Burgos se despide con recelo de la mascarilla en el transporte
Algunos burgaleses dicen adiós la mascarilla en el transporte público tras su estandarización durante casi tres años
El día sin la obligación de llevar mascarilla en el transporte público ha llegado. Muchos burgaleses suben al autobús directamente sin mascarilla este 8 de febrero, casi tres años después del inicio de la pandemia y de la estandarización del uso del cubrebocas. Sin embargo, todavía hay lugares dónde es obligatorio usar mascarilla.
Algunos prefieren asegurarse antes de subir y preguntan si todavía hay que llevarla a los conductores, quienes no la suelen llevar en esta jornada. Las personas mayores mantienen la costumbre más que los jóvenes, pero, por lo general, llevar mascarilla se ha convertido en un acto automático al recurrir al transporte público.
Los burgaleses dejan atrás el traumático despiste de perder el bus por olvidar la mascarilla en casa y de reutilizarla durante semanas, o quizá durante un mes. Hay quien celebra el fin de la medida, pero también quien siente que le falta algo después de tanto tiempo con este complemento inseparable y lleva una en la muñeca por si acaso.
Los pasajeros consideran que es mejor que las personas mayores sigan con la rutina de llevar puesto el cubrebocas para protegerse en zonas concurridas. Sin embargo, creen que la medida de su uso obligatorio en el transporte público «no tiene mucho sentido» que persista ya que en otros espacios como bares están repletos de gente sin mascarilla. Además, ha llegado el fin de las mascarillas en el transporte con la mejor situación epidemiológica de la pandemia.
Fuente: Burgosconecta.com