viernes, 19 de agosto de 2011

NO HAY SOLUCIÓN ASÍ A LA DOBLE FILA EN GAMONAL

Doble fila

No voy a quitar valor al plan que maneja el área de Tráfico del Ayuntamiento para modificar los aparcamientos en línea por el sistema de batería en siete calles de Gamonal para sacar más plazas y aminorar la doble fila. Pero me deja frío. Puede tener incidencia en que puntualmente se pueda aparcar más fácilmente en esos puntos, pero ninguna en absoluto sobre el fenómeno de la doble fila en Gamonal. Este problema tiene causas complejas y hunde sus raíces en el tiempo, pero baste con asumir que la doble fila es ya una costumbre asumida en el ADN del barrio de Gamonal. Como es prácticamente imposible que las causas que originan el problema se puedan eliminar por completo, cualquier intento por atajarlo está condenado de antemano. El principal problema de aparcamiento en lo que se puede considerar como el centro de Gamonal está en la sobreabundancia de coches frente a la falta de aparcamientos, en superficie o subterráneos. En aquellos superpoblados bloques de once plantas y cuatro o cinco puertas por piso que se construyeron en los 70 y 80 están hoy domiciliados centenares de vehículos y es inútil tratar de encontrar aparcamiento para todos; la doble fila es inevitable. A este problema hay que añadir la labor del Ayuntamiento que se origina en su nefasta ordenación urbanística de hace cuarenta años y se agrava hasta hace bien poco con la permisividad total y absoluta con la doble fila. A mayores, la remodelación de derminadas calles y zonas de Gamonal ha agravado la falta de aparcamientos. Me refiero claramente a la remodelación del pueblo de Gamonal donde han desaparecido más de un centenar de plazas de aparcamiento, más las que se comieron la reforma del parque de Fátima, la calle del mismo nombre y Santa Bárbara. Bien está que cambiando la alineación del aparcamiento se saquen más de cien plazas adicionales en siete calles, pero el problema sigue existiendo, se extiende en los Vadillos, G-3 y San Pedro de la Fuente y yo, al menos, no veo qué solución se le puede dar. Los coches seguirán existiendo aunque sus propietarios usen el transporte público, por ejemplo, y no hay suficientes aparcamientos subterráneos para acogerlos. Aunque se proyecten otros nuevos ya hemos visto la pobre acogida que despiertan porque es más cómodo y más barato dejar el coche en doble fila. Tampoco creo que este equipo de Gobierno quiera empezar su mandato enviando a la policía municipal a poner multas en Gamonal a los coches que duermen en doble fila para ir cambiando la costumbre. Así las cosas, sólo cabe reconocer que lo único que puede hacer es apretar más los coches y confiar en que la crisis frene a quienes quieren comprarse coche y no tengan plaza de garaje.

RICARDO GARCÍA URETA
Fuente: Correo de Burgos