SEGUNDAS PARTES NUNCA FUERON BUENAS
Misma piedra
Porque lo prometido es deuda, retomamos tareas pendientes de ciudad. A
pocos meses vista, arrancó la reparación, adaptación o como queramos
llamar a la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana
de Burgos. Documento que dibuja y escribe la ciudad que tenemos y el
cómo queremos que cambie. Este pedazo documento se empezó poco antes del
inicio de la crisis de la que ahora salimos, se fraguó y terminó a
mitad de citada mega crisis. La que removió pilares del pensamiento
financiero y arrasó toda programación industrial, empresarial y
urbanística en cualquiera de las ciudades como la nuestra. Esto fue así
desde su origen en el 2.007, se veían venir receso urbanístico, quiebras
de empresas constructoras, convenios urbanísticos y lo peor, bajón
demográfico en este Burgos. A pesar de todo lo que se vivía y dolía, el
Plan General de Ordenación Urbana PGOU, “tiró palante” organizando una
ciudad para los próximos 20 años, como si nada estuviese pasando, con
cientos de hectáreas de cereal que se transformarían en urbanizaciones y
miles de viviendas. Nadie puso freno a esa redacción errática del Plan
General, apartada de toda realidad y futuro. Nadie tuvo la valentía ni
visión para, a tiempo reorientar dando su justo valor al crecimiento de
ciudad, su consolidación y regeneración de lo ya edificado años atrás.
El redactor y quienes fiscalizaron el trabajo, pasaron de puntillas sin
querer ver la realidad. Hoy es el día que giran de nuevo, grúas que
animan solares abandonados. Se compran casas nuevas a precios más bajos,
donde el valor del suelo ha pasado a la mitad. Pocas empresas de las de
toda la vida han sobrevivido, enhorabuena para ellas y las nuevas que
se atrevan. Pero es ahora que tenemos una segunda oportunidad de coser
la ciudad con bordado fino en lugar de parches mal echados. Al parecer,
se ha iniciado o se va a iniciar la revisión de este amortajado PGOU,
oportunidad única para enseñar a la ciudadanía la chuleta de errores,
incongruencias, falta de previsión y sobre todo, necesidad de articular
un lugar de futuro, conscientes de lo que tenemos, podemos y queremos.
Pero esto, por más que alguien diga, no se hace exclusivamente desde los
despachos municipales, donde sus técnicos y jurídicos arto hacen, por
cierto. Ha de ser tarea de muchos que pueden aportar realidades desde la
calle. Como no sea así, hay un animal que tropieza dos veces en la
misma piedra.
Fuente: Correo de Burgos