes, lo que convierte a FlyBy School y a Burgos en la cuna de futuros pilotos. «Nosotros iniciamos cursos cada dos meses. En marzo de 2020 se empezó uno y a los 15 días tuvimos que parar todo. Nos supimos reciclar y amoldar y en mayo de 2020 también pudimos arrancar otro curso. Estamos siendo cautelosamente optimistas. Existen muchas incógnitas, pero tenemos muchos planes de futuro», detalla Álvarez.

Y esa planificación pasa por asentarse en Burgos. «Nuestra apuesta por la ciudad sigue estando ahí. Ahora se han comprado cinco aviones por un 1,4 millones de euros», destaca el CEO de FlyBy School.

Fuente: burgosconecta.com