Se completa gran parte del esqueleto de un dinosaurio saurópodo gigante
Han finalizado recientemente los trabajos de la XV campaña de excavaciones paleontológicas en la Sierra de la Demanda (Burgos) en el yacimiento. Valdepalazuelos-Tenadas del Carrascal, situado en las proximidades de Torrelara con descubrimientos importantes.
El equipo de excavación estuvo formado por 30 personas.
Participaron estudiantes universitarios, licenciados, doctorandos y
doctores de biología, geología, antropología, arqueología y gestión
ambiental, procedentes de Bélgica, México, Castilla y León, Madrid, País
Vasco, País Valenciano, Castilla-La Mancha y La Rioja.
Los trabajos expusieron en superficie unos 120 m2 de la capa
en la que yacían los huesos fosilizados de dinosaurios. Este año se ha
podido determinar que el grosor de la capa con fósiles alcanza los 2
metros, y que corresponde a sedimentos depositados en el fondo de una
charca o laguna con frecuentes cambios de nivel del agua.
Se han recuperado cientos de elementos fósiles, que han
quedado documentados en 115 registros, sumados a los 145 de la campaña
de 2017. A diferencia del año pasado, en esta campaña el panorama del
yacimiento ha cambiado radicalmente, ya que han aparecido restos
esqueléticos en conexión anatómica, es decir, articulados tal como los
tenía el animal en vida (y no dispersos como ocurrió en 2017). En
especial destaca una parte importante de la columna vertebral: toda la
parte correspondiente a la "espalda" del animal, con unas 12 vértebras, a
las que se unen también varias costillas que pueden llegar a medir más
de 1.5 metros de longitud. Se trata, sin duda, de un hallazgo
excepcional que aportará información relevante sobre la anatomía del
dinosaurio que se estudia.
Otros elementos resaltables que se han recuperado son: un
sacro de gran tamaño, casi completo y también articulado; elementos de
la extremidad anterior como un húmero derecho de 140 cm. de longitud, un
cúbito y un metacarpal; una escápula (omoplato) un metatarsal y un
hueso craneal.
En conjunto, se dispone de huesos de casi todo el cuerpo del
animal: cráneo, columna vertebral, hombro, cadera, extremidades
anteriores y posteriores. Se puede afirmar, entonces, que se dispone de
un esqueleto semicompleto que va a facilitar un estudio detallado, a
diferencia de otros yacimientos que aportan material mucho más
fragmentario. Esta situación permitirá a los investigadores caracterizar
con fiabilidad la identidad del dinosaurio de Torrelara, así como
determinar si puede ser una especie nueva, pues algunas características
anatómicas observadas en húmero o cadera parecen ser diferentes a las
observadas en otras especies ya conocidas.
Un dato de interés es la edad del yacimiento: en torno a 145
millones de años, en el tránsito del Jurásico al Cretácico. Esa época
es apasionante para los paleontólogos, pues es el escenario de
importantes cambios en las faunas de dinosaurios, asociados a la
disposición de los continentes en aquellos tiempos. El de Torrelara es
el saurópodo más antiguo de la zona norte del Sistema Ibérico, y uno de
los ejemplares más completos de dinosaurios ibéricos de finales del
Jurásico. Su estudio va a ser clave para entender tanto el desarrollo de
las faunas saurópodas ibéricas como las posibles semejanzas de las
faunas europea, norteamericana y africana.
Otro de los hallazgos más sobresalientes de esta campaña es
la de varios microfósiles como polen, ostrácodos (crustáceos acuáticos
de pequeño tamaño) y fragmentos de plantas carofitas; ese conjunto de
fósiles ayudará a obtener datos precisar tanto el ambiente en el que
viovió el dinosaurio de Torrelara, como su antigüedad.
La mayor sorpresa para los investigadores ha sido la
aparición de pequeñas cáscaras de huevos fosilizadas, algunas de ellas
atribuidas a dinosaurios, que serían de las más antiguas encontradas en
la península ibérica. El hecho de que aparezcan cáscaras de huevos junto
a huesos fosilizados aumenta notablemente el interés científico del
yacimiento.
El balance de la campaña es altamente satisfactorio al
superarse las expectativas de completar el esqueleto del animal con el
hallazgo de zonas articuladas y fósiles completos y en muy buen estado
de conservación. Se prevé que los trabajos en el yacimiento continuarán
en 2019, una vez se ha comprobado que la extensión del yacimiento, en
horizontal y en vertical, son mayores de lo conocido anteriormente.
Durante la excavación se recibieron varias visitas (en torno
a 400 personas), algunas de ellas de grupos organizados que recibían
información sobre los trabajos que se realizaban y los hallazgos que
iban apareciendo. También lo visitó el Doctor José Ignacio Canudo
(Universidad de Zaragoza) y colaborador habitual del Museo de
Dinosaurios de Salas de los Infantes, así como parte del equipo de
investigación de Atapuerca, encabezado por la Doctora Gloria Cuenca
Bescós. Una visita especial fue la realizada por la prestigiosa
periodista Rosa María Calaf, que mostró su entusiasmo y admiración por
los trabajos que se realizaban en el yacimiento.
Las excavaciones cuentan con el apoyo del ayuntamiento de
Torrelara que espera obtener una ayuda económica procedente de una
convocatoria de subvenciones desarrollada por la Diputación de Burgos.
La organización ha corrido a cargo del Colectivo Arqueológico y
Paleontológico de Salas (C.A.S.), Museo de Dinosaurios y Fundación
Dinosaurios de Castilla y León. También han colaborado La División San
Marcial (Ejército de España), los ayuntamientos de Torrelara y
Villoruebo, así como la Casa Rural "La morera de Agustina". Es
especialmente destacable la plena colaboración de los propietarios de la
finca donde se asienta el yacimiento, así como de varios voluntarios de
Salas de los Infantes, Torrelara y Quintanalara.
Fuente: BurgosNoticias.com