Burgos mengua en 151 habitantes al mes
Burgos mengua en 151 habitantes al mes - Foto: Luis Lopez Araico Luis López Araico
La tasa de crecimiento natural de la
provincia sigue en negativo en el primer semestre de 2018, con 2.100
defunciones, de las que 1.305 se producen fuera de la capital, frente a
1.190 nacimientos
La
diferencia entre nacimientos y defunciones es a los demográfos lo que
los latidos del corazón a los médicos.Cuanto menor ritmo, más se puede
vaticinar la cercanía de la muerte. Y hace años que Burgos da síntomas
de envejecer a pasos agigantados. Cada vez que el Instituto Nacional de
Estadística (INE) publica las cifras de Movimiento Natural de Población,
algo se quiebra en la tierra delCid. 1.190 bienvenidas a este mundo.
2.100 adioses para siempre.
La provincia merma al ritmo de 151 habitantes al mes, excluidos los movimientos migratorios.Esa es la diferencia media entre alumbramientos y muertes que se ha registrado en el primer semestre de 2018. 2017 se cerró con 4.016 defunciones y 2.453 partos, una diferencia también negativa (1.563) pero no tan acentuada, de 130 personas menos al mes (21 menos). La mayoría de las defunciones se producen fuera de Burgos, 1.305, pero ni siquiera en la capital los nacimientos -centralizados en el HUBU- ganan. Eso sí, al alza sigue la edad para tener el primer hijo, que ya se sitúa en 31,85 años.
Aunque no es consuelo, el saldo vegetativo está en números rojos también en todas las provincias de Castilla y León, que salvoGalicia es la comunidad autónoma que peor parada sale en esta estadística. León presenta la evolución más negativa, con 1.998 fallecimientos más que nacimientos, seguida de Salamanca, con 1.043 y Zamora, con 999. A Burgos, con 910 defunciones más que alumbramientos; le siguen Valladolid, 889; Palencia, con 674; Ávila, 634; Segovia, 385, y Soria, 325.
Tampoco amortigua el golpe demográfico la esperanza de vida, que disminuye. Los burgaleses pueden aspirar a permanecer en este mundo casi hasta los 84 años, 81 si son varones, 86,7 en el caso de las mujeres. Son muchos, pero menos que los recogidos por las estadísticas delINE en 2016 y 2015.El dato es especialmente llamativo en el lado femenino de la pirámide, por lo que de confirmarse la tendencia podría ser indicador de algún tipo de cambio en las costumbres y en la salud de las burgaleses.
Tampoco destaca el inicio de 2018 por el número de matrimonios, 394, si bien es verdad que en Burgos las parejas eligen mayoritariamente los meses de verano y otoño, por aquello de buscar el buen tiempo.El cómputo definitivo de 2017 arroja 1.145 bodas, 16 entre personas del mismo sexo.
La provincia merma al ritmo de 151 habitantes al mes, excluidos los movimientos migratorios.Esa es la diferencia media entre alumbramientos y muertes que se ha registrado en el primer semestre de 2018. 2017 se cerró con 4.016 defunciones y 2.453 partos, una diferencia también negativa (1.563) pero no tan acentuada, de 130 personas menos al mes (21 menos). La mayoría de las defunciones se producen fuera de Burgos, 1.305, pero ni siquiera en la capital los nacimientos -centralizados en el HUBU- ganan. Eso sí, al alza sigue la edad para tener el primer hijo, que ya se sitúa en 31,85 años.
Aunque no es consuelo, el saldo vegetativo está en números rojos también en todas las provincias de Castilla y León, que salvoGalicia es la comunidad autónoma que peor parada sale en esta estadística. León presenta la evolución más negativa, con 1.998 fallecimientos más que nacimientos, seguida de Salamanca, con 1.043 y Zamora, con 999. A Burgos, con 910 defunciones más que alumbramientos; le siguen Valladolid, 889; Palencia, con 674; Ávila, 634; Segovia, 385, y Soria, 325.
Tampoco amortigua el golpe demográfico la esperanza de vida, que disminuye. Los burgaleses pueden aspirar a permanecer en este mundo casi hasta los 84 años, 81 si son varones, 86,7 en el caso de las mujeres. Son muchos, pero menos que los recogidos por las estadísticas delINE en 2016 y 2015.El dato es especialmente llamativo en el lado femenino de la pirámide, por lo que de confirmarse la tendencia podría ser indicador de algún tipo de cambio en las costumbres y en la salud de las burgaleses.
Tampoco destaca el inicio de 2018 por el número de matrimonios, 394, si bien es verdad que en Burgos las parejas eligen mayoritariamente los meses de verano y otoño, por aquello de buscar el buen tiempo.El cómputo definitivo de 2017 arroja 1.145 bodas, 16 entre personas del mismo sexo.
Fuente: Diario de Burgos
