domingo, 22 de enero de 2017

¿ QUÉ ESTA PASANDO CON BURGOS?

El padrón municipal certifica la sangría poblacional de Burgos

El padrón municipal ratifica que la provincia perdió 3.007 habitantes en 2015 (un 0,82 por ciento) hasta quedarse en 360.995 habitantes

La tendencia se traslada a la práctica totalidad de los grandes municipios

Es el séptimo descenso poblacional consecutivo que se registra en Burgos

El padrón municipal certifica la sangría poblacional de Burgos
     Burgos continúa perdiendo población. GIT 
En realidad no ha sido una sorpresa. Todos los avances y previsiones indicaban en esa dirección. Pero no por ello deja de ser preocupante, ni mucho menos. El padrón municipal publicado esta semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE) ratifica con datos oficiales la sangría poblacional que continúa sufriendo Burgos desde que estallara la crisis económica. Y es que, a 1 de enero de 2016, los 371 municipios de la provincia contaban con un total de 360.995 habitantes empadronados, una cifra ligeramente superior a la planteada en el cálculo inicial, pero significativamente inferior a la registrada a principios de 2015.
Burgos toco su particular techo en 2009 con 374.808 habitantes
En total, durante el último año del que se tiene constancia oficial (el padrón se emite con más de doce meses de retraso) la provincia perdió 3.007 habitantes, es decir, un 0,82 por ciento. En un primer vistazo, el impacto de este dato pudiera parecer escaso, sin embargo, cuando se habla de flujos poblacionales, un descenso anual de este calibre se ha de analizar desde otro prisma. Y más si cabe si, tal y como sucede con Burgos, se trata del séptimo descenso consecutivo.
En 2009, y a rebufo todavía de los años de bonanza y de la llegada de inmigrantes, Burgos tocó su particular techo poblacional. A principios de ese año, la provincia contaba con una población de 374.808 habitantes, es decir, 13.813 (un 3,6 por ciento) más que a principios de 2016. En solo siete años.
Sin embargo, a diferencia de los flujos registrados en los últimos estudios, si por algo destaca el último padrón municipal es por la pérdida de población nacional. A saber, durante los años más duros de la crisis, cientos -miles- de inmigrantes hicieron las maletas ante la falta de oportunidades y se buscaron la vida en otros lugares, siendo, hasta cierto punto, responsables de esa pérdida de población. En el último padrón, no obstante, la tendencia se ha revertido. O si lo prefieren, equilibrado. Y es que, de los 3.007 habitantes que ha perdido la provincia, sólo 90 eran de origen extranjero, cuyo colectivo alcanzaba a principios de 2016 los 26.675 habitantes.

En todos los rincones

Lo que no cambia, o no de manera drástica, es el reparto poblacional en los diferentes núcleos de población. Cierto es que la sangría está castigando especialmente a municipios como Briviesca, pero también es cierto que la práctica totalidad de las localidades de cierta relevancia en la provincia han perdido población. En la capital, por ejemplo, estaban empadronados a principios del año pasado 176.608 personas, es decir, 492 menos que un año antes (un 0,2 por ciento).
En Miranda, con 35.922 habitantes censados, el descenso ha sido de 251 (un 0,7 por ciento), mientras que en Aranda, con 32.621 habitantes, el descenso ha sido de 259 (un 0,78 por ciento). Briviesca, por su parte, ha perdido 187 habitantes (un 2,6 por ciento) hasta quedarse en 6.942, una situación que también se repite en los otros dos grandes municipios de la provincia, como son Medina de Pomar (118 habitantes menos) y Villarcayo (93 vecinos menos).

Menos jóvenes

Con todo, la tendencia a la baja viene acompaña de otro dato demoledor, como es la paulatina, pero también significativa pérdida de población joven. En un sólo año, la provincia ha perdido 643 habitantes menores de 10 años, mientras que la población en los tramos de edad más avanzados sufre menos la situación, lo que arroja un futuro nada prometedor.
Sea como fuere, la tendencia de Burgos mantiene la misma línea que la de Castilla y León en su conjunto, que en 2015 perdió la friolera de 24.533 habitantes, lo que supone prácticamente un descenso del 1 por ciento, la caída más pronunciada de las registradas en toda España.
Fuente: BurgosConecta.es