domingo, 23 de septiembre de 2018

EL DESASTRE DEL TREN EN ESPAÑA

"Este país ha matado al tren"

"Este país ha matado al tren" - Foto: Jesús J. Matías
Santiago Callejo, apasionado del ferrocarril, lamenta la situación de este medio de transporte mientras construye en su casa de Arlanzón una impresionante maqueta del Directo y del Minero
Santi Callejo tiene dos feroces pasiones: el alpinismo y el ferrocarril. Ha escalado algunas de las paredes más escarpadas del mundo, pero el verdadero Himalaya de este burgalés se encuentra en el ático de su casa de Arlanzón: es misión imposible tratar de explicar la maravillosa maqueta ferroviaria a la que lleva dedicados cinco años de su vida. Es asombrosa, sencillamente. Mientras exista gente como Santi Callejo la memoria del ferrocarril no se extinguirá nunca. Cuando todo sea esa fría alta velocidad a la que se ha entregado este país con obsesión y sin remordimientos por el despilfarro y alguien -un niño, un adolescente- pregunte pero el tren de antes, por el de siempre, por el de toda la vida, por el que cohesionaba territorios y era sinónimo de progreso, gente como Santi Callejo podrá colmar su curiosidad.
Ahora que el Directo Madrid-Burgos languidece condenado a muerte, en la maqueta de Callejo, inspirada en la década de los sesenta, se muestra en todo su esplendor y con todo lujo de detalles. No se ha ahorrado ni uno solo este amante del ferrocarril. «Todo está muy documentado, muy estudiado. Hay partes que he creado con cierta libertad, pero la mayoría está construido con fidelidad». Nadie ha apostado por el Directo salvo él, que en su maqueta lo ha ideado funcionando con vía doble, nada menos. Se reconoce el paisaje de la zona de Riaza, en Segovia, y esta recreación incluye elementos espectaculares como un pueblo o un viaducto impresionante; a su alrededor, huertas, árboles, ríos... Fiel, fidelísima, es la recreación de las estaciones y alrededores de Lerma, Aranda o Sarracín. Sobrecoge la perfección de los edificios, el silo, los almacenes, los depósitos, las playas de vías, la placa giratoria... Es la suya una labor de ingeniería, de precisión milimétrica, casi obsesiva.
La pasión de Santi Callejo por los trenes le viene por vía paterna. Su progenitor, que era de Sotillo de la Ribera, le llevaba de la mano a ver ferrocarriles y estaciones. Tiene una biblioteca con más de 300 libros que atesoran la historia de este medio de transporte y no deja de investigar sobre ello. Ha hecho muchas maquetas (la que está en el centro de recepción de visitantes de Ibeas es suya), pero ésta es la definitiva. Y para él. Y hecha a lo grande y a lo fiel. Con jornadas de trabajo maratonianas, de catorce y hasta dieciséis horas diarias. «Es que algo así no puede hacerse de otra manera.Pero es algo que me gusta», reconoce.
La maqueta, que ocupa 50 metros cuadrados, está hecha «para jugar». Pero que nadie piense en un juego sencillo. Santi Callejo domina todo el escenario con un mando digital, con el que puede poner en marcha todo, gracias a un entramado informático y electrónico sofisticado que está oculto y que él maneja mediante códigos. «Todo funciona y se pueden hacer todas las maniobras. Jugar requiere concentración». Cada estación tiene su puesto de mando, sus semáforos, sus desvíos. Cada locomotora emite el sonido de la original. Su mantenimiento es impecable. Además de la recreación del Directo, y hallándose instalado en Arlazón, la fabulosa maqueta de Callejo también tiene un espacio dedicado al ferrocarril minero igualmente impresionante.
Esta parte de la maqueta se diferencia de la otra porque es de vía estrecha. Ha representado la estación de Villafría y ahora está rematando la de Arlanzón, cuya reconstrucción -estación, talleres, depósitos- va a evocar la zona ferroviaria tal como era a comienzos del siglo XX.De hecho, se halla inmerso en la construcción del viejo balneario que hubo en el pueblo. Reina en esta zona de la maqueta la locomotora ‘Burgalesa’ que cubría el trayecto Villafría-Monterrubio de la Demanda. «Es una reproducción a escala exacta, hecha en latón», precisa su creador, que espera terminar esta parte (y con ello la maqueta entera, porque ya no tiene más sitio) este mismo año. «Quizás luego haga alguna cosa más, pero este trabajo, esta maqueta, va a ser definitiva. Me está consumiento mucho tiempo y mucha energía».
Pena y nostalgia. Un enamorado del ferrocarril como él siente tristeza y nostalgia por la situación actual de este medio de transporte en España. «Este país ha matado al tren.Desde el año 84 todo ha sido hachazo tras hachazo. Una tras otra.Es uno de los sitios del mundo donde peor se ha tratado al ferrocarril. Sólo importa el AVE, que no vale para nada, que no soluciona nada. Se dice que el ferrocarril es deficitario, pero es que debe ser deficitario, como los hospitales, digo yo».
Para Santi Callejo, el ferrocarril propiamiente dicho es ya «algo histórico. Porque ya no hay ferrocarril, ya casi no se puede ir a ningún sitio en tren. Es una verdadera pena. Para alguien enamorado del ferrocarril es terrible, da mucha tristeza. Soy un poco friki del ferrocarril, lo reconozco», subraya sonriendo.
Tiene claro este virtuoso nacido en 1970 que esta maqueta es también una suerte de reivindicación de la memoria de lo que fue el ferrocarril. «Al final, esta va a ser la única manera que tendremos de ver un tren como los de antes porque se los están cargando todos. Lo que se hizo con el Santander-Mediterráneo, por poner otro ejemplo de la provincia, es un verdadero atentado contra el patrimonio histórico... Hoy podría ser un tren turístico maravilloso».
Fuente: Diario de Burgos