lunes, 27 de junio de 2016

LA ABSTENCIÓN AYUDA AL P.P.

La regla se cumple: el récord de abstención ayudó al PP

La participación del 26-J será la más baja de la historia cuando se escrute el voto expatriado Salvo en 1989, la derecha se ha impuesto en los comicios siempre que la afluencia ha sido inferior al 70%

La regla se cumple: el récord de abstención ayudó al PP -   

Como era fácil de barruntar, la abstención en las elecciones generales del 26-J ha sido la más alta de la historia de la democracia. Para ser exactos, lo será cuando se escrute el voto de los españoles residentes en el extranjero, que hará bajar todavía más el69,8% de participación que se registró este domingo en las urnas. Pues bien, la regla ha vuelto a cumplirse: a menor movilización, el PP sale beneficiado. Salvo en 1989, la derecha se ha impuesto en los comicios legislativos siempre que la afluencia a las urnas ha sido inferior al 70%.
Un repaso a las 12 elecciones generales desde la de 1977 avala esta tesis. Con la excepción de la victoria socialista de 1989, cuando votaron el 69,74% de los electores, siempre que la participación ha sido inferior al 70%, la derecha ha sacado mejores resultados y se ha llevado la victoria.
Cierto es que la UCD de Adolfo Suárez (en 1977) y el PP de José María Aznar (en 1996) vencieron tras una gran afluencia a las urnas (el 78,83% y el 77,38% respectivamente), pero en el primer caso se venía de donde se venía, pues eran las primeras elecciones de la democracia, y en el segundo, los populares solo aventajaron al PSOE en 15 diputados y 290.000 votos. Además, la suma de socialistas, IU y otras fuerzas progresistas fue mayor en porcentaje de voto que la de las candidaturas conservadoras. Otro botón de muestra es que tanto Aznar como Rajoy forjaron sus mayorías absolutas por debajo del 69%.
LA LEY ELECTORAL
Aritméticamente, la abstención no tiene repercusión ninguna. Es decir, al aplicar la ley d’Hondt el cálculo se efectúa a partir del total de personas que han votado, no del total de personas que podían votar. Es decir, aunque haya acudido a las urnas menos gente, si el porcentaje de votos a cada partido hubiese sido el mismo que obtuvieron en los comicios del 20-D, el reparto de escaños habría sido también el mismo que hubo entonces. Ahora bien, políticamente la abstención tiene incidencia porque no repercute de forma uniforme. No todas las candidaturas se ven afectadas por igual.
Fuente: Correo de Burgos.