Los hosteleros ven «escaso o nulo» interés por salir a la Feria de Tapas
No habrá un bloqueo a la nueva edición y hasta el día 11 no se sabrá la repercusión
Los hosteleros constatan el «escaso o
nulo» interés del sector por participar en la nueva edición de la Feria
de Tapas, sin embargo descartan un bloqueo a la cita gastronómica. Por
tanto, habrá que esperar al 11 de mayo, el día que termina el plazo para
presentar la solicitud, para conocer la repercusión real del
desencanto.
En la reunión que celebraron ayer con
representantes de los bares que han sacado caseta en los últimos años,
se puso de relieve que las últimas bases, acordadas entre el equipo de
Gobierno y el grupo socialista, han causado un fuerte malestar ya que,
desde su punto de vista, se exigen cada año más requisitos y, a la vez,
no existen contraprestaciones.
Desde la Federación de Hostelería, su
presidente Luis Mata, consideran que los políticos, «en constante modo
campaña electoral», han «vapuleado y perseguido» la Feria de Tapas y
cree que si no hay casetas en la calle «será un duro golpe para las
fiestas de San Pedro». Este año, además de exigir el pago de la tasa de
ocupación de la vía pública, se ha solicitado que se invierta en el
arreglo de las casetas y que se concrete antes de final de mayo cuál
será la oferta musical en las distintas plazas que correrá a cargo de
los hosteleros. Así, han calculado que el montaje de cada caseta se
encarecerá en 1.200 euros con respecto a anteriores ediciones.
Mata señala que en las reuniones con
responsables municipales de los primeros meses del año se había
planteado que si se solicitaba el pago de esta tasa, se podría
contemplar una ayuda por una cantidad similar que sirviera para invertir
en el mantenimiento de la caseta. Sin embargo, explica que, a pesar de
lo hablado, ahora se piden las dos cosas a los hosteleros. «Al final
esta se convertiría en la única feria de este tipo de las que se
celebran en la ciudad que no tenga ninguna ayuda pública», asegura el
presidente de los hosteleros, que recuerda que si otros sectores pagan
la tasa de ocupación de la vía pública tienen a cambio una ayuda de otro
tipo que compensa ese coste.
Las bases de la Feria de Tapas no
contemplan que sea obligatorio un número mínimo de establecimientos para
montar la feria, sin embargo sí se especifica que será la Federación de
Hostelería la que preste el apoyo para su instalación en cuestiones
como los suministros de gas, electricidad y agua.
El presidente de la federación lamenta
la situación actual ya que esta feria nació como algo «popular» para
lograr sacar a la gente a la calle «con precios populares» y comenta que
si se quiere encauzar hacia tapas de alta cocina «este no es el lugar
más adecuado».
Según precisa, el año pasado pasaron por
la feria unas 400.000 personas durante todos los días en que estuvo
abierta, algo que supone un éxito. «La feria actúa como efecto llamada»,
señala.
Cuando se estudiaron las novedades para
la cita de este año, como por ejemplo abrir la feria a las gastronetas
se pensó en dar un nuevo impulso y lograr unas 30 casetas y 15
foodtruck. Sin embargo, a la vista de las reuniones que ha habido estas
dos semanas entre los profesionales del sector ahora mismo son
pesimistas con respecto a la respuesta final. De esta manera, Mata cree
que, al final las fiestas se van a quedar reducidas a los cinco días que
hay feria taurina y el resto quedará muy descafeinado «porque si no hay
feria no se logrará tener a gente en la calle» todos esos días de entre
semana que también baja la programación.
Fuente: Correo de Burgos