El malestar ciudadano con los dos grandes partidos tendrá reflejo en
el próximo Parlamento; especialmente, el generado contra el PSOE. Las
elecciones generales del 20 de noviembre atenuarán el bipartidismo
acentuado de las dos últimas legislaturas, según la encuesta de
Metroscopia para EL PAÍS.
El sondeo expone que la suma del porcentaje de los dos grandes
partidos apenas superará el 75%, frente al 83,8% de las elecciones de
2008 y el 80,30% de 2004. También estará por debajo del resultado de
2000, cuando ambos partidos sumaron el 78,68%, y se aproximará al 73,54%
de 1996, cuando la agenda política estaba marcada por el final del
ciclo de los Gobiernos socialistas de Felipe González.
Ahora, siempre según el sondeo, ese malestar se transformará en una
abstención prevista de cinco puntos superior a la de anteriores procesos
electorales y en una mayor fragmentación del próximo Congreso de los
Diputados.
El estudio, al no estar territorializado, no puede hacer más que
suposiciones en la atribución de escaños, y la estimación de voto de
formaciones distintas al PSOE y al PP está sujeta a mayor margen de
error. Sin embargo, el sondeo permite deducir que Izquierda Unida podría
llegar al 6,2% de los votos; es decir, 2,4 puntos más que su resultado
de 2008.
La cuarta fuerza estatal sería UPyD, con una estimación de voto de
4,4%, frente al 1,2% que logró en 2008, cuando obtuvo un escaño para
Rosa Díez. En ambos casos, ese porcentaje global de voto solo puede
transformarse en escaños en circunscripciones en las que esté en juego
un número importante de escaños y, además, supere la barrera del 5% de
votos que exige la ley electoral para cada provincia. Obviamente, no
están incluidos Equo, el proyecto de los ecologistas, ni otras opciones
nuevas que aspiran a representación en circunscripciones concretas, como
el ex presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y el partido de
Francisco Álvarez Cascos en Asturias. Si se cumpliera esa previsión, el
Congreso que saliera del 20-N estaría mucho más fragmentado que el de
las últimas legislaturas, con un Grupo Mixto más numeroso que el actual y
la posibilidad de que haya al menos un grupo parlamentario más que en
la actual.
Otra variable será la previsible presencia de Bildu, que,
extrapolando los datos de las elecciones municipales y forales de mayo,
podría incluso llegar a formar grupo parlamentario propio. CiU y PNV
mantienen históricamente una situación estable, con variaciones no
superiores a un escaño.
De los dos grandes partidos, el que obviamente pierde más votos en
favor de esas dos formaciones es el PSOE. Los socialistas perderían
votos por su derecha y por su izquierda, con un descenso de 13 puntos
con respecto a las elecciones de 2008. El nivel de fidelidad de los
votantes del PSOE está en el 52%, frente al 82% que mantiene el PP.
Todos los estudios de los últimos meses, incluidos los del Centro de
Investigaciones Sociológicas y los de Metroscopia, revelan un aumento
sustancial y con escasos precedentes del trasvase de votos del PSOE al
PP, reflejado en el elevado porcentaje de votantes socialistas
indiferentes ante el triunfo de los populares. Según Metroscopia, el
voto en blanco también puede aumentar.
Fuente; El País