Fernández Santos no estará en la lista municipal del PSOE
-
Ya ha comunicado su decisión al candidato y secretario local, Daniel de la Rosa
El concejal socialista
Antonio Fernández Santos abandonará su escaño en el salón de plenos del
Ayuntamiento de Burgos al finalizar esta legislatura. A pesar de que
aparecía como potencial ‘número 3’ de Daniel de la Rosa en la lista que
fue presentada ayer a la asamblea local -para lo que dio su beneplácito
inicial-, el veterano edil ha comunicado al candidato socialista a la
Alcaldía y secretario local que no figurará en la plancha electoral del
26-M.
La decisión supone un duró revés para el propio De la Rosa, que pierde así a su concejal más activo, al que más y mejor ha conocido de los asuntos municipales y al que le ha prestado los consejos más rentables, amén de ser el engranaje de todas las negociaciones con el resto de partidos, y particularmente con el Ejecutivo local (consorcios, autobuses, inversiones...).
Las razones por las que Fernández Santos renuncia voluntariamente a un escaño que tiene garantizado son de índole personal, pero tienen connotaciones políticas ya que podría no sentirse suficientemente valorado -ni respaldado- por algunos responsables del Partido (no es el caso de De la Rosa, con el que estaba dispuesto a seguir trabajando y que le quería seguir teniendo cerca), sobre todo al comprobar el resultado de las votaciones efectuadas por la asamblea, en la que ediles que han tenido y mantenido un perfil bajo esta legislatura salían mejor parados que él.
Antonio Fernández Santos tiene una dilatada carrera política que le llevó a ser alcalde de Trespaderne (1979-1986), director provincial de Educación (1986-1996) y concejal capitalino desde 1999, cuando formó en el gobierno de Ángel Olivares. También fue diputado provincial entre el 83 y el 86. Es el mejor conocedor de asuntos relacionados con el Urbanismo del Grupo Municipal Socialista y también el que más recorrido tiene en áreas como Movilidad, Hacienda o incluso Deportes.
La decisión supone un duró revés para el propio De la Rosa, que pierde así a su concejal más activo, al que más y mejor ha conocido de los asuntos municipales y al que le ha prestado los consejos más rentables, amén de ser el engranaje de todas las negociaciones con el resto de partidos, y particularmente con el Ejecutivo local (consorcios, autobuses, inversiones...).
Las razones por las que Fernández Santos renuncia voluntariamente a un escaño que tiene garantizado son de índole personal, pero tienen connotaciones políticas ya que podría no sentirse suficientemente valorado -ni respaldado- por algunos responsables del Partido (no es el caso de De la Rosa, con el que estaba dispuesto a seguir trabajando y que le quería seguir teniendo cerca), sobre todo al comprobar el resultado de las votaciones efectuadas por la asamblea, en la que ediles que han tenido y mantenido un perfil bajo esta legislatura salían mejor parados que él.
Antonio Fernández Santos tiene una dilatada carrera política que le llevó a ser alcalde de Trespaderne (1979-1986), director provincial de Educación (1986-1996) y concejal capitalino desde 1999, cuando formó en el gobierno de Ángel Olivares. También fue diputado provincial entre el 83 y el 86. Es el mejor conocedor de asuntos relacionados con el Urbanismo del Grupo Municipal Socialista y también el que más recorrido tiene en áreas como Movilidad, Hacienda o incluso Deportes.
Fuente: Diario de Burgos