El Crowding out de Rajoy nos lleva al desastre.
El efecto desplazamiento (también conocido como efecto expulsión o crowding out) es una situación en la que la capacidad de inversión de las empresas se reduce debido a la deuda pública.
Al aumentar la deuda pública y la
emisión de títulos públicos, se desplaza la inversión privada. Este tipo
de desplazamientos suponen un trastorno en la condiciones financieras
ya que se reducen los recursos disponibles para la economia productiva.
Se dice entonces que la inversión privada está siendo “desplazada o
expulsada” por la pública.
El efecto desplazamiento también se
produce cuando suben los tipos de interés. El efecto desplazamiento se
basa en dos hechos economicos fundamentales: la fungibilidad del dinero y
la escasez de los recursos. Dada una capacidad productiva limitada, al
menos en el corto plazo, cualquier actividad adicional del Estado que
deba ser financiada lo será a costa de alternativas privadas.
El mecanismo de financiación en sí, ya
sea un aumento en los impuestos, una emisión de deuda o la creación de
dinero mediante inflación monetaria, siempre detraerá un valor
equivalente de usos alternativos de esos recursos productivos en manos
privadas.
Lo estamos viendo delante de nuestros
ojos. Toda la inversión de los particulares y de los bancos se
esta centrando en comprar deuda del estado o bonos patrióticos de las
autonomías. Bonos que solo sirven para pagar los intereses de los bonos
anteriores fruto de los agujeros insondables de unas administraciones
absurdamente sobreinfladas. Mientras tanto las empresas y los sectores
productivos ahogados por la falta de crédito y con sus cuentas de
resultados en recesión, despiden a sus trabajadores a un ritmo
acelerado.
La reforma laboral contribuye a contraer
aun más la demanda interna, sumiendo en el pánico a cualquier
trabajador que tenga un trabajo fijo pero al que ahora es muy facil y
barato despedir.
Más y más recortes asfixian a las
familias que ahorran todo lo que pueden atemorizadas por una situación
que no deja de empeorar. Esos ahorros, manejados por los bancos,
servirán para comprar mas deuda publica del estado improductiva a todas
luces. Mientras tanto, el equipo económico del gobierno, en su afán de
reducir el deficit, sigue contrayendo la economia de este pais con unas
medidas de austeridad que estan consiguiendo el efecto contrario al
esperado.
Cada día, el voraz estado consigue menos
recursos para reducir el deficit dada la espiral de caída económica que
padecemos. Cada día, la voraz administración, subasta bonos del estado
para financiarse, acrecentando una deuda multimillonaria que nos lleva a
la total bancarrota. Sin reducir sus salarios, sus beneficios, sus
prebendas. Sin suprimir sus flotas de vehiculos, sin reducir sus
repetidas administraciones, ni sus consejeros, ni sus lujos. Mientras el
pais empieza a morirse de hambre.
Y el mundo nos mira asustados porque el
agujero negro de destrucción de la económia productiva y del empleo no
dejan de acelerarse y amenazan a toda la unión europea. Si en enero,
este gobierno hubiese entrado en el parlamento y se hubiese dedicado a hacer NADA,
estariamos absolutamente mejor de lo que estamos ahora. Solo con que
hubiese dado confianza a los trabajadores, empresas y a la sociedad
en general, el consumo habria aumentado. Las inversiones fluirian. El
pais, no habria entrado en recesión. El paro no habria crecido
al increible ritmo en que lo ha hecho en este trimestre y estariamos con
indicadores positivos.
Los mayas tenían razon. En 2012 el mundo tal y como lo conociamos toca a su fín. Sino, al tiempo.
Fuente: elmonomundo.com