¿Austeridad?
Apoyo sin reservas todas las decisiones encaminadas a la austeridad en las administraciones públicas, pero el plan presentado esta semana por el equipo de Gobierno municipal me parece claramente insuficiente. No hay que engañarse; ahorrar 7 millones cuando la deuda del Ayuntamiento se eleva a 159 millones (a 31 de diciembre de 2010) más los casi 300 de los consorcios para la gestión de la variante ferroviaria y Villalonquéjar IV, es irrisorio.
Pero es que, además, tengo mis dudas sobre ese ahorro. Y es que a los 15 concejales que forman el equipo de Gobierno se van a sumar dos no electos, una posibilidad que contempla la Ley de Grandes Ciudades (también podría no haberse aplicado) y que el nuevo alcalde ha decidido aprovechar sumando así al equipo a Esteban Rebollo para el Área de Transportes y Movilidad y a José Antonio Antón para Festejos. Ayer, el portavoz del PP en el Ayuntamiento, Ángel Ibáñez, preguntado por cuál será la remuneración de ambos, aseguró que «se está estudiando». Pero no hay que olvidar que acudirán a comisiones, juntas de gobierno y plenos. Y no lo harán gratis.
Junto a ello hay otra cuestión por desvelar: el número de concejales con dedicación exclusiva, aunque es un secreto a voces que se incrementarán los tres que ha habido en las dos últimas legislaturas. Por lo tanto, más gasto. A este respecto me pregunto: ¿Por qué volver a darle dedicación exclusiva a una persona que ya la ha tenido en la anterior legislatura y no la ha ejercido? ¿Por qué otorgársela a algún concejal cuyas responsabilidades se mantienen o incluso se reducen, si en anteriores mandatos no la ha tenido y es, a todas luces, innecesaria? Es evidente que quien debería tener dedicación exclusiva por encima de todos los ediles es el vicealcalde, que asume el mayor peso después de Javier Lacalle, puesto que además de portavoz, es concejal de Fomento y de Instalaciones Deportivas. Y después, en su caso, los otros cuatro que coordinan grandes áreas. A la espera de conocer las respuestas a estas preguntas, me uno al consejo que lanzó el portavoz de UPyD, Roberto Alonso, en la toma de posesión del nuevo Ayuntamiento: «Gestionen la vida pública como lo hacemos en las familias y en las empresas».
Pero es que, además, tengo mis dudas sobre ese ahorro. Y es que a los 15 concejales que forman el equipo de Gobierno se van a sumar dos no electos, una posibilidad que contempla la Ley de Grandes Ciudades (también podría no haberse aplicado) y que el nuevo alcalde ha decidido aprovechar sumando así al equipo a Esteban Rebollo para el Área de Transportes y Movilidad y a José Antonio Antón para Festejos. Ayer, el portavoz del PP en el Ayuntamiento, Ángel Ibáñez, preguntado por cuál será la remuneración de ambos, aseguró que «se está estudiando». Pero no hay que olvidar que acudirán a comisiones, juntas de gobierno y plenos. Y no lo harán gratis.
Junto a ello hay otra cuestión por desvelar: el número de concejales con dedicación exclusiva, aunque es un secreto a voces que se incrementarán los tres que ha habido en las dos últimas legislaturas. Por lo tanto, más gasto. A este respecto me pregunto: ¿Por qué volver a darle dedicación exclusiva a una persona que ya la ha tenido en la anterior legislatura y no la ha ejercido? ¿Por qué otorgársela a algún concejal cuyas responsabilidades se mantienen o incluso se reducen, si en anteriores mandatos no la ha tenido y es, a todas luces, innecesaria? Es evidente que quien debería tener dedicación exclusiva por encima de todos los ediles es el vicealcalde, que asume el mayor peso después de Javier Lacalle, puesto que además de portavoz, es concejal de Fomento y de Instalaciones Deportivas. Y después, en su caso, los otros cuatro que coordinan grandes áreas. A la espera de conocer las respuestas a estas preguntas, me uno al consejo que lanzó el portavoz de UPyD, Roberto Alonso, en la toma de posesión del nuevo Ayuntamiento: «Gestionen la vida pública como lo hacemos en las familias y en las empresas».
Fuente: Diario de Burgos
