Burgos perderá 15.740 habitantes en los próximos diez años
Según la proyección poblacional realizada por el INE, la provincia albergará 336.251 personas en 2032, una disminución de 36.740 ciudadanos desde 2011
La sangría poblacional en Burgos es una realidad latente durante la última década. La provincia ha perdido 21.000 personas desde 2011 y las cifras previstas por el Instituto Nacional de Estadística para los próximos diez años no son nada halagüeñas.
Los datos, que determinan cómo sería la evolución de la población en el caso de que se mantuvieran las actuales tendencias, auguran una pérdida continuada que alcanzaría las 15.740 personas en 2032.
Si bien, el Instituto Público aclara que las cifras no tienen como objetivo predecir la evolución poblacional, suponen la estadística más fidedigna que existe para asomarse al futuro a corto plazo en la provincia.
En este porvenir dibujado con números, Burgos albergaría 336.251 habitantes en el 2032, por los 351.991 ciudadanos empadronados que se han registrado en los últimos datos correspondientes al 1 de enero de este año, un descenso de 15.740 personas.
Entre estos dos años, se prevé una pérdida media de 1.574 personas por año, con especial relevancia en el próximo trieno, en el que se perderían más de 1.700 cada uno. Uno de los problemas causantes de esta pérdida es la proporción entre nacimientos y fallecimientos.
El saldo vegetativo -que mide la diferencia entre muertes y nacimientos en lugar determinado durante un año- se mantiene negativo en la provincia burgalesa y arroja una media de -5,39% habitantes en los dos lustros siguientes.
Esto se debe a que la tasa de natalidad (más de 7 alumbramientos por cada mil habitantes) y la de mortalidad (más de 11 óbitos por cada mil habitantes) arrojan una diferencia de entre 3 y 4 personas, favorable a los fenecimientos.
La razón por la que se produce esta tendencia obedece al paulatino envejecimiento que reflejan los ciudadanos burgaleses acorde al resto de la zona noroeste de la Península.
Así, la edad media se sitúa actualmente en los 47 años, dato que se mantiene tres puntos por encima de la media nacional y que empeora paulatinamente hasta rozar el medio siglo en 2032 (49,71 años).
Fuente:burgosconecta.com
Menos niños, más ancianos
El porqué radica en la variación dentro de la piramide poblacional de Burgos. Este año, la provincia cuenta con un 14,19 % de niños (de 0 a 16 años), un 23,44% de jóvenes (17 a 40 años), un 38,45% de adultos (41 a 65 años) y un 23,43% de personas de edad avanzada.
En comparación con lo previsto para 2032 según las tendencias actuales, se perdería un 2,22% de niños y un 3,63% de habitantes en edad adulta, mientras que los jóvenes ascenderían de manera poco notable y la tercera edad ganaría un 5, 89% de protagonismo, lo que la convertiría en la segunda franja etaria de mayor volumen.
Pese a la caída en los datos de habitantes, hay una variante de ciudadanos que incrementa su presencia. Si se atiende al origen de los ciudadanos, el índice de extranjeros subiría y se reduciría el de nacionales respecto al total de población en un 2,41% (6.441 residentes procedentes de otros países más y 22.181 nacidos en España menos).
Si se pone el foco en la movilidad, las emigraciones hacia otras zonas de España crecen de forma progresiva entre las franjas de 19 a 32 años y de 54 a 65 años, que junto al descenso generalizado previsto en la inmigración nacional y desde el extranjero, deslizan a la baja los datos de habitantes para la próxima década en Burgos.