El País Vasco hará el centro de transporte que quería Burgos
El País Vasco hará el centro de transporte que quería Burgos
Las empresas locales lamental la "falta
de sensibilidad" de la Administración hacia un sector que mueve miles de
vehículos cada día
La
ubicación de un gran centro integral del transporte en Burgos capital
es un viejo proyecto barajado en sucesivas legislaturas municipales y
que ha llenado decenas de páginas de este periódico. Nunca mejor dicho, a
día de hoy es simple papel y además se puede quedar mojado ante el paso
en firme dado por la Diputación Foral de Guipúzcoa, que ha diseñado una
ciudad del transporte justo en el mismo eje viario terrestre que ha
hecho de Burgos uno de los pasos estratégico del norte de la Península
hacia y desde Europa.
A finales de agosto, la comunidad vecina anunciaba la puesta en marcha de un centro integral del transporte en la autopista AP-8, el principal paso junto a la frontera francesa de todos los vehículos pesados que hoy circulan en uno y otro sentido por la N-I y la autopista AP-1 (próxima a su liberalización). Concretamente, este complejo se repartirá entre dos espacios ubicados en las localidades guipuzcoanas de Astigarraga, para atender el tráfico hacia Irún, y Oiartzun, para hacer lo propio con el que entra en España. Tendrá capacidad para albergar en conjunto 545 camiones, lo que le sitúa como la infraestructura más importante de estas características de España.
Lo que aquí viene reivindicando el sector del transporte desde hace décadas, pues Burgos es paso obligado de una media diaria de más de 10.000 camiones en varias direcciones (Francia, Portugal y centro peninsular), allá se ejecutará en dos años y contará con un presupuesto de 11,2 millones de euros a cargo de la sociedad pública Bidegi. El complejo estará dotado con edificios multiservicios (restaurante, cafetería, supermercado, aseos, duchas, áreas recreativas, gasolineras, talleres, etc.) y con todas las facilidades telemáticas para atender a las flotas antes incluso de su llegada a los aparcamientos.
Tanto José Luis Olivella, presidente de la patronal Asebutra, como Eusebio de Miguel, presidente de Astracc, la asociación de transportistas de cargas completas de Burgos, se revuelven en el asiento al comprobar que otras comunidades autónomas y otras Administraciones entienden la importancia que tiene el sector transporte, el propio y también el de paso, y que ofrecen todas las facilidades posibles para que este tránsito genere economía real, es decir, actividad y empleo en el territorio. «Hay una clara falta de sensibilidad hacia el camión. Lo que algunos tanto critican, no solo da empleo a un conductor, sino a empresas de logística, mueve mercancías, industria, actividad económica y, por lo tanto, hay que cuidarlo».
A finales de agosto, la comunidad vecina anunciaba la puesta en marcha de un centro integral del transporte en la autopista AP-8, el principal paso junto a la frontera francesa de todos los vehículos pesados que hoy circulan en uno y otro sentido por la N-I y la autopista AP-1 (próxima a su liberalización). Concretamente, este complejo se repartirá entre dos espacios ubicados en las localidades guipuzcoanas de Astigarraga, para atender el tráfico hacia Irún, y Oiartzun, para hacer lo propio con el que entra en España. Tendrá capacidad para albergar en conjunto 545 camiones, lo que le sitúa como la infraestructura más importante de estas características de España.
Lo que aquí viene reivindicando el sector del transporte desde hace décadas, pues Burgos es paso obligado de una media diaria de más de 10.000 camiones en varias direcciones (Francia, Portugal y centro peninsular), allá se ejecutará en dos años y contará con un presupuesto de 11,2 millones de euros a cargo de la sociedad pública Bidegi. El complejo estará dotado con edificios multiservicios (restaurante, cafetería, supermercado, aseos, duchas, áreas recreativas, gasolineras, talleres, etc.) y con todas las facilidades telemáticas para atender a las flotas antes incluso de su llegada a los aparcamientos.
Tanto José Luis Olivella, presidente de la patronal Asebutra, como Eusebio de Miguel, presidente de Astracc, la asociación de transportistas de cargas completas de Burgos, se revuelven en el asiento al comprobar que otras comunidades autónomas y otras Administraciones entienden la importancia que tiene el sector transporte, el propio y también el de paso, y que ofrecen todas las facilidades posibles para que este tránsito genere economía real, es decir, actividad y empleo en el territorio. «Hay una clara falta de sensibilidad hacia el camión. Lo que algunos tanto critican, no solo da empleo a un conductor, sino a empresas de logística, mueve mercancías, industria, actividad económica y, por lo tanto, hay que cuidarlo».
Fuente: Diario de Burgos
