domingo, 19 de agosto de 2018

LOS CIUDADANOS NO DEBEMOS SUBVENCIONAR VIAJES A NADIE

Ir y volver a Barcelona volando cuesta 560

euros públicos

  

El rendimiento de la línea sostenida con fondos municipales es pírrico. Cuesta más dinero que pagar a los viajeros vuelos a Nueva York o Dubai desde Madrid

 Cada viaje de ida y vuelta a Barcelona desde el aeropuerto de Villafría sale más caro que ir desde Madrid a Nueva York y regresar a la capital de España. La diferencia  real es que el cliente de la compañía (Air Nostrum en el caso de la ruta Burgos-Barcelona e Iberia y Norwegian como las más competitivas para el Madrid-Nueva York) no lo percibe, pero la realidad, como los números, es tozuda y se está mostrando diáfana con los primeros datos reales de pasajeros de Air Nostrum en lo que va de verano.
El punto de partida de esta situación hay que buscarlo en dos precedentes políticos. Primero, el contrastado error del PP de adjudicar operativas a a compañías sin las mínimas garantías de cumplimiento, lo que acabó hundiendo la fe de los usuarios y de las agencias de viajes en el trabajo de ‘promoción’ de la terminal burgalesa. Segundo, el bloqueo de la oposición a maniobras de resurrección como la planteada por Ryanair, que pedía un millón de euros al año para recuperar la ruta con Barcelona y trazar un puente internacional. Era caro, dijeron.
Las urnas dinamitaron la mayoría absoluta de los ‘populares’ y fragmentaron el salón de plenos, devolviendo a todos los partidos voz y voto en la nueva sociedad de promoción de la ciudad. Y ahí es donde los políticos dijeron sí a pagar a Air Nostrum 1,2 millones de euros al año para que conectara Burgos con Barcelona entre junio y octubre con tres frecuencias semanales y en horario de tarde. Para hacerse cargo del éxito de la ‘negociación’, basta comprobar que Air Nostrum únicamente recibió 15 puntos sobre 100 posibles en la valoración de su oferta, pero fue la única compañía que se ofreció a hacerlo y, obvio, impuso sus condiciones. Los políticos, por su parte, se justificaron diciendo que Villafría está muy tocado y este es el peaje para recuperarlo.
Eso son argumentos, y como tal pueden aceptarse o no, pero lo que es indudable es que Burgos está desembolsando una fortuna en comparación con lo que pagan otras capitales para insuflar vida a los aeropuertos que pelean por salir del bloque de las diez terminales menos utilizadas de toda la red de Aena. El caso más claro, más cercano y más sangrante es el de León. Allí también utilizan dinero público para que Air Nostrum opere vuelos. Allí también pagan 1,2 millones de euros. Pero allí, a diferencia de aquí, tienen el quíntuple de vuelos, seis destinos (Barcelona, Palma, Menorca, Gran Canaria, Ibiza y Málaga) y la ruta con la Ciudad Condal abre todo el año. A cambio, pagarán exactamente lo mismo que Burgos a la misma compañía (ver DB del 9 de abril).
en números. La consecuencia directa es el rendimiento que se le saca al dinero público en la capital leonesa y lo que se obtiene a menos de 200 kilómetros. En términos de viajeros, Air Nostrum ha movido 29.701 pasajeros desde León entre enero y julio de este año, 17 veces más de lo que ha movido desde Burgos (1.749). Esas son las cifras oficiales, reales y contrastables que maneja Aena respecto a la actividad de Air Nostrum, que no es lo mismo que la actividad de todo el aeropuerto de Burgos. Porque esa es otra.
En julio se registraron 1.637 pasajeros desde Villafría (que salieron o llegaron, se entiende). Visto en modo estadístico, supone un crecimiento del 71,1% respecto al mismo mes del año anterior. Una versión de los hechos pasaría por decir que la terminal burgalesa remonta el vuelo gracias a la subvención a Air Nostrum, pero es que esos 1.637 pasajeros no operaban con la filial de Iberia. No todos, al menos. Así, tal y como reflejan los datos oficiales, en julio fueron 950 los pasajeros que movió la aerolínea con salida o destino en Burgos (y Barcelona, en pasiva). El resto se corresponde con las operaciones de la aviación privada o servicios como el helicóptero de Sacyl. Y aquí regresamos al contrato de marras.
