domingo, 28 de agosto de 2022

BURGOS MIRANDO A LAS MUSARAÑAS

5.121 empleos en parques tecnológicos vecinos, 0 en Burgos

Los centros de Boecillo y León reúnen ya a 126 empresas, tras instalarse 5 en el segundo polígono en el último año, con 224 nuevos trabajos. En Cardeñajimeno aún se licitan las obras de construcción y nada se habla de primeras implantaciones

Imagen de las obras del Parque Tecnológico tomada hace diez años y que se mantiene congelada en la actualidad. - Foto: Luis López Araico

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Los dos parques tecnológicos operativos en Castilla y León vuelven a superar los 5.000 puestos de trabajo conjuntos y han conseguido consolidar un ecosistema de 126 empresas de alta capacidad innovadora y tres centros tecnológicos. El ligero descenso de actividad de Boecillo (Valladolid) en 2021, se compensa con el aumento de compañías (5 más) y de empleo (224 puestos) de León. Mientras tanto, el tercer parque regional, Burgos, mantiene la foto fija de las últimas dos décadas y la Junta de Castilla y León aún está inmersa en los trámites para adjudicar y dar comienzo las obras de la primera fase.

El estado de los parques tecnológicos viene recogido en el Informe de la Situación Económica y Social 2021 del Consejo Económico y Social de Castilla y León (CES), donde se limita a apuntar que el de Burgos estará «próximamente» operativo, lo que permitirá a la Comunidad dotarse de 3 millones de metros cuadrados de suelo destinado a empresas innovadoras de base tecnológica.

Por el momento, este suelo está  ya al servicio de las empresas en Boecillo y León. En Burgos, aún están pendientes de adjudicarse las obras de la primera fase, que incluyen 62,4 hectáreas de terreno estructuradas en 150 parcelas de diferentes tamaños. Estas obras están presupuestadas en 23 millones de euros y su plazo de ejecución es de dos años, lo que apunta a un horizonte, si no se acumulan más retrasos, de 2024 para su finalización, año en el que Burgos podrá competir con León y Valladolid como debería haber hecho hace, al menos, una década.

El Informe del CESapunta que el número de empresas y de empleo disminuye en Boecillo y experimenta el proceso contrario en León. Aun así, los dos parques ganan: en Valladolid, las empresas de servicios elevan su empleo un 5% hasta alcanzar un total de 3.501 puestos de trabajo minorando las pérdidas totales, mientras que León eleva un 14,3% las empresas instaladas (40 en total) y un 16% el empleo (1.620 puestos de trabajo). En el cómputo total, el número de empresas innovadoras ha descendido entre los dos parques, pero sube el número de trabajos que generan las que están.

Además, el potencial de ambas infraestructuras sigue en aumento con la entrada en las mismas de los centros tecnológicos, enfocados en el impulso de las áreas estratégicas de la economía y la empresa regional. En Boecillo se ubican el Cidaut, especializado en proyectos de I+D+i de los sectores del transporte, la energía y la industria; y Cartif, de capital privado y que ofrece soluciones innovadoras a empresas y administraciones públicas en campos como el industrial, la energía, el medioambiente, las infraestructuras, la agroalimentación y la salud y la calidad de vida.

En Valladolid también está operativa una Bioincubadora de empresas biotecnológicas, proyecto a través del cual se impulsa la creación y consolidación de jóvenes empresas innovadoras, facilitando instalaciones a este tipo de startups del ámbito biotecnológico.

León, por su parte, acoge desde el pasado año el Icamcyl, el Centro Internacional de Materiales Avanzados y Materias Primas, que enfoca su actividad hacia la eficiencia energética, eco-innovación y sustitución de materiales críticos y la valorización de la riqueza de materias primas de Castilla y León.

Asimismo, aunque no dentro del parque tecnológico, hay que tener presente que León es la sede del Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), un centro de titularidad estatal y que es el referente en el desarrollo de ciberseguridad tanto en el ámbito de los ciudadanos como de las empresas públicas y privadas, instituciones académicas y científicas, entre otras.

En todos estos centros tecnológicos trabajan especialistas de alta cualificación, un perfil cuya demanda sigue creciendo, atendiendo a la necesidad de especialización y cambio de modelo productivo en la industria y la economía.

¿Y qué hacemos en Burgos? Por el momento, en el Parque Tecnológico de Burgos, que acumula más de una década de retrasos, solo se habla de obras, de sus plazos de ejecución y de los posibles imprevistos que puedan surgir, lo mismo que ha ocurrido a lo largo de  los últimos años. Hasta la fecha, no se ha movido tierra alguna desde el último parón, a la espera de que la reanudación de las obras de urbanización se adjudique a una de las 14 constructoras que han presentado ofertas.

Fuente: diario de Burgos