Más de la mitad de las inversiones comprometidas por el PP en el programa electoral de 2015 se quedan en el limbo
La falta de mayoría impide a los 'populares' desarrollar proyectos como el centro cívico de Fuentecillas, el Centro Cidiano o la ampliación del Archivo Municipal | Otras actuaciones se han llevado a cabo gracias a los acuerdos con el PSOE
Está
claro que los programas electorales son una mera declaración de
intenciones. Unas intenciones que, a menudo, no se hacen realidad, ya
sea por factores propios o externos. Y el caso de Burgos no es una
excepción. Un simple repaso al programa electoral con el que el PP ganó
las elecciones municipales de 2015 permite comprobarlo.
Sin duda, buena parte de los compromisos adquiridos murieron el mismo día en el que se conformó la Corporación municipal.
Y es que, con un gobierno en minoría, necesitado de acuerdos a
diferentes bandas para poder desarrollar muchas actuaciones, el PP lo ha
tenido muy difícil para poder sacar adelante los proyectos planteados
en el programa electoral.
En dicho documento se ponían sobre la mesa hasta 250 medidas.
Algunas de ellas eran relativamente ambiguas y otras se planteaban como
una mera línea de trabajo. Sin embargo, un buen puñado de las
propuestas (cerca de 70) tenían nombres y apellidos y se circunscribían a
inversiones concretas, fundamentalmente en infraestructuras o
dotaciones públicas. De todas ellas, en estos últimos cuatro años, menos de la mitad han sido ejecutadas o, en su defecto, están en pleno proceso de ejecución. El resto, por un motivo u otro, han quedado aparcadas.
Por volumen de inversión, el
proyecto más significativo de los recogidos en el programa del PP se
centraba en la reforma de El Plantío, una obra licitada por 5,1 millones
de euros. Podría decirse que era el proyecto estrella de la
legislatura, y, después de muchos dimes y diretes, lo cierto es que el
equipo de Gobierno consiguió sacar adelante los trabajos. Eso sí,
también es cierto que las obras deberían haber concluido ya y, a pesar
de haber ampliado el plazo de ejecución, el ritmo actual de los trabajos
no invita al optimismo.
También ha sacado adelante el Ejecutivo local la reforma de la Plaza Mayor,
una actuación incluida de soslayo en el programa electoral, ya que se
englobaba en el compromiso por continuar mejorando el centro histórico
de la ciudad. A mayores, también se ha abierto durante esta legislatura
La Estación (aunque su actividad continúa siendo menor), se ha comenzado
a trabajar en la segunda fase de rehabilitación del Monasterio de San
Juan, se ha actuado en el polideportivo de San Amaro, se ha desarrollado
el ARU de San Cristóbal y se ha dotado de más medios materiales a los
cuerpos de Policía Local y Bomberos gracias a los acuerdos alcanzados
con el PSOE.
Pero más allá de estos proyectos, desarrollados en
mayor o menor medida, muchos otros no se han materializado. Y algunos de
ellos eran de cierta envergadura. En este capítulo destacan proyectos
como el nuevo centro cívico de Fuentecillas, cuyo desarrollo ha
comenzado a dibujarse esta legislatura, pero que aún está muy lejos de
ser una realidad.
Las prisas de última hora
Dicen que hasta que el árbitro pita el final, no se acaba el partido, una máxima que en política se suele cumplir a rajatabla. Así, es común que en los estertores de la legislatura, el equipo de Gobierno de cualquier municipio eche el resto y acometa actuaciones de última hora. Unas actuaciones que, en el caso de Burgos, han llegado por la vía del modificado presupuestario.Un modificado que en esta ocasión ha llegado sobre la bocina, incluyendo algunos de los proyectos comprometidos por el PP hace ahora cuatro años. Quizá, el más significativo sea el de la escuela infantil de Río vena, cuya demolición y reconstrucción se espera comenzar este año gracias a una partida de 1,2 millones de euros.
También han entrado en el último modificado otras obras comprometidas en la anterior campaña electoral, como la remodelación de las pistas de tenis de Río vena, la reforma de Las Llanas o la ampliación del Archivo Municipal, así como un paquete de reformas en diferentes instalaciones deportivas municipales.
En una situación muy similar se encuentra la nueva escuela infantil de Río Vena, que a pesar de los compromisos adquiridos aún no ha comenzado a ejecutarse; o la ampliación de Archivo Municipal en el Palacio de Castilfalé,
otro de esos proyectos que parecen enfangados y que tendrán que
esperar, al menos, hasta el próximo mandato para dar pasos en firme. En
ese mismo entorno urbano, otro de los grandes compromisos del programa
de los 'populares', como era el desarrollo del Centro Cidiano, también ha encallado.
En
el ámbito deportivo también hay varios proyectos de los que poco o nada
se sabe a pesar de aparecer en el programa con el que el PP ganó las
elecciones locales. Así, en los últimos cuatro años no se han
reformado los polideportivos Carlos Serna, Javier Gómez y San Pedro y
San Felices, ni se ha construido un campo de hierba artificial en la
zona sur de la ciudad o se ha promovido un nuevo complejo
deportivo en Capiscol de titularidad público – privada a imagen y
semejanza del Talamillo. Algunas de estas actuaciones se han incluido en
el último modificado del presupuesto de este año, pero todavía están
lejos de ver la luz.
Otros dos proyectos significativos que han ido retrasándose respecto a las previsiones iniciales son los vinculados a la reforma del Mercado del G-9 y del Mercado Norte.
El primero acaba de comenzar a ejecutarse de manera material, pero el
segundo continúa a día de hoy en fase de tramitación y no verá la luz
hasta dentro de varios años.
Tampoco se ha ejecutado la
ampliación del Puerto Seco de Villafría, aunque se han ido dando pasos
en firme y la tramitación previa encara su recta final; ni se ha desarrollado la urbanización del parque de Artillería.
A respecto de este último proyecto, el programa electoral del PP
comprometía «generar un espacio libre» en dicha parcela «si hubiera
disposición del Ministerio de Defensa». No hace falta recordar que dicha
disposición ha brillado por su ausencia y el solar se ha vendido, no
una, sino dos veces. Queda por ver cómo se desarrolla urbanísticamente.
Escaso peso en Madrid
Quizá, este compromiso sirva para reflejar la escasa capacidad de presión que parece haber tenido el Ejecutivo local en Madrid, a pesar de que durante buena parte del mandato han coincidido los colores políticos del Gobierno y el Ayuntamiento.
De
hecho, la mayor parte de las exigencias a otras administraciones
planteadas en el programa de los 'populares' han caído en saco roto y
proyectos como la A-73 y la A-12 distan mucho de haber
finalizado. Tampoco ha llegado el Ave a Burgos, ni se ha reabierto la
línea férrea directa entre Madrid y Burgos por Aranda de Duero, dos de las exigencias que con más ahínco y vehemencia se han puesto sobre la mesa desde Burgos.
Por
su parte, la Junta de Castilla y León tampoco ha terminado de
desarrollar los proyectos que exigían los 'populares' en su programa,
como el Parque Tecnológico -las obras se reiniciaron hace apenas unas
semanas-, el nuevo centro de salud de El Silo -ya se está cimentando- y
el futuro colegio de Villímar -aún en fase de tramitación-.
Pero no todo son derrotas, también ha habido algunas victorias frente a otras administraciones, como el cierre de la BU-30 -aunque
la calidad de su ejecución se ha puesto en duda en los últimos meses-,
la ampliación de la depuradora o los nuevos depósitos de agua de Cortes,
tres obras millonarias que han entrado en servicio esta legislatura
tras años de ejecución.