El precio de la compra empieza a subir y desaparecen las ofertas
Durante los últimos días, se perciben en los tickets de la compra pequeñas alzas de precios en algunos productos básicos.
Por el contrario, han desaparecido las ofertas en los hipermercados,
tanto físicos como online. El Gobierno lleva tiempo queriendo saber si
hay subidas significativas. De hecho, instó a la Comisión Nacional de
los Mercados y la Competencia (CNMC), justo antes de que empezara la
situación del estado de alarma, a que vigilara los precios de los productos de primera necesidad, sobre todo de los alimentos, porque existe la percepción de que hay leves pero sucesivas subidas de precios en determinados alimentos.
Con este encargo, el organismo que dirige José María Marín
Quemada está monitorizando precios en distintas cadenas de distribución
para analizar la situación y decidir si se puede abrir un expediente
sancionador contra las empresas que realizan estas prácticas, en caso de
que se produjesen subidas ilógicas que no correspondan a las leyes de
mercado.
Ninguna consultora ha realizado estos días un análisis
exhaustivo que analice los precios en las cadenas de distribución.
Únicamente la patronal de agricultores COAG ha analizado diversos
productos, primando frutas y hortalizas, para demostrar lo poco que
cobran los agricultores en origen. Con su seguimiento, ha verificado que
se han dado subidas de hasta el 45,7% en determinados productos en
marzo de este año respecto al mes anterior (ver gráfico adjunto).
Rubén Sánchez, presidente de Facua, explica que “nos han
llegado bastantes quejas de que hacer la compra resulta más caro estos
días, pero al no presentarnos comprobantes resulta difícil iniciar una
investigación, entre otros motivos porque es muy difícil, mejor dicho,
casi imposible, conocer los precios en los lineales de los supermercados
o en sus tiendas online de hace unas semanas”.
Los datos que ofrece el Instituto Nacional de Estadística
(INE) cada mes cuando recoge precios para elaborar el IPC ya apuntaban
desde hace una temporada pequeños repuntes en algunos productos
alimenticios concretos. Por ejemplo, en los datos ofrecidos el miércoles
pasado se registraban subidas del 2,5% en alimentos y bebidas no
alcohólicas el pasado mes de marzo.
La postura de las asociaciones de consumidores ha ido
variando conforme avanzan las semanas de confinamiento. La Organización
de Consumidores y Usuarios (OCU) emitió un comunicado a finales de marzo
en el que recogía que no había alzas significativas las dos primeras
semanas, tras hacer un control sobre una cesta de la compra online con
25 productos en seis ciudades españolas.
Sin embargo, durante los días de Semana Santa siguió
analizando ese grupo de 25 productos de alimentos y droguería y detectó
“algunas subidas en determinados productos”. Por ejemplo, percibió
subidas puntuales en las naranjas en Carrefour y Día, o en las conservas
de pescado en El Corte Inglés.
Pero no son las únicas cadenas de distribución que han
aplicado ligeras subidas en frutas y hortalizas. Este diario ha
comprobado in situ que en el Mercadona de Las Tablas, en el norte de
Madrid, por ejemplo, la bolsa de 6 kilos de naranjas ha pasado de costar
5,34 euros el pasado 3 de abril a 5,70 euros el 13 de abril, justo
después de los días festivos, lo que representa un alza del 6,74%. O los
pimientos verdes de freír, que pasaron en las mismas fechas de 1,89
euros el kilo a 1,99 euros, lo que supone un incremento del 5,29%.
Por el contrario, en una comparativa de los pedidos de una
familia de cuatro miembros en Barcelona que hace la compra online
habitualmente en Condis no se perciben alzas significativas.
“Ese es el problema: que hay que comparar exactamente el mismo producto y en la misma cadena,
si no resulta muy difícil llegar a conclusiones”, matiza Sánchez, de Facua.
si no resulta muy difícil llegar a conclusiones”, matiza Sánchez, de Facua.
Por su parte, David Gracia, portavoz de Anged, la patronal
que aglutina a grandes superficies como el Corte Inglés, Carrefour,
Eroski y Alcampo, admite que “puede haber subidas puntuales”, pero
atribuye estas alzas a “la escasez de materia prima, el encarecimiento
de los costes de producción en origen, la tensión en la cadena logística
y otros problemas operativos que están incidiendo en la productividad
de toda la cadena”. De forma contundente asegura que “las empresas de
distribución no han modificado sus márgenes comerciales”.
Algunas de esas insignias defienden a título particular que
durante el estado de alarma no ha habido incrementos significativos de
precios, pero sí admiten que durante el último mes ha habido momentos en
los que hacer la compra por internet era imposible por el colapso de la
web o la falta de horarios de reparto. Los últimos días, la situación
se ha ido normalizando. Esa realidad también la percibe la OCU, que
denuncia que “la alta demanda de pedidos online por el estado de alarma
está provocando muchos retrasos. Se han detectado largas esperas tanto a
la hora de realizar el pedido por internet como en la fecha de entrega a
domicilio, que pueden llegar a superar la semana”, apuntan.
En general, la gente percibe en el último mes pequeñas
subidas o falta de determinados productos. “De lo que me he dado cuenta
es que faltan marcas blancas. En el caso de la leche, en Ahorra Más tuve
que comprar Lauki, en Amazon Prime Now, President y en Hipercor, Puleva
Calcio porque no había otras marcas más baratas”, señala Mónica de
Tomás, ingeniera de una multinacional.
“En la compra online te sustituyen el que has elegido por
otro producto. No sé si puede darse picaresca o no detrás de esa
práctica. En lo que llevamos de confinamiento yo he salido dos veces a
hacer la compra y, más que subida de precios, percibo que tienes que
hacer la compra sobre la marcha con un plan B porque la mitad de las
cosas que buscas no están”, comenta Mayte Rodríguez, maquilladora. Al
principio desaparecieron los rollos de papel higiénico y estos últimos
días, los paquetes de harina de un kilo y la levadura han sido difíciles
de encontrar en los lineales porque la demanda de estos productos se ha
disparado un 190%.
Lo que está claro es que los agricultores son los
que más se quejan de las continuas alzas. Andrés Góngora, responsable de
frutas y hortalizas de COAG, pone de relieve algunos productos. “Por
cada kilo de naranja recolectada, el agricultor obtuvo 0,25 euros en
febrero y 0,27 euros en marzo, mientras que el comercializador al
público lo vendió por 1,55 euros en febrero y por 1,82 euros en marzo.
En el caso de las mandarinas, “los precios en origen subieron un 13,7% y
en destino, un 45%. En ambos casos, la brecha entre lo que percibe el
agricultor y el vendedor ha llegado a multiplicarse por hasta siete
veces”, sentencia.
Con la actual estructura del Gobierno central, hay
dos ministerios que están al acecho de lo que pueda suceder en estos
días de confinamiento. Por un lado está Consumo, que capitanea Alberto
Garzón. Desde su departamento insisten en que el Gobierno ya ha actuado
donde se han visto precios desorbitados, como es el sector de las
funerarias, donde se ha puesto un tope de precios. “En el ámbito de los
productos sanitarios básicos, donde también se observan alzas, ya se
está preparando la normativa para atajarlo”, apuntan. De hecho, una
mascarilla de las más sencillas se vendía antes de la crisis del
coronavirus en las farmacias a 30 céntimos y ahora superan los dos
euros.
Desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y
Alimentación, que dirige Luis Planas, señalan que “no nos consta ningún
comportamiento anómalo en los puntos de venta”. No obstante, siguen muy
de cerca los datos mensuales del Instituto Nacional de Estadística
(INE), en los que sí se perciben alzas los últimos meses.