Sitio para barracas, sitio para conciertos
Héctor Jiménez.
diariodeburgos.es
Héctor Jiménez
Son sin duda las dos grandes asignaturas pendientes de las fiestas que mañana despedimos. El fresco inoportuno estaría por encima de ambas, pero contra la climatología no se puede luchar. La calidad de toros y toreros debe de ser un debate eterno en todas las plazas de España por lo que dicen los entendidos (entre los que no me encuentro). Y hace años las casetas de la Feria de Tapas afianzaron la presencia masiva en la calle que aderezan los espectáculos teatrales y las sesiones de fuegos artificiales que mueven cada noche a miles de personas. Así que la fijación de dos sitios permanentes y convenientemente acondicionados para las barracas y para los conciertos principales son la guinda que faltaría para que los Sampedros presentaran una pinta, en general, bastante aceptable.
Son dos cuestiones tan importantes en el programa festivo, que mueven a tantísima gente de todas las edades, que no es de recibo su permanente estado de provisionalidad. Las atracciones feriales están en el sitio menos malo posible según el Ayuntamiento, pero al fin y al cabo se plantan entre tres calles, sin sitio para aparcar en los alrededores y obligan a desviar varias líneas de transporte público para fastidio de sus usuarios. La zona de conciertos que el año pasado se llevó a una explanada del S-4 ha vuelto al aparcamiento del centro comercial Camino de la Plata, anulando por tanto una zona para estacionar e invadiendo los alrededores de vehículos particulares.
Ambos recintos dan una impresión cutre y pueblerina impropia de una ciudad de 180.000 habitantes. Quizás lo mejor sería habilitar un espacio ferial a las afueras con buenos accesos, mejor aparcamiento, un transporte público específico y donde se concentraran mercadillo, barracas y conciertos para fomentar el ambiente. En otros sitios ya está inventado y funciona.
Son dos cuestiones tan importantes en el programa festivo, que mueven a tantísima gente de todas las edades, que no es de recibo su permanente estado de provisionalidad. Las atracciones feriales están en el sitio menos malo posible según el Ayuntamiento, pero al fin y al cabo se plantan entre tres calles, sin sitio para aparcar en los alrededores y obligan a desviar varias líneas de transporte público para fastidio de sus usuarios. La zona de conciertos que el año pasado se llevó a una explanada del S-4 ha vuelto al aparcamiento del centro comercial Camino de la Plata, anulando por tanto una zona para estacionar e invadiendo los alrededores de vehículos particulares.
Ambos recintos dan una impresión cutre y pueblerina impropia de una ciudad de 180.000 habitantes. Quizás lo mejor sería habilitar un espacio ferial a las afueras con buenos accesos, mejor aparcamiento, un transporte público específico y donde se concentraran mercadillo, barracas y conciertos para fomentar el ambiente. En otros sitios ya está inventado y funciona.
Fuente: Diario de Burgos
