jueves, 6 de agosto de 2015

ESTO PASA POR ESCRIBIR LA CARTA A LOS REYES ANTES DE TIEMPO

Imagina evidencia la torpe gestión de 14 inversiones que ahora peligran

Fueron aprobadas para ser pagadas con superávit y debían cumplir una condición: estar terminadas antes de que finalice el año. En la mayoría de los casos eso ya no podrá ocurrir

Era el mundo perfecto. El Ayuntamiento cerraba el ejercicio 2014 con superávit y con el dinero amortizaba deuda por valor de 6,5 millones y dedicaba otros tantos a realizar inversiones que la Ley considera ‘sostenibles’. Eso, en vísperas de unas elecciones, es una ocasión que el PP no dejó ni botar: anunció, en dos ruedas de prensa protagonizadas por el mismo alcalde-candidato, Javier Lacalle, que este año se resolverían los problemas del pavimento de la Plaza Mayor, se iniciaría la tan manida mejora de los polígonos y se ejecutarían obras en barrios (Capiscol, parque de San Isidro), dotaciones sociales y deportivas y sistemas de transporte.

Así se aprobó hacer en el mes de marzo y así se vendió. Pero, ay, resulta que luego hay que tramitar los expedientes y seguir los procedimientos, y eso, con una lucha intestina de posicionamientos electorales, unos comicios y el fin de las mayorías absolutas por el camino, ha resultado ser mucho.

Tal y como ya avanzó este periódico el pasado mes, Intervención tumbó las inversiones previstas en la Plaza Mayor y el polígono de Gamonal, cuya misma suerte corrió también la mejora de Capiscol, obras que sumaban casi tres millones. El motivo: no se ajustaban al plazo determinado en la Ley (este año) y, además, no existe garantía de un presupuesto futuro que no sea el actual prorrogado. Caput. Finito. Se acabó. Pero el concejal de Imagina Javier Gil cuestionó ayer la suerte del resto de las obras, y lo hizo con argumentos difícilmente rebatibles.

No cuadra
Como ejemplo paradigmático, citó la conversión en parque del cerro de San Isidro, «que tiene un periodo de ejecución de cuatro meses y ni siquiera ha terminado su proceso de licitación», pero también las mejoras en el carril bici, cuantificada en casi 160.000 euros y que a pesar de «haberse sacado a una subasta que terminó en junio, todavía no está adjudicada».

Más de lo mismo con la restauración de la cubierta de Bernardas (240.000 euros), cuyo pliego «está todavía en Intervención y tiene un plazo de ejecución de tres meses». Peor aún es la adaptación de una sede para el denominado ‘archivo intermedio (hasta que se logre ampliar la capacidad del de Castilfalé), para el que «ni siquiera se ha elegido el lugar». Con los centros de barrio o los cívicos de Río Vena y Capiscol «ni siquiera hay proyecto». Teniendo en cuenta que agosto es un mes casi inhábil para la administración y que los procesos de licitación, adjudicación, firma de contratos y replanteo conllevan al menos dos meses, no parece que las dudas de Gil puedan ser puestas en solfa.

El edil recordó que la parte que no se invierta de los 6.519.979 euros reservados volverá al remanente de Tesorería y no podrá ser transformado en mejoras. Si se inician algunas de estas obras y no se terminan en plazo, el ‘excedente’ irá directamente contra el presupuesto de 2016, un documento que nadie puede asegurar que salga adelante y que, en el mejor de los casos, debería sufragarse con «modificaciones y cuentas raras» para cubrir el desaguisado de no haber tramitado en tiempo y forma las mejoras que, en algunos casos, son perentorias. A día de hoy ni una sola de las 14 obras previstas en marzo está iniciada.
Fuente: Diario de Burgos