La UTE de la estación sólo ha ejecutado el 18,8% de la obra prevista hasta julio
Ferrovial-Aroasa se había comprometido a ejecutar 485.000 euros pero sólo ha certificado 91.352
En julio se ha ejecutado únicamente un 2,1%, lo que representa poco más de 8.600 euros
Técnicos y jurídicos decidirán ahora qué hacer con la empresa y cómo continuar el proyecto
Gómez no rechaza rescindir el contrato pero tampoco lo ve como la solución más probable
Y las certificaciones llegaron para confirmar lo que era un secreto a voces. La obra de rehabilitación de la antigua estación de tren presenta un “retraso importantísimo”, que además no está justificado ni ”obedece” al modificado presentado por Ferrovial-Aroasa, y que ha sido rechazado por los técnicos municipales. Fernando Gómez no ha querido confirmar la paralización de los trabajos hasta no contar con esos documentos, que ponen al Ayuntamiento de Burgos en una situación muy complicada. Habrá que tomar una decisión sobre qué hacer con la empresa y con un proyecto que, visto lo visto, puede perder una importante parte de fondos europeos.
De acuerdo con los datos facilitados por Gómez esta mañana, la UTE sólo ha ejecutado el 18,8 por ciento del total del trabajo previsto hasta el 31 de julio. En concreto, si el plan de obra preveía una ejecución de 485.361 euros, Ferrovial-Aroasa han certificado únicamente 91.352. De este modo se demuestra un “retraso” que, si bien no era “preocupante” hasta junio, reconoce el presidente del Instituto Municipal de Cultura y Turismo, se ha convertido en un gran problema en julio. Y es que en este mes sólo se ha ejecutado el 2,1 por ciento de lo previsto, poco más de 3.800 euros de los 173.600 comprometidos.
Decisiones de técnicos y jurídicos
“Estamos en condiciones de hacer un requerimiento claro y contundente a la empresa”
“Ahora sí que tenemos un dato serio, claro y contundente de que hay un retraso manifiesto en la obra”, ha insistido Gómez, lo que permitirá al Ayuntamiento empezar a decidir qué paso dar a continuación. Serán los técnicos los que marquen las pautas, si bien desde la oposición tienen claro que lo más lógico sería rescindir el contrato, ante un “incumplimiento flagrante” del mismo por parte de la UTE, y exigirle responsabilidades económicas. Gómez reconoce que la responsabilidad “es única y exclusivamente de la empresa”, que se comprometió a cumplir con un proyecto, un presupuesto y un plan de obra, y no lo está haciendo.
Sin embargo, el presidente del IMC considera que la rescisión “no parece un horizonte muy probable”, lo que no evitará que el Ayuntamiento haga “un requerimiento claro y contundente” a la empresa, para que asuma todas las consecuencias de sus actos. Y parte de esas consecuencias sería la pérdida de los fondosdel Plan Urban con los que se financia el 80 por ciento de las obras, valoradas en 2,7 millones de euros. Si se rescinde el contrato, “no se llegaría a diciembre de 2015″, por no hablar de los “gravísimos problemas” que generaría el invierno sobre el edificio en su estado actual, descubierto.
De todos modos, las decisiones no se tomarán, como mínimo, hasta finales de mes, y es que la UTE dispone de 10 días para alegar contra los informes de los técnicos que rechazan su solicitud de modificado, valorado en 557.000 euros. Gómez ha insistido en que la empresa, cuando se presentó al concurso, ya sabía cuál era el proyecto y su coste. Asumió llevarlo a cabo en un determinado tiempo y presentó una rebaja al precio de licitación. Ahora tiene que asumir las consecuencias, dado que los técnicos no ven justificación alguna en el modificado presentado.
Fuente: Burgosconecta.es