El acuerdo entre Promueve Burgos (sociedad municipal que tanto promueve que ni siquiera tiene página web) y Air Nostrum implica el pago de 1,2 millones por operar tres vuelos semanales (ida y vuelta) entre Burgos y Barcelona durante el periodo que va de junio a octubre, ambos incluidos. O lo que es igual: 240.000 euros por cada mes de operatividad. El contrato se extiende por dos años (este es el primero) con la posibilidad de una prórroga.
Los 240.000 euros correspondientes al mes de julio (a la espera de agosto, probablemente el de mayor ‘rendimiento’ de la línea) supone que se pagaron 253 euros por pasajero (506 por cada viaje de ida y vuelta) de dinero público a sumar al importe del billete que abonara cada comprador. La cifra es todavía más demoledora si se toma como referencia el mes de junio, que salvo sorpresa será mejor que octubre y, quizás, septiembre. En el primer mes de funcionamiento de la línea, Air Nostrum transportó a 759 viajeros con destino o salida en Burgos. En ese caso, el coste de dinero público fue de 316 euros por pasajero, o lo que es igual: 632 euros por cada vuelo de ida y vuelta más lo que pagara cada usuario a título particular. La media de ambos meses es de 280 euros por trayectos (560 por ida y vuelta).
la comparación. El ‘peaje’ al que aluden los políticos para justificar el acuerdo está saliendo caro. Tanto que si lo trasladamos al mercado actual, se está pagando para volar a Barcelona dinero público suficiente como para enviar a esos pasajeros a casi cualquier capital del mundo. La mejor oferta de Air Nostrum para un vuelo de ida y vuelta a Barcelona (ida un lunes y regreso una semana después en septiembre) es de casi 100 euros sin maleta facturada ni asiento asignado. Sumado a la subvención, el coste del viaje sería de 660 euros. En la misma semana, un vuelo directo de ida y vuelta Madrid-Nueva York (salida el lunes y regreso el domingo) cuesta algo más de 400 euros con Air Europa y 625 con Iberia.
Por los mismos precios y en las mismas fechas se puede volar a lugares como México o Dubai. Por la mitad, a ciudades como Moscú o Estambul, y todo con algunas de las mejores compañías del mundo y sin que le cueste dinero a ninguna administración pública, en este caso el Ayuntamiento de Burgos, que como es sabido tampoco es el propietario del aeropuerto, que gestiona Aena desde el Ministerio de Fomento.
Que la ruta no iba a alcanzar el nivel de demanda que sí tuvo en los primeros años de funcionamiento era algo evidente. Hay un lastre de mala gestión innegable que ahora se trata de galvanizar a golpe de subvención, pero los problemas no se limitan únicamente a los costes. Los horarios no son buenos (la salida de Burgos se opera a las 16.25 y los regresos de Barcelona a las 14.40) y están muy lejos del horario de negocios (salida a primera hora de la mañana y regreso por la tarde) e incluso del circuito turístico, ya que la mayoría de las conexiones internacionales obligan a pernoctar en Barcelona.
Ciudadanos, el grupo político más beligerante con la anterior gestión de la promoción del aeropuerto y uno de los valedores del carísimo acuerdo con Air Nostrum, dice ahora que conviene convocar a la sociedad de promoción para analizar la mejora de este aspecto y el incremento de frecuencias. Es obvio, incluso para quienes lo defendieron, que el contrato es de dudosa rentabilidad. Casi nula.
Sí hay un operador local (MarSol) que ha anunciado su intención de poner en marcha la comercialización de paquetes turísticos para traer turismo a Burgos. Es decir, usar la ruta en pasiva. De momento, ha alcanzado un acuerdo de tarifas con Air Nostrum y prevé iniciar esta actividad en el mes de octubre. Tiene poco tiempo: el día 27 se acabarán los vuelos.

Fuente: Diario de Burgos