El 33% de los contratos firmados en 2014 no duró más de siete días
J.M. / Burgos - viernes, 20 de marzo de 2015
Incremento. En 2011 estos acuerdos laborables representaban el 29,7%. El año pasado se rubricaron casi 39.000 de este tipo. Precariedad. En los sindicatos culpan a la Reforma Laboral de este cambio de modelo que «genera incertidumbre en los empleados
Han existido siempre aunque su importante aumento hace pensar a muchos que ese es el lugar hacia el que irremediablemente se encamina el mercado laboral del futuro. ¿Será un trabajo indefinido un privilegio de unos pocos o hay un excesivo alarmismo sobre la precariedad de los nuevos puestos de trabajo? Según datos del Ministerio de Empleo, el 33% de los contratos que se firmaron en la provincia de Burgos a lo largo de 2014 no tuvo una duración superior a los siete días. Para ser exactos, 38.949 de los 117.855 que se formalizaron.
Si bien los contratos de corta duración han sido una fórmula utilizada por muchas empresas para incorporar personal en su plantilla en picos de producción, la realidad es que este modelo ha experimentado un importante ascenso en los últimos años. Es cierto que en 2014, sumando todas as tipologías de los acuerdos entre las empresas y los trabajadores, se firmaron 6.237 incorporaciones más que en 2011. Pero los números también contrastan que, de todos ellos, 5.877 no duraron más de una semana. Es más, estos últimos han pasado de representar un 29,7% a ese 33%. Casi seis puntos más.
Ante esta realidad, las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) y los sindicatos hacen, en algunas ocasiones, lecturas no muy coincidentes en esta evolución de estos compromisos laborales de corta duración. La directora de Adecco Burgos, Eva Franco, explica que «las contrataciones por un tiempo inferior a 7 días son de uso frecuente por parte de las empresas y se han visto incrementadas en los últimos años por un principio de prudencia». Es decir, «por la situación económica y las constantes variaciones de las cargas de trabajo» que impiden compromisos laborales más extensos».
La directora de la ETT defiende que los contratos «de siete días, 15 o un mes pueden ir encadenándose y permitir al candidato tener acceso a un mayor número de empresas y mejorar su cualificación y formación». Franco afirma, además, que «en muchos casos estas diferentes colaboraciones son un claro puente hacia el empleo estable» y añade que, según sus datos, «el 25% de los trabajadores que colaboran con nosotros pasan a incorporarse directamente a la plantilla».
Muy distinta es la visión que tienen en los sindicatos sobre este tipo de contrato que va en aumento y sobre el que las responsables de CCOO en Burgos en los sectores de la Construcción y Servicios y de Hostelería, Carmen Nebreda y Maribel Juárez, culpan a la Reforma Laboral aprobada en 2012 de propiciar «un mercado de trabajo cada vez más precario».
Critican que este tipo de contratos generan «un futuro incierto en los trabajadores en lo que se refiere a su futura situación económica, cuando alcancen la edad de jubilación». Aseguran que en el sector de «la limpieza de edificios y locales, tanto en el empleo para las administraciones públicas como en el ámbito privado», los contratos a tiempo parcial «ganan terreno a la jornada completa» y lamentan que a la mujer, que es la más presencia tiene en este tipo de puestos, «se le impone» este modelo. Recalcan que «no es voluntario» y que es algo «socialmente injusto».
Nebreda explica que «la mayoría de los contratos que se hacen ahora en el sector son temporales» y que «en nueve de cada diez casos son con jornadas inferiores al 60%». Un cambio hacia la precariedad del que culpan al Gobierno y que se encamina a una «disminución de costes salariales» para el empresario, que provocará «la sustitución de trabajadores a tiempo completo» y en el que la última modificación sobre los contratos a tiempo parcial, «en lo referente a las horas complementarias», conlleva «estar a disposición de la empresa en cualquier momento».
POSICIÓN INTERMEDIA
Otro responsable de la capital que prefiere no mencionar el nombre de su empresa mantiene que «algo hay en el mercado laboral que hace que no sea visible la contratación indefinida a pesar de la penalización de la Seguridad Social sobre los que son inferiores a 7 días». Achaca que «la demanda fluctuante y escasa, o débil, de productos y servicios es lo que provoca que no se pueda tener de alta a trabajadores en tiempos muertos de actividad que influyen sobre los costes y la organización de la empresa». Y junto a esto, igual o más determinante, asegura que «los pequeños márgenes por la dura y desigual competencia (globalizada y también por diferentes normativa entre regiones» lo que hace que las empresas lo tengan «no solo difícil sino complicado».
Fuente: Diario de Burgos