miércoles, 18 de mayo de 2011

DEMOCRACIA REAL

Democracia real: ¿querer no es poder?

Después de que a los jóvenes se les tachara de inmovilistas, de conformistas, de pasotas y de muchas cosas más, un pequeño gesto ha conseguido convertirse en punto de inflexión de la campaña. En medio de las dos semanas electorales más aburridas que se recuerdan, ha surgido algo distinto que sin embargo se hace muy difícil de entender para la mayoría de la población. Unos cuantos señores y señoras, la mayoría de ellos menores de 40, han clamado en las calles de muchas ciudades españolas por lo que ellos mismos denominan «democracia real». ¿Acaso no vivimos ya en ella? Para los convocantes de las protestas, es evidente que no. La crisis económica ha disparado el desencanto de los votantes con sus representantes políticos, a los que ven cada vez más como una panda de vividores, preocupados nada más que por sus carreras personales y alejados de la vida real. Mientras millones de personas están en paro ellos siguen teniendo chófer, secretaria, dietas de representación y la pesada y carísima burocracia a su servicio.
A todas estas creencias se suma la incuestionable evidencia de que España ha derivado hacia un bipartidismo feroz. En muy pocos territorios hay otra opción de gobierno, aunque sea en coalición, que no pase por PP o PSOE. Solo son dos y se comen el 90% del pastel. Ninguno quiere reformar la Ley Electoral porque con la actual les va de cine y amenazan con perpetuarse en el poder.
Pero, ¿acaso no somos los ciudadanos los que podríamos cambiar esto con el voto? Si no nos gustan los grandes, apoyemos a otros. Pero no lo vamos a hacer. Seguiremos confiando en los mismos, o peor aún, nos abstendremos, votaremos nulo o en blanco. Así es difícil que las cosas cambien. Como casi siempre, todo dependerá de los ciudadanos.
Fuente: Diario de Burgos