Desaparece la opción de la quita de la deuda para salvar el Consorcio del Desvío
Dexia Sabedell no acepta la propuesta, así que CaixaBank e Ibercaja tampoco
Las negociaciones continuarán para conseguir una re-estructuración sobre la base de una cuota fija anual
De Foronda asegura que no existe peligro de disolución del Consorcio, al menos mientras no presente cuentas
El futuro del Consorcio
del Desvío Ferroviario aún continúa en el aire. Las negociaciones con
Dexia Sabadell, Caixabank e Ibercaja siguen adelante, aunque se ha
producido una importante novedad. La opción de conseguir una quita del
40 por ciento de la deuda se ha caído de la mesa de negociaciones, dado
que Dexia Sabadell no la acepta, por cuestiones diversas de índole organizativo propias. Y si una no acepta, el resto tampoco, dado que el acuerdo debe ser igual para las tres.
Es la información que Salvador de
Foronda ha facilitado a los miembros del consejo rector del Consorcio
del Desvío, en la reunión celebrada esta mañana. De Foronda ha explicado
que, una vez se ha descartado la posibilidad de la quita, lo que les
queda ahora es negociar para conseguir una re-estructuración de la deuda a largo plazo, que asciende a 168 millones de euros, estableciendo una cuota fija a pagar anualmente, lo que evitaría tener que estar renegociando año por año el pago.
Existe otra posibilidad sobre la mesa, la división de la deuda en sostenible e insostenible
De Foronda continúa mañana mismo con los
contactos para conseguir ese acuerdo, sin querer avanzar nada más sobre
esa reunión. Es “confidencial”, ha asegurado. Sin embargo, por todos es
conocido que la quita no era la única solución que se había puesto sobre la mesa.
Y así lo ha recordado el concejal socialista Antonio Fernández Santos,
quien ha explicado que otro de los escenarios que se manejan para salvar
al Consorcio del Desvío sería una división de esa deuda de 168 millones de euros en deuda sostenible y deuda no sostenible.
Otras opciones
La sostenible, alrededor de 125 millones de euros, se iría pagando a medida que se fuesen vendiendo los terrenos
liberados por el desvío. Unos terrenos que, según la última valoración
realizada por Tinsa, tendrían a día de hoy un valor de 93,24 millones de
euros, si bien es cierto que se espera que ese valor siga subiendo, ha
explicado el socialista. La deuda no sostenible, el resto, tendría que
pagarla el Ayuntamiento de Burgos a través de una cuota anual fija, que
irá con cargo a los presupuestos municipales.
Santos recuerda que el problema deriva del acuerdo para aplazar el pago de las amortizaciones
Antonio Fernández Santos ha insistido que todo el problema actual con la deuda del Consorcio viene del acuerdo que firmó el alcalde, Javier Lacalle, para aplazar a 2016 el pago de las amortizaciones de 2014 y 2015. Un convenio que no sólo obliga
al Ayuntamiento a pagar de golpe 39 millones de euros, sino que además
establece que si llegado el 31 de marzo de 2016 el Consorcio no dispone
de suficiente liquidez para hacer frente a la deuda, se disolverá, asumiendo el Ayuntamiento en solitario el pago de esa deuda.
Salvador de Foronda ha asegurado que, de momento, no existe este peligro. Las entidades financieras sólo podrían exigir el cumplimiento del acuerdo cuando se hayan presentado las cuentas
del Consorcio, que aún se están auditando, ha explicado el concejal.
De todos modos, el Ayuntamiento estaría barajando también una solución
por si llegar el caso de que exigen la ejecución del acuerdo. El
Consorcio iniciaría un proceso de disolución vinculado a la liquidación
de sus activos, es decir a la venta de terrenos, lo que dilataría en el
tiempo la resolución.
Fuente: BurgosConecta.es