martes, 8 de noviembre de 2011

SATURNINO CALLEJA FERNÁNDEZ




SATURNINO CALLEJA FERNÁNDEZ
Nació en Quintanadueñas (Burgos) (1.855-1.915). Conocido editor y escritor español, autor de libros de enseñanza primaria, de lecturas infantiles, etc.
Sus publicaciones de colecciones de cuentos infantiles le han dado gran fama en el mundo hispano.


"¡Tienes más cuento que Calleja!" Fue ésta - y digo fue, aunque todavía hay quien la usa - frase popular y extendida por toda España hasta hace muy poco. Frase con la que se quería dar a entender que ciertas razones, explicaciones o disculpas sonaban a falsas, o cuando menos a fantasiosas. De ahí el comparativo de superioridad de: "... más que Calleja."
Pero, ¿quién era ese Calleja? Bueno, pues toda una editorial de, precísamente, cuentos para niños. Quizá la de más arraigo en toda la historia del editorialismo español. Fundada por don Saturnino Calleja, publicó (aún existe, aunque digamos que "transmutada") una innumerable cantidad de cuentos escritos especialmente para niños y jóvenes. Fueron, aquéllas, ediciones muy cuidadas, que se alternaban con otras más populares y baratas, pero siempre bien presentadas. Entre los más conocidos figuran: Las tres preguntas, Testigos con alas, El tesoro del Rey de Egipto, El anillo de Ginés y Chin-Pirri-Pi-Chin. Cuento completo: Historia de Antoñito o un niño modelo
Los textos recogían, aunque amañados para no aburrir o espantar a los tiernos lectores (o a sus progenitores... ¡Quién sabe!), tradiciones anónimas, clásicos de los hermanos Grimm, o de las "Mil y una noches", etc. Pero también otros textos inéditos, que sin firma o tan sólo figurando unas simples iniciales, eran escritos especialmente para el señor Calleja y sus "clientes". Lo que no muchos saben es que más de uno de los autores de esos textos eran famosos escritores.



Junto a ellos, y de manera igualmente casi anónima, firmando sólo con sus iniciales, la Editorial Saturnino Calleja contó con una casi legión de los grandes dibujantes de la época, que plagaría con sus ilustraciones, de magnífica calidad, cada edición de sus cuentos.
La época de esplendor de las ediciones infantiles en España coincidió con la de los grandes dibujantes ilustradores. Durante casi un siglo, varias generaciones de ellos emplearon buena parte de sus esfuerzos en decorar libros y libros de diferentes editoriales con lo mejor de su arte.
Calleja contó, entre otros, con Narciso Méndez Bringa, artista preferido de la revista "Blanco y Negro", y con Santiago Regidor, también ligado a esa revista. Conforme avanzaba el siglo XX, fueron uniéndose otros más jóvenes, representantes de las nuevas corrientes estéticas, muy influídas por el tipo de ilustración que se realizaba en Inglaterra. Algunos de los más destacados fueron Salvador Bertolozzi y José, "Pepito", Zamora. Bartolozzi merece además especial atención, pues dedicó parte de su vida al mundo infantil, dibujando y escribiendo algunas de las mejores piezas del teatro infantil español. Creó una colección de cuentos ilustrados por él mismo, protagonizados por un "Pinocho" reinventado, y "Chapete", un personaje totalmente original, rastrero y envidioso, enemigo de Pinocho. Estas historias tuvieron un gran éxito, por lo que se publicó hasta una revista infantil con el nombre del mencionado muñeco de madera, creado originalmente por el italiano Collodi.


El soldadito de plomo que salió del cuarto de los juguetes y tantos avatares sufrió en su aventura, lo hizo por devoción a la Virgen del Pilar y no por el amor de la muñeca bailarina, según la primera edición de este cuento infantil que la Editorial Calleja publicó en España. El catedrático de la Universidad Complutense de Madrid y especialista en literatura infantil y juvenil Jaime García Padrino explicó algunas de las peculiaridades de esta editorial y las disparatadas versiones de clásicos que allí se transformaban según el criterio de su fundador, Saturnino Calleja, y de sus hijos Rafael y Saturnino.
Entre las "licencias" que los Calleja se tomaban en los cuentos que publicaban se encuentran las de cambiar los argumentos, los nombres y los finales: 'Hansel y Gretel' fueron 'Juanito y Margarita', 'El Barón Munchausen' pasó a ostentar la baronía de la Castaña y 'Pinocho', modelado por un niño y no por Gepetto, se convirtió en héroe de una serie de aventuras.
El dicho "tienes más cuento que Calleja" se inspira, precisamente, en estos prolíficos, monárquicos y conservadores editores, responsables de la "primera multinacional del libro" que desde 1876 inundaron el mercado de obras infantiles con colecciones de hasta 300 títulos. Entre las "licencias" que los Calleja se tomaban en los cuentos que publicaban se encuentran las de cambiar los argumentos, los nombres y los finales: 'Hansel y Gretel' fueron 'Juanito y Margarita', 'El Barón Munchausen' pasó a ostentar la baronía de la Castaña y 'Pinocho', modelado por un niño y no por Gepetto, se convirtió en héroe de una serie de aventuras.
También decidió la Editorial Calleja que 'El soldadito de plomo', como premio a su devoción por la Virgen maña, no muriera fundido entre las llamas.