sábado, 3 de mayo de 2014

ESTA ES LA ACCESIBILIDAD QUE TIENE BURGOS

Una cuarta parte de la flota de buses no vale para discapacitados

C.M. / Burgos - sábado, 03 de mayo de 2014
15 vehículos deficientes. La rampa para facilitar el acceso en silla de ruedas no funciona desde hace mucho tiempo
El mal estado en el que se encuentra la flota de autobuses urbanos es un hecho que prácticamente ya nadie cuestiona y urge una solución a corto plazo. Los usuarios y también los conductores sufren día a día las consecuencias de las continuas averías de este servicio público tan necesario para desplazarse de un lado a otro de la ciudad pero si hay un colectivo especialmente perjudicado por esta situación es el de los discapacitados.
De los 62 vehículos con los que cuenta, 15 tienen estropeada la rampa, una cuarta parte, lo que les convierte en inaccesibles para personas con problemas motóricos. Esta situación no es nueva y se viene arrastrando desde hace tiempo sin que desde el Servicio de Accesibilidad, Movilidad y Transporte Urbano (Samyt) solucione el problema. Arreglar las rampas requiere el envío de piezas, que son caras y tardan en llegar, situando cada reparación en un coste cercano a los 7.000 euros. De modo, que el problema en lugar de solucionarse va en aumento. A ello se añade que 27 autobuses fueron adquiridos mediante el sistema de rénting y deben ser devueltos en 2016 y que el resto de la flota tienen una antigüedad superior a los diez años.
El concejal socialista Carlos Andrés Mahamud denuncia esta situación en cada consejo de administración del Samyt sin obtener respuesta. «No son averías puntuales. Algunos vehículos llevan años con la rampa estropeada. Si todos los ciudadanos necesitan este servicio público, más las personas con discapacidad porque en algunos casos es su único medio para poder moverse. Pedimos un poco más de sensibilidad por parte del Samyt», apuntó.
Desde la Federación de Asociaciones de Dicapacitados Físicos (Fedisfibur), que engloba a 9 organizaciones y más de 2.000 socios, se han enviado escritos alertando del mal funcionamiento de las rampas y de los ‘arrodillamientos’ (el apoyo de las mismas) desde noviembre de 2012 tanto al Samyt como al alcalde tras recoger las quejas presentadas por sus asociados pero la situación sigue igual.

Mejor el sistema manual

Además de que se reparen, el colectivo pide que se subsanen las deficiencias de algunas de las rampas porque son excesivamente cortas y en ocasiones no se alinean a cota cero con la marquesina ni con el bordillo de la acera. También sugieren reemplazar las que tienen un mecanismo automático por otro manual para evitar el mal funcionamiento, instalar plataformas en las marquesinas de los autobuses para evitar que los usuarios de sillas de ruedas tengan que subir y bajar en la carretera con el consiguiente peligro. Finalmente, reclaman que se forme o informe a los conductores sobre las personas que tienen prioridad a la hora de acceder al autobús y ocupar una plaza reservada para personas con movilidad reducida para evitar discriminación o vulneración de sus derechos.
Cada autobús dispone de una plataforma con cinturones de seguridad reservada para 1 o 2 sillas de ruedas, que se encuentra ubicada en la parte central, y de un pulsador exterior para que se despliegue la rampa de acceso y otro interior de solicitud de parada con extensión de la rampa.
Los usuarios se ven obligados a llamar en muchas ocasiones a la Oficina de Movilidad para confirmar si la rampa del autobús que están esperado en la parada funciona. Si no lo hace tienen que esperar la llegada de otro vehículo porque si está estropeada los conductores no permiten que el usuario suba ayudado de su familiares debido a que si hay un accidente el seguro no lo cubre.
Fuente: Diario de Burgos