Aranda y Salas salen a la calle para exigir el fin de los recortes sanitarios
El hospital Santos Reyes pierde otros tres facultativos a lo largo del fin de semana
De un tiempo a esta parte, las concentraciones ciudadanas en la
provincia de Burgos contra los recortes sanitarios se han convertido en
una estampa habitual de los fines de semana. Ayer les tocaba el turno a
dos comarcas afectadas por la pérdida de facultativos médicos sin que la
Junta de Castilla y León se plantee su reposición. Como era de esperar,
la manifestación convocada en Aranda de Duero a las 6 de la tarde
congregó a miles de personas -en torno a 7.000 según los organizadores-
que reivindicaron una «sanidad pública y de calidad» en la Ribera y la
construcción del nuevo hospital que la ciudad lleva años esperando.
La marcha, convocada por las asociaciones vecinales, colectivos
sanitarios y corrientes sindicales contó con el apoyo de todos los
grupos políticos, inclusive el equipo de Gobierno del Partido Popular.
No en vano, los organizadores denunciaron durante la concentración que
el Ayuntamiento no les había facilitado una toma de luz suficiente para
instalar la megafonía, por lo que tuvieron que recurrir a un bar
cercano. Fue entonces cuando la alcaldesa, Raquel González, pidió
intervenir para manifestar que no le constaba dicha solicitud. Sin
embargo, lejos de calmar los ánimos, recibió una «sonora pitada» por
parte de los manifestantes.
Entre los asistentes se encontraba el procurador de Ciudadanos en las
Cortes regionales, José Ignacio Delgado, quien no dudó en señalar que
la Junta está «poniendo en riesgo el mínimo servicio sanitario a la
población» al no asumir un «mal estructural» que se traduce en la
pérdida de especialistas y médicos de Atención Primaria por traslados o
jubilaciones. En cuanto al nuevo hospital, criticó los «retrasos» y la
enmienda de la formación naranja para inyectar otros 200.000 euros a un
proyecto que corre «peligro» porque «no se están dando los pasos
adecuados.
Entretanto, las bajas no cesan en el Santos Reyes. De poco ha servido
incorporación de una segunda dermatóloga el jueves y la llegada, en
enero, de una oncóloga y de dos oftalmólogas que han conseguido ya el
visto bueno de Extranjería, así como de un nuevo profesional de
Urgencias pendiente de firmar el contrato. El motivo, según ha podido
saber este periódico, radica en la marcha del primer dermatólogo el 1 de
diciembre y la pérdida, confirmada a lo largo de este fin de semana, de
un internista y un ginecólogo.
Consciente de este déficit, el director médico del hospital, Evaristo
Ruiz, plantea el desarrollo de un decreto para favorecer este tipo de
servicios comarcales. Así, una vez aprobado el examen obligatorio se
tendría en cuenta el baremo de méritos. «Un médico quiere plaza en
propiedad y no ser interino. Si el tiempo computase el doble y hubiera
una mayor rotación, con concursos de traslados periódicos, habría más
movilidad y este tipo de hospitales saldrían reforzados», justifica
convencido de que en este tipo de hospitales más pequeños es donde se
más aprende porque «se ve de todo.
«Sobrecarga» laboral
Bajo la misma premisa, la plataforma Demanda Dignidad reunía ayer a
última hora de la mañana en Salas de los Infantes a cerca de un millar
de personas preocupadas por la reciente pérdida de una plaza médica y la
reducción de las consultas semanales en su Zona Básica de Salud. Según
el portavoz de la agrupación, Andrés Contreras,la amortización de dicha
plaza conllevará la inevitable «sobrecarga» de los facultativos que
prestan asistencia en 33 consultorios y 55 pueblos.
Ante una situación cada vez «más precaria» en una comarca con una
población «envejecida» que en muchos casos sufre «pluripatologías» y que
carece de medios de transporte, la plataforma no descarta la
posibilidad de contactar con otras asociaciones de la provincia para
organizar una concentración masiva en Burgos capital.
Fuente: Diario de Burgos