La Sangría poblacional no cesa
Burgos perdió en 2017 un total de 1.266 habitantes, un 0,35%, rompiendo así la tendencia del conjunto de España, que incrementó la población
Continúa la sangría poblacional. La provincia de Burgos perdió en 2017 un total de 1.266 habitantes,
prolongando así una agonía que se arrastra desde hace ya demasiados
años. Según los datos provisionales del padrón continuo publicados ayer
por el Instituto Nacional de Estadística (INE), a 1 de enero de 2018
había empadronadas en la provincia un total de 356.905 personas (178.252 hombres y 178.653 mujeres).
A 1 de enero de 2018 había empadronadas en Burgos un total de 356.905 personas
Se trata de un 0,35% de habitantes respecto al 1 de enero de 2017, cuando Burgos contaba con 358.171 empadronados. Lejos quedan los años en los que la provincia superaba con holgura los 360.000 y 370.000 habitantes. De
hecho, desde que se tocara techo en 2011 con 375.657 habitantes, el
descenso poblacional viene siendo una constante que se antoja imparable.
El estallido de la crisis, el retorno a sus países de origen de miles
de inmigrantes llegados años atrás y el envejecimiento sostenido han
motivado que Burgos haya perdido 18.752 habitantes en apenas siete años (casi un 5% del total).
Quizá,
la mejor fotografía de situación sea la comparativa entre grupos de
edad. A principios de año, en el conjunto de la provincia había
empadronados 49.405 menores de 15 años, mientras que los mayores de 65 años eran 83.545. Poco más que añadir.
En este sentido, la edad media continúa incrementándose de manera paulatina.
En el conjunto de la provincia, dicha edad es ya de 46,3 años, aunque
se mantienen grandes diferencias por tamaño de municipio. Así, la
capital provincial mantiene una edad media de 44,8 años, mientras que
las localidades de menos de 100 habitantes están más castigadas por el
envejecimiento.
También en Castilla y León
Se
trata, en todo caso, de peores datos que los registrados en el conjunto
del territorio nacional. De hecho, según la estadística del INE, España
rompió en 2016 y 2017 la tendencia que venía arrastrando desde los
peores años de la crisis y el año pasado incrementó su población con 126.437 habitantes,
gracias al significativo repunto del número de inmigrantes (más de un
3%). Un incremento que, en el caso de Burgos, no ha sido tal. En total,
en la provincia residen 24.856 personas de origen extranjero (un 6,96%
del total).
Con todo, Burgos no es ajena a esta realidad. Y es que, Castilla y León perdió en 2017 un total de 18.151 habitantes.
Ni una sola de las provincias de la comunidad se salvan de la quema, y
en algunos casos, como Zamora, Ávila o León, los descensos son
superiores al 1%.
Fuente: BurgosConecta