La UTE del bulevar de Gamonal lleva al juzgado su millonaria reclamación
Á.M. / Burgos - lunes, 28 de diciembre de 2015
Copsa y Aroasa han interpuesto un recurso ante el Contencioso Administrativo como respuesta al silencio municipal. Es la fase previa a una demanda de 1,6 millones de euros
A Copsa y Aroasa (Arranz), las dos empresas que formaban la UTE que se adjudicó las obras del frustrado bulevar de Gamonal, no les ha hecho gracia que el Ayuntamiento se haya hecho el sueco acerca de la petición de resolución de aquel contrato y la reclamación de nada menos que 1,6 millones de euros en concepto de daños y perjuicios. Así se desprende de la interposición de un recurso ante el Contencioso Administrativo de Burgos en el que se denuncia el «silencio administrativo» municipal y se pide al juez que requiera al Consistorio el expediente completo del caso, sobre el que, se señalan, no obtuvieron respuesta.
Por el momento, los servicios jurídicos municipales se han limitado a dar cumplimiento al mandato judicial y han enviado la documentación en cuestión, pero ya se preparan para afrontar el siguiente paso: una demanda. Como es sabido, las movilizaciones contra el bulevar provocaron el aborto de la obra, que contemplaba una inversión municipal de 7.893.234 euros más otros cinco millones que iban a gastar las constructoras en el aparcamiento subterráneo para su posterior comercialización. Eso ocurrió en enero de 2014. Pues bien, en febrero de este año la UTE registró en el Ayuntamiento su solicitud de indemnización por una cantidad que se alejaba mucho de los 371.000 euros que el PP presupuestó para hacer frente a la ruptura del contrato.
En la petición incluyen 280.000 euros por las unidades de obra no ejecutadas, casi 400.000 por el beneficio que, sostienen, iban a obtener por la venta de las plazas de garaje, y reclaman igualmente gastos directos e indirectos hasta sumar, con todo, 1.575.000 euros. Desde el momento en que se recibió el escrito de la UTE, tanto los entonces responsables del equipo de Gobierno (fundamentalmente el alcalde, Javier Lacalle, y el concejal de Fomento, Ángel Ibáñez) como los técnicos que conocían del caso consideraron desorbitada la petición. Lo que todavía no ha explicado nadie es por qué ni siquiera se dio respuesta al escrito para entablar una negociación.
Fuente: Diario de Burgos