martes, 20 de agosto de 2013

NECESITAMOS AUTOBUSES NUEVOS

Para septiembre


En qué lugar de las ciudades modernas se queda la nuestra, cuando para completar las rutas de bus, tenemos que tirar de la segunda mano.

Autobuses de la hermana mayor, Madrid, que les retira a la chatarra donde nosotros rebuscamos. Menos mal que alguien se dio cuenta. Será cierto que es mejor esto que reparar los nuestros, pero el daño que se hace a nuestra moral de ciudad, resulta irreparable. Ahora que se nos había subido el pavo con lo de la gastronómica y otros menesteres. Las cuentas municipales están al rojo y no cuadra el debe y el haber. Mal estarán las cosas, cuando se sale por esta pata de banco. Concejalía que se la está buscando o bien pudiera ser que esté prendiendo cohetes artificiales para distraer la atenta mirada hacia otros asuntos que están por venir. En ciudades vecinas como Santander han parado obras emblemáticas. Su ayuntamiento ha retirado promesas que estaban en papel a la espera de tiempos mejores. Los ciudadanos saben perdonar promesas incumplidas cuando se demuestran los imposibles. Burgos de Nuevo Hospital. Burgos del Complejo de Caballería. Burgos del magnífico Bulevar que cubre las antiguas vías del tren. Burgos que exporta su marca a todo el mundo de la mano de Antolín, Pascual, San Miguel y otros más. Burgos del crecimiento urbanístico y los sueños rotos. Burgos de una industria milagrosa que se reparte en los dos polígonos a la que se le estrecha la puerta de salida y entrada, sin camino recto hacia  Europa y el Sur de España.

La línea se quiebra siempre en dirección hacia Valladolid. Burgos de donde parten las autovías  nuevas que no superan los diez kilómetros cuando caminan hacia el norte y se esconden en un embudo, olvidando pueblos como Quintanaortuño, de donde fue San Juan de Ortega. El santo que más caminos tendió y pueblos unió. Es como si una maldición nos mirase la yugular. Burgos que quizás cierre el aeropuerto.

Burgos que ha perdido Garoña como si nada. Burgos que será un poco más pequeño sin el Condado de Treviño. Ya se verá lo que suceda al final con el Tribunal Superior de Justicia. La Lora que nunca dio petróleo o no supimos pinchar más profundo para encontrarlo. Todo, en un lugar privilegiado o encrucijada de caminos, que es el lugar en el que se cruzan. Algo ha pasado en los últimos veinticinco años que la Ciudad ha vivido un falso espejismo del que todos tenemos una cuota de corresponsabilidad. Sin otra intención que pueda parecer oscura, nos queda mucha tarea a la vuelta. Para septiembre.

Fuente: Correo de Burgos

AGUSTÍN HERRERO