8.000 muertes sin contabilizar: así evoluciona el exceso de fallecidos en España y en cada autonomía
Monitorizamos cada día las muertes totales para seguir el impacto real de la pandemia
Entre el 1 de marzo y el 10 de abril en España se han registrado
24.000 muertes más de las esperadas en una situación normal por todas
las causas, lo que supone un 50% de exceso. Eso incluye 15.800 muertes
confirmadas de covid-19, pero hay otras 8.200 que constan en los
registros civiles y no cuentan como víctimas del coronavirus aunque
muchas lo serán probablemente.
El dato de 15.800 fallecidos por covid-19, que ofrece el Ministerio
de Sanidad, se refiere a las personas sometidas a una prueba de
diagnóstico. Eso es solo una parte del total: hay personas que fallecen
sin llegar a ser testadas, otras que mueren fuera de los hospitales, en
sus domicilios o en una residencia y que no suelen recogerse en la
estadística oficial. ¿Pero cuántas son en realidad?
La mejor estimación de las muertes la ofrecen los registros civiles.
Sus datos los recoge el Sistema de Monitorización de la Mortalidad
(MoMo) del Instituto de Salud Carlos III e indican que este año lo
normal hubiese sido que hasta abril falleciesen unas 145.000 personas.
La realidad es que el día 10 de ese mes, con datos ya consolidados, las
muertes superaban ya las 152.000. Es el coste de esta crisis hasta
ahora.
El exceso de muertes seguirá aumentando probablemente durante las
próximas semanas. Una de las pegas de los datos de los registros civiles
de las comunidades autónomas es que las muertes se notifican con dos o
tres días de retraso. En la crisis actual esos tiempos se han dilatado.
Teniendo esto en cuenta, hemos limitado nuestro análisis a lo ocurrido
hasta hace dos semanas. Actualizaremos estas cifras diariamente.
El exceso de muertes se calcula a partir de modelo un matemático que
calcula las muertes esperadas, es decir, las que deberían producirse en
condiciones normales. Suele repuntar durante las olas de calor de verano
o con fuertes epidemias de gripe. En esta crisis el exceso acabará por
superar todos esos sucesos. Algunos registros civiles no están
informatizados lo que infraestima las muertes en estos lugares,así que
hemos ajustado sus cifras usando datos del INE como explicamos en la
metodología.
No es la única señal de que en las cifras oficiales faltan fallecidos
por covid-19. Algunas comunidades han empezado a publicar el dato de
fallecidos en hospitales, residencias u hogares con diagnóstico
compatible con enfermedad por coronavirus, como Madrid esta semana o Cataluña a mediados de abril.
Los datos del MoMo ponen de manifiesto que el coste en vidas de esta
crisis tiene claras diferencias por regiones. Hay tres grandes grupos de
comunidades. En Madrid, Castilla-La Mancha y Castilla y León, se están
registrando el doble de muertes de las esperadas. En Madrid, el exceso
muestra que hay más de 4.000 personas que es probable que hayan muerto
por covid-19 pero no constan en la estadística oficial.
Otras comunidades autónomas donde el virus brotó primero han podido
controlar con menor daño la pandemia. En La Rioja donde se encontró uno
de los primeros brotes entre los asistentes a un funeral se observa un
exceso de muerte del 61% en las últimas semanas. En Navarra sufrieron un
repunte en los fallecimientos hace una semana y registran un exceso del
77%. En Cataluña o País Vasco el número absoluto de muertes ha sido
mayor, pero también lo era el de muertes esperadas y su exceso ha
rondado el 40%.
Entre las regiones menos golpeadas por el virus destacan Canarias,
Murcia, Galicia o Andalucía donde su exceso no llega al 10%. Comunidad
Valenciana, con 1.197 muertes registradas hasta el 10 de abril, ronda el
20% de exceso.
Además del retraso en las notificaciones, otra razón para pensar que
el impacto de esta crisis ha sido aún mayor es que la previsión de
muertes esperadas no está pensada para un confinamiento. Es posible que
anticipe muertes que en la situación actual no se están produciendo,
como las producidas por accidentes de tráfico, por ejemplo, que han
bajado a su mínimo histórico.
Pero en el exceso de muertes que acabe registrando el MoMo también
puede haber algunas que no sean estrictamente atribuibles a la
enfermedad. Es posible que la saturación del sistema de salud en los
peores momentos —ambulatorios, hospitales— haya aumentado las muertes
por otras patologías. Y el confinamiento o el miedo a ir a un hospital
puede estar retrasando las visitas al médico. El verdadero exceso de
muertes por covid solo lo conoceremos con cierta precisión en el futuro,
cuando puedan analizarse las muertes registradas según diferentes
causas (el INE suele hacer pública esa información de forma anual).
Los datos de MoMo revelan que el exceso de muertes registrado durante
la actual crisis no tiene comparación con nada ocurrido en los últimos
dos años. En el verano de 2018 se aprecia un exceso de muertes en los
meses cálidos, debido a una ola de calor. Y en enero de 2019 se ven los
efectos probables de un brote de gripe. La ola de calor pudo provocar un
exceso de muertes sobre las esperadas del 2% (unas 700) y la gripe, del
4% (unas 3.000). Durante la crisis del coronavirus se han registrado
más de 24.000 muertes no esperadas (50%) con la población totalmente
confinada desde el 15 de marzo. Sin esas restricciones el total de
fallecidos sería aún mayor.
Fuente: El